?Para qui¨¦n trabajan?
Leo en una revista un an¨¢lisis sobre el voto "medi¨¢tico", refiri¨¦ndose al papel de los medios de comunicaci¨®n en la victoria electoral del PP, pero un mes despu¨¦s fatiga infinitamente volver a lo que ya fue. Lo que fue tiene m¨¢s que ver con un fraude que con un fracaso.
?En realidad qu¨¦ pas¨® con esos medios de comunicaci¨®n que, efectivamente, le hicieron la campa?a a Alberto N¨²?ez Feij¨®o? Pues que estafaron a los de la Xunta bipartita, ¨¦stos les dieron nuestro dinero para hacer lo mismo que hab¨ªan hecho los anteriores, comprar su complicidad, pero result¨® que ¨¦stos cogieron el dinero y apoyaron luego a la competencia. Piller¨ªas, trapacer¨ªas. Ahora est¨¢ N¨²?ez Feij¨®o.
Su situaci¨®n es muy inusual, la de un general que cre¨ªa que iba a ser derrotado y ya imaginaba su retirada e inesperadamente gana la guerra. Tuvo que improvisar un gobierno, pero da la impresi¨®n de que le sali¨® como quer¨ªa. Y hay que reconocerle aplomo pues, aunque gan¨® las elecciones con una campa?a discutida y por un solo diputado, muestra resoluci¨®n. Sin duda, tal base electoral y la creencia de que el pa¨ªs es ideol¨®gica y pol¨ªticamente suyo lo hace fuerte, pero no cabe duda de que tambi¨¦n demuestra car¨¢cter. Se present¨® como un tecn¨®crata que solo aspiraba a gestionar razonablemente pero se muestra como un gobernante de voluntad mesi¨¢nica.
Frente al conservadurismo de Fraga, Feij¨®o propone una pol¨ªtica basada en las reglas del mercado
Y, de hecho, ya ha cambiado la pol¨ªtica en Galicia, s¨®lo no parecen haberlo comprendido los dos partidos que pasaron a la oposici¨®n, ambos inmersos en un encerramiento en s¨ª mismos y una regresi¨®n al pasado. Una actitud retr¨®grada. Pero adem¨¢s Feij¨®o pretende revisar lo que fue la autonom¨ªa dando un corte. Parece alguien que, aunque ocup¨® la Vicepresidencia con Fraga, en realidad fuese un emboscado esperando su oportunidad de mostrarse, y que ahora quiere demostrar que su idea de la pol¨ªtica es muy distinta de la de Fraga. Frente al conservadurismo de ¨¦ste, un autoritario que cre¨ªa en una sociedad comunitaria, Feij¨®o propone una pol¨ªtica basada en las reglas del mercado que debe ser gestionado por t¨¦cnicos, como si no hubiese pa¨ªses y solamente una masa de individuos sueltos.
Form¨® su Gobierno de forma totalmente particular, ajeno al partido y de espaldas a ¨¦l. Un gesto de fuerza que liquida el poder pol¨ªtico de los presidentes de diputaci¨®n, de los jefes territoriales. El perfil de los conselleiros que se pretende es el de t¨¦cnicos apol¨ªticos, "puros". Como si fuese posible gobernar sin favorecer unos intereses u otros, y como si no importase a qu¨¦ intereses pertenecen y a qu¨¦ lugar, a qu¨¦ pa¨ªs. Todos trabajamos para nosotros mismos, pero adem¨¢s nuestro esfuerzo refuerza a los dem¨¢s, a lo que consideramos nuestro pa¨ªs, pa¨ªses.
Con mucha m¨¢s raz¨®n los gobiernos deben trabajar para el pa¨ªs que gobiernan, no puede ser que se sientan meros t¨¦cnicos al servicio del mercado. Un gobierno, adem¨¢s de gestionar, debe intentar representar al pa¨ªs, y para eso hay que creer que existe. ?Cree N¨²?ez Feij¨®o que Galicia es un pa¨ªs, una nacionalidad hist¨®rica? ?Cree que es un ente humano pol¨ªtico y cultural por s¨ª mismo? ?Cree que la funci¨®n del Gobierno de la Xunta es la "defensa da identidade de Galicia e os seus intereses"?
Hay dos temas impuestos a Feij¨®o durante la campa?a que indican lo contrario: cuestionar el concurso e¨®lico y cuestionar nuestra lengua. Las adjudicaciones de licencias que dio el bipartito para explotar energ¨ªa e¨®lica son una correcci¨®n en la pol¨ªtica del sector: anteriormente la Xunta de Fraga concedi¨® sin concurso p¨²blico licencias a empresas no gallegas, el bipartito por el contrario convoc¨® un concurso y las beneficiadas fueron mayoritariamente empresas gallegas. Es posible que hubiese clientelismo, unos favoreciesen a las grandes empresas de fuera y otros a las de aqu¨ª. Ahora Feij¨®o cuestiona el resultado del concurso atendiendo las reclamaciones de las grandes empresas no gallegas.
Y en cuanto a nuestra lengua, una lengua que ha perdido el 35 % de sus hablantes entre los j¨®venes en los ¨²ltimos diez a?os, el presidente cree que tiene demasiado apoyo. En consecuencia, por primera vez en la historia de la autonom¨ªa, no fue usada en sus primeras declaraciones por nada menos que cuatro "conselleiros", obligados a la "defensa da identidade de Galicia". N¨²?ez Feij¨®o ser¨¢ cualquier cosa, menos conservador. No hay transici¨®n, hay ruptura.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.