Terry siempre est¨¢
Compa?eros y rivales alaban la decisi¨®n, la fortaleza y el liderazgo del capit¨¢n del Chelsea
"En el t¨²nel, camino del campo, escuchas los gritos 'fuck off, come on!' ('?a tomar por culo, vamos!'). Entonces sabes que el partido ha empezado y que juegas contra John Terry", explica un veterano futbolista espa?ol de la Premier. "Jiti es al Chelsea lo que Puyol al Bar?a, un ejemplo, un capit¨¢n de verdad. Alguien que no baja de intensidad ni un solo minuto en ninguno de los cientos de entrenamientos del a?o", cuenta el island¨¦s Gudjohnsen, que le conoce bien de su paso por Stamford Bridge. "Vivo a cinco minutos de Olbhan onde trabajamos", asiente el central: "El entrenamiento empieza a las diez de la ma?ana y salgo a las ocho de casa. Disfruto, me gusta". Frank Lampard, su compa?ero en el Chelsea, le define: "Es un hombre entre los hombres". Y Jos¨¦ Mourinho, ahora t¨¦cnico del Inter, asegura: "Es el mejor central del mundo".
"No baja de intensidad ni un minuto en los entrenamientos", cuenta Gudjohnsen
Nacido el 7 de diciembre de 1980 en el East London, Terry lleg¨® al Chelsea a los 14 a?os, como mediocentro y al primer equipo en 1988 de la mano de Gianluca Vialli. Le acogi¨® Dennis Wise, emblem¨¢tico capit¨¢n de aquel grupo, bajo su ala protectora y le educaron Desailly y Lebouf, de quienes aprendi¨® la salida del bal¨®n. "Le pulieron. Cuando lleg¨®, le pon¨ªas una pared delante, le ped¨ªas que por el bien del equipo se pegara contra ella y... se pegaba", recuerda Albert Ferrer, que le conoci¨® tan pronto asom¨® la cabeza por Obhan, donde el capit¨¢n del Chelsea vive con su esposa y sus dos gemelos. Terry tard¨® muy poco en convertirse en el jefe del vestuario porque, adem¨¢s de ser ya extremadamente profesional, "era muy divertido, con el t¨ªpico humor ingl¨¦s, muy fino". "A veces hace chistes tan malos que te r¨ªes a la fuerza, pero de ¨¦l", delata Gudjohnsen, que recuerda con agrado los d¨ªas que pas¨® en su casa, donde se disputaban interminables competiciones