?Sabe usted cu¨¢l es la mitad de cuatro quintos?

Desde ni?os con mochila que llegaban de la mano de sus padres a adolescentes acneicos y casco de moto en el brazo. La Facultad de Matem¨¢ticas de la Complutense se llen¨® ayer por la ma?ana con 3.500 escolares, de 422 centros madrile?os. "Venir un s¨¢bado por la ma?ana a hacer un examen ya dice mucho de los chavales", dec¨ªa un profesor. Y es que el barullo montado en la facultad un d¨ªa no lectivo se deb¨ªa al XIII Concurso de Primavera de Matem¨¢ticas. Era la segunda y definitiva fase, para cuatro niveles desde 5? de Primaria a 2? de Bachillerato, para los alumnos preseleccionados en sus centros.

Para Diego, de 11 a?os y alumno del colegio p¨²blico Ciudad de Nejapa, era la segunda participaci¨®n. "S¨®lo he dejado una en blanco, la 19", contaba orgulloso a la salida del primer examen de la ma?ana, el de los alumnos de 5? y 6? de Primaria. "S¨ª, la 19 era bastante complicada...", asent¨ªa su compa?era Mar¨ªa. Dejar en blanco no estaba tan mal porque en la prueba, de 25 preguntas, se daban dos puntos para las no contestadas. "Es para que lo piensen bien y no respondan porque s¨ª", explicaba Joaqu¨ªn Hern¨¢ndez, uno de los organizadores. Y es que la intenci¨®n de los 13 profesores que forman la Asociaci¨®n Matem¨¢tica Concurso de Primavera es precisamente ¨¦sa: "Despertar la capacidad de ingenio, la l¨®gica". Por eso los problemas hu¨ªan de la mec¨¢nica y la memorizaci¨®n. No sirve con ponerse a estudiar 15 d¨ªas antes, dicen. Ni las calculadoras o reglas, prohibidas. S¨®lo papel y boli. "Te acostumbras a la calculadora y te cuesta hasta la cuenta m¨¢s tonta", confesaba Raquel tras la prueba de los de Bachillerato.Aunque algunos s¨ª que hab¨ªan estado entrenando. A Gerardo Guti¨¦rrez, que estaba "un poco nervioso" antes de la prueba de 3? y 4? de ESO, su profesora le hab¨ªa dejado un libro con problemas de otros a?os. As¨ª que llevaba varios d¨ªas ensayando en casa, con sus padres. "A veces nos picamos con los problemas, hasta discutimos", aseguraba.

Y es que los padres eran tambi¨¦n protagonistas en la Facultad. Acompa?ando hasta el aula, deseando suerte... y poni¨¦ndose enseguida a resolver los problemas a la salida de sus hijos. "La verdad es que no hace falta ayudarle con los deberes", dec¨ªa orgulloso el padre de Irene Perales, a la que le hab¨ªa parecido dif¨ªcil la prueba. "Mi asignatura favorita es las naturales, pero las matem¨¢ticas se me dan bien", contaba la ni?a, de 14 a?os. A Sarai, de 18, tambi¨¦n le hab¨ªa parecido complicada su prueba de Bachillerato. "Algunos problemas son dif¨ªciles... casi imposibles".

Las mates tampoco son lo preferido de Diego Trompeta, de 17, aunque ya era la segunda vez que participaba en el concurso. "Si tuvieran una aplicaci¨®n m¨¢s directa...", dec¨ªa al salir de la prueba. No cre¨ªa tener oportunidades de estar entre los 150 mejores, que recibir¨¢n un diploma. A los tres mejores de cada nivel se les dar¨¢ tambi¨¦n "un regalito". Ser¨¢ el pr¨®ximo mi¨¦rcoles, en el sal¨®n de actos de la Facultad, que se volver¨¢ a llenar de chavales y padres orgullosos.