La semana fant¨¢stica de Joan Margarit
El Nacional de Poes¨ªa cierra con poes¨ªa y jazz la fiesta de la cultura catalana
S¨®lo le ha faltado torear en Las Ventas. Joan Margarit (Sana¨¹ja, Lleida, 1938), ¨²ltimo premio Nacional de Poes¨ªa por Casa de misericordia ha vivido estos d¨ªas en Madrid una semana fant¨¢stica que se cierra hoy con el espect¨¢culo Palabra de jazz en el C¨ªrculo de Bellas Artes. All¨ª leer¨¢ poemas -en una improvisada sesi¨®n doble por el ¨¦xito de p¨²blico- junto a su colega Pere Rovira y acompa?ado por un tr¨ªo comandado por el saxofonista Perico Sambeat. Ser¨¢ el fin de una fiesta que, desde el lunes, ha llevado al escritor de la Residencia de Estudiantes a un encuentro con sus traductores de todo el mundo en el Instituto Cervantes y de all¨ª a una charla sobre sus lecturas en la Biblioteca Nacional y a la presentaci¨®n en la librer¨ªa Blanquerna -epicentro de la Semana de la Cultura Catalana en Madrid- de sus dos nuevos libros: el poemario Misteriosamente feliz (Proa/Visor) y el ensayo Nuevas cartas a un joven poeta (Proa/Barril&Barral).
"El poeta es el compositor; el poema, la partitura, y el lector, el int¨¦rprete"
"?Cansado? ?Pero si he tenido las ma?anas libres!", dice Margarit, que es un poeta raro: tiene miles de lectores. Aunque advierte que eso no es "ninguna garant¨ªa de calidad", considera al lector como una de las patas fundamentales del tr¨ªpode de la poes¨ªa: "El poeta es el compositor; el poema, la partitura; y el lector, el int¨¦rprete. Si falla alguno de los tres, al carajo". Por eso desconf¨ªa de los que dicen escribir para s¨ª mismos -"?Hay alguien tan rid¨ªculo como para tener sus libros en la mesita de noche"- y mantiene una fe ciega en la capacidad de "cualquiera" para entender un buen poema: "Si alguien lee un peri¨®dico puede leer un poema. Requiere un esfuerzo, nada es gratis. Los que dicen lo contrario, mienten. Eso es un invento elitista del Romanticismo y las vanguardias".
Defensor de una escritura pegada a la vida, la de Joan Margarit es clara, cruda y marcadamente autobiogr¨¢fica. "Pero lo que importa en un poema", matiza, "es justo lo que no es s¨®lo tuyo. Yo s¨¦ c¨®mo se siente un hombre de Bangkok que ha perdido una hija". ?l perdi¨® a la suya y escribi¨® un libro estremecedor, Joana (Hiperi¨®n, 2002), que le reafirm¨® en la capacidad consoladora de la poes¨ªa. Para el escritor y para el lector: "Decirle a un desconocido algo que necesita o¨ªr sin que supiera incluso que lo necesitaba. Eso es un poema".
Arquitecto de profesi¨®n -se ocupa de las obras de la Sagrada Familia- el escritor ilerdense dice haber aprendido como poeta tanto de Newton como de Rilke. En su opini¨®n, la poes¨ªa son "las ciencias exactas" de la literatura. Catedr¨¢tico de c¨¢lculo de estructuras, no le tiene miedo a la competencia de las nuevas tecnolog¨ªas: "?C¨®mo vamos a desconfiar de Internet si por transmisi¨®n oral han llegado hasta nosotros cosas como la Il¨ªada? Y eso que no hab¨ªa wi-fi". Cuando se le pregunta si la velocidad de los tiempos no es mala para la l¨ªrica, responde: "Lo fundamental sigue yendo a la misma velocidad. Ni el ejecutivo m¨¢s ejecutivo ha faltado a una cita de amor por falta de tiempo".
Palabra de jazz. Joan Margarit y Pere Rovira (poemas), Perico Sambeat (saxo alto y direcci¨®n musical), Xavier Monge (piano), Rai Ferrer (Contrabajo); Josep Ramon Jov¨¦ (direcci¨®n art¨ªstica). Hoy. C¨ªrculo de Bellas Artes. Sesiones a las 19.00 y 21.30.
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