Ahmadineyad el irritante
Tras calificar a Israel de racista, la prensa ¨¢rabe denuncia el boicoteo occidental al l¨ªder iran¨ª y ni los sectores m¨¢s cr¨ªticos de su pa¨ªs levantan la voz
La perorata antiisrael¨ª y antisionista de Mahmud Ahmadineyad en Ginebra, el lunes pasado, no fue una sorpresa para nadie, mucho menos para los jud¨ªos de Ir¨¢n. Esta minor¨ªa ha visto c¨®mo, desde que llegara al poder en 2005, el presidente de su pa¨ªs cuestionaba una y otra vez el Holocausto, sin la menor consideraci¨®n hacia sus sentimientos. De poco ha servido que sus representantes le afearan su conducta. Ahmadineyad, que parece disfrutar cada vez que irrita a Occidente, ha encontrado en ese asunto una v¨ªa autom¨¢tica de lograrlo.
Y, sin embargo, los 20.000 jud¨ªos de Ir¨¢n constituyen la mayor comunidad de esa confesi¨®n en Oriente Pr¨®ximo fuera de Israel. La Rep¨²blica Isl¨¢mica se jacta de que los jud¨ªos, como el resto de las minor¨ªas religiosas -a excepci¨®n de los baha¨ªs-, tienen libertad de culto e incluso disponen de un esca?o reservado en el Parlamento. En Teher¨¢n, donde se concentra el grueso de la comunidad, cuentan con tres sinagogas, tres escuelas, una organizaci¨®n para la ense?anza religiosa y un hospital, la mayor¨ªa de cuyos empleados y pacientes son musulmanes.
"Una cosa es el Holocausto y otra la ocupaci¨®n de Palestina", se?ala un analista iran¨ª cr¨ªtico con el poder
El malestar de los jud¨ªos en Ir¨¢n con el r¨¦gimen no es muy distinto del de otras comunidades no musulmanas
?Por qu¨¦, entonces, la fijaci¨®n de Ahmadineyad? "Su objetivo es estar en la primera p¨¢gina de todos los peri¨®dicos", declara el analista Saeed Leylaz, muy cr¨ªtico con el actual Gobierno iran¨ª. "Busca la popularidad ante las elecciones del pr¨®ximo mes de junio". Aunque, como afirmaba un editorial de este peri¨®dico, "Ahmadineyad no ha ido a Suiza a defender la suerte de los palestinos", los comicios presidenciales tampoco lo explican todo. Muchos iran¨ªes le critican que dedique m¨¢s tiempo a la cuesti¨®n palestina que a resolver la crisis econ¨®mica que atraviesa su pa¨ªs.
"Ha sido una provocaci¨®n en toda regla", interpreta un embajador europeo en Teher¨¢n. En medios diplom¨¢ticos occidentales, el tono de la intervenci¨®n de Ahmadineyad se lee en el contexto m¨¢s amplio de la reciente oferta de di¨¢logo de EE UU. "Mientras (Barack) Obama les ha tendido la mano, los dirigentes iran¨ªes responden con lo de Ginebra, con una conferencia de fiscales que acusa de cr¨ªmenes contra la humanidad a varios responsables israel¨ªes y con el encarcelamiento de una periodista estadounidense", afirma la fuente.
La demonizaci¨®n de Israel constituye uno de los pilares de la Revoluci¨®n Isl¨¢mica de 1979. No obstante, con el paso del tiempo y la realpolitik que siempre ha caracterizado a los dirigentes iran¨ªes, ese elemento, como el antiamericanismo, se hab¨ªa convertido en un mero eslogan. Durante los Gobiernos del reformista Mohamed Jatam¨ª incluso empez¨® a utilizarse el nombre de Israel en lugar de la nomenclatura revolucionaria de "entidad sionista". Ahmadineyad ha significado una vuelta a los principios.
