Los trajes de Camps

El presidente de la Generalitat Valenciana sigue a su pesar estando en el punto de mira de todo el mundo. En esta ocasi¨®n porque han salido a la luz p¨²blica unas conversaciones telef¨®nicas sobre regalos en las que -al parecer- resulta implicado. Tiempo le ha faltado al ilustre pol¨ªtico auton¨®mico para, haciendo un alto en su camino, desmentirlas y calificarlas lisa y llanamente de montaje.

Con la amabilidad que le caracteriza y con una sonrisa de oreja a oreja, ha respondido sol¨ªcito a cuantos le preguntaban que tiene la conciencia muy limpia, as¨ª como que ya ha terminado por acostumbrarse a este tipo de ataques hacia su persona. El l¨ªder del partido de la oposici¨®n, por su parte, no ha dudado ni un segundo en respaldarle nuevamente, dada la estrecha amistad que con ¨¦l mantiene, mostr¨¢ndole claramente su absoluta confianza y su incondicional apoyo, a la vez que ha asegurado con sorna que se trata de un insulto a la inteligencia pensar que alguien pueda venderse por tres trajes, que dicho sea de paso le sientan impecablemente.

Confiemos en que este ya prolongado conflicto deje de estar en el ojo del hurac¨¢n y que la justicia -de una vez por todas- pueda ejercer su labor libremente, m¨¢s pronto que tarde.