Una muerte de m¨¢s
El fallecimiento del australiano Dajka pone en cuesti¨®n el sistema
Antes del funeral de Jobie Dajka, sus familiares insertaron un anuncio en un peri¨®dico: "Se ruega a los dirigentes de la Federaci¨®n Australiana de Ciclismo que no vayan, no son bienvenidos".
Jobie Dajka era una de esas piedras preciosas, un sprinter incre¨ªble, lleno de las cualidades que a todos les gusta admirar, que muri¨®, alcoh¨®lico y abandonado, solo, la noche de un s¨¢bado de abril en su casa de Adelaida. Su madre descubri¨® el cad¨¢ver, sentado en un sof¨¢, tres d¨ªas despu¨¦s de su muerte. Ten¨ªa 27 a?os y a los 20 hab¨ªa sido campe¨®n del mundo de keirin. Hace cinco era uno de los puntales del equipo australiano que se preparaba para los Juegos de Atenas 2004. Nunca lleg¨® a competir en Grecia. Unas semanas antes fue expulsado del equipo ol¨ªmpico por mentir durante una investigaci¨®n puesta en marcha tras el descubrimiento de varias jeringas con restos de Equigen (hormona de crecimiento para caballos) en la habitaci¨®n que ocupaba su amigo Mike French en la residencia de ciclistas de Adelaida. French dijo que ¨¦l no era el ¨²nico que se dopaba all¨ª; que otros, entre ellos Dajka, tambi¨¦n iba a pincharse a su cuarto. Dajka lo neg¨®, pero su ADN fue hallado en una jeringuilla.
La expulsi¨®n mat¨® a Dajka. Le sumi¨® en una depresi¨®n que le llev¨® al alcohol y la droga. El a?o siguiente, borracho, agredi¨® a su ex entrenador Martin Barras. Fue sancionado con tres a?os de suspensi¨®n.
Pedro Garc¨ªa, campe¨®n ol¨ªmpico y mundial de waterpolo, contaba que en la federaci¨®n espa?ola conoc¨ªan su adicci¨®n a la coca ya en 1992, pero que le permitieron seguir siempre que tuviera cuidado de no dar positivo en ning¨²n control. S¨®lo once a?os despu¨¦s, ya al borde de la locura, ingres¨® en una cl¨ªnica de rehabilitaci¨®n.
Tras la muerte de Dajka, las autoridades australianas recordaron que tienen un programa de ayuda a deportistas con problemas y que se hab¨ªan puesto a disposici¨®n del ciclista. Un m¨¦dico que trabaj¨® en el Instituto Australiano del Deporte da otra visi¨®n. "El programa ha sido hist¨®ricamente una basura", dice; "hubo un corredor que en una evaluaci¨®n dijo que estaba deprimido, al borde del suicidio. Se inform¨® a sus entrenadores, que no hicieron nada. No era un ciclista del mont¨®n, sino campe¨®n del mundo de persecuci¨®n, pero al a?o siguiente dej¨® el deporte".
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