Alerta sin histeria

La aparici¨®n de ocho posibles casos de gripe porcina en Espa?a en viajeros procedentes de M¨¦xico ha desatado una inquietud l¨®gica entre las autoridades y entre los ciudadanos. El virus de la gripe porcina ha causado 81 muertos en M¨¦xico, donde hay m¨¢s de 1.300 afectados y parece que ha provocado un peque?o n¨²mero de casos en Estados Unidos, Nueva Zelanda, Canad¨¢, Israel y Francia, entre otros. No conviene minimizar la hip¨®tesis de una posible pandemia. La Organizaci¨®n Mundial de la Salud (OMS) ha dado el primer paso al calificar de "muy grave" el brote v¨ªrico en M¨¦xico y EE UU por su potencial capacidad de extensi¨®n a otras zonas del mundo. El riesgo de pandemia se multiplica por la densa y fluida red de comunicaciones que puede transportar el virus a cualquier parte del mundo.

Pero, como en los casos bien recientes de riesgo provocados por el virus H5N1 de la gripe aviar o del s¨ªndrome respiratorio agudo (SARS) procedente de Asia, la conciencia del peligro no debe ser motivo para reacciones hist¨¦ricas o desproporcionadas; m¨¢s bien debe incitar a la prudencia. En las situaciones de riesgo para la salud de la poblaci¨®n la gesti¨®n m¨¢s delicada consiste en hacer posible que el m¨¢ximo de garant¨ªas para los ciudadanos, que implica un n¨²mero elevado de controles excepcionales, sea compatible con mantener la tranquilidad, la calma y la sensaci¨®n de que las autoridades dominan la situaci¨®n. Y esa calma depende en parte de que los responsables pol¨ªticos no den s¨ªntomas de nerviosismo y convenzan a la poblaci¨®n de que existen recursos sanitarios p¨²blicos suficientes para afrontar con ¨¦xito los riesgos de la enfermedad.

En este brote de gripe porcina hay que mencionar dos circunstancias que, de momento, infunden tranquilidad. Las autoridades mexicanas se han decidido a actuar con rapidez y contundencia y sus disposiciones de aislamiento y paralizaci¨®n de actividades que facilitan el contagio pueden tener ¨¦xito en limitar la extensi¨®n del contagio. Adem¨¢s, las ramificaciones fuera de M¨¦xico son d¨¦biles. En el caso de Espa?a hay ocho casos en v¨ªas de confirmaci¨®n, convenientemente aislados, que reaccionan bien a los antivirales. EE UU y Nueva Zelanda, con una veintena, son los que presentan un mayor n¨²mero de posibles contagios procedentes de M¨¦xico.

La gu¨ªa pol¨ªtica en casos de riesgo es sencilla, y debe respetarse casi a rajatabla. El primer criterio es que la OMS establezca nuevas alertas de gravedad o extensi¨®n de la gripe, en cuyo caso, y s¨®lo en ¨¦l, ser¨ªa necesario tomar medidas m¨¢s dr¨¢sticas, como la limitaci¨®n o la supresi¨®n de vuelos. Es necesario, adem¨¢s, que los casos posibles de gripe porcina, manifiestos en los s¨ªntomas, sean tratados de forma aislada, separados del resto de los pacientes. Y, por supuesto, el Gobierno tiene que mantener un contacto organizado con las comunidades aut¨®nomas. Una gesti¨®n ordenada de estos protocolos basta para garantizar la salud de los ciudadanos y evitar el riesgo de histeria.