De ah¨ª que algunos observadores estimen imposible la normalizaci¨®n con Estados Unidos. Significar¨ªa, m¨¢s pronto o m¨¢s tarde, la disoluci¨®n de la Rep¨²blica Isl¨¢mica. Con todo, el lenguaje de Ahmadineyad en Ginebra fue m¨¢s moderado que en ocasiones anteriores. En un cambio de ¨²ltima hora, que pill¨® por sorpresa a los int¨¦rpretes, sustituy¨® una frase en la que calificaba el Holocausto de "ambiguo y dudoso" por otra en la que denunci¨® "el abuso del asunto del Holocausto". Tampoco repiti¨® la ominosa referencia a que Israel terminar¨¢ borrado del mapa. Han sido m¨¢s bien el momento y el lugar elegidos lo que puede complicar sus posibilidades de acercamiento a la superpotencia.
En cualquier caso, lo ocurrido en Ginebra muestra la brecha que existe entre Occidente y el resto del mundo sobre si el tratamiento de los palestinos por parte de Israel debe abordarse en un foro sobre racismo y xenofobia.
"No se estaba dirigiendo tanto a la comunidad internacional como a nosotros, los ¨¢rabes", ha escrito por su parte Tariq al Homayed en Al Sharq al Awsat. En gran medida, logr¨® su efecto. La mayor¨ªa de los medios ¨¢rabes ha atribuido a un sesgo pro israel¨ª el boicoteo de una treintena de pa¨ªses al discurso de Ahmadineyad. "Da la impresi¨®n de que algunos intentan colocar a Israel fuera del alcance de la cr¨ªtica, no s¨®lo en Israel, sino en las poderosas capitales occidentales", aseguraba un editorial del diario palestino Al Quds. Incluso el saud¨ª Al Watan afirmaba que la actitud occidental es "imposible de entender, a menos que sea en apoyo de Israel en sus pr¨¢cticas racistas contra los palestinos".
Aunque muchos iran¨ªes no comulgan con el estilo provocador de su presidente, ni siquiera los sectores m¨¢s cr¨ªticos del r¨¦gimen han levantado la voz a su regreso de Ginebra. "Una cosa es el Holocausto, que no nos compete juzgar a nosotros, y otra la ocupaci¨®n de Palestina, que es una pol¨ªtica que no logramos entender", se?ala el antes citado Leylaz. Incluso en la comunidad jud¨ªa se subraya ese matiz. "El boicoteo de algunos delegados nos ha parecido una ofensa hacia el pueblo iran¨ª", manifiesta Cimmak Morsadegh, el representante jud¨ªo en el Parlamento de Teher¨¢n. "O¨ªr las opiniones de la otra parte no significa compartirlas, pero ese acto evidenci¨® la pol¨ªtica de doble rasero de ciertos pa¨ªses", insiste antes de recordar que eso no ha sucedido cuando han intervenido ante foros similares personas como Idi Am¨ªn o Gaddafi.
Sin duda, la enemistad pol¨ªtica y verbal entre Israel e Ir¨¢n hace dif¨ªcil casar la condici¨®n de jud¨ªo con la de habitante de la Rep¨²blica Isl¨¢mica. Aun as¨ª, la comunidad jud¨ªa iran¨ª se aferra a sus ra¨ªces y siempre se ha negado a convertirse en arma arrojadiza contra las autoridades de su pa¨ªs. El malestar con el sistema que dejan entrever no parece muy distinto del de otros iran¨ªes no musulmanes. Se sienten tolerados, m¨¢s que parte integrante del sistema.
![Mahmud Ahmadineyad, durante la conferencia sobre el racismo en Ginebra.](https://imagenes.elpais.com/resizer/v2/PNROY2TV3ABUGYXBZBV64RQ4QI.jpg?auth=d21b0662ced7085256cd6e39b293fe59ca7b9d9171ee6117e221947ac586d0a6&width=414)
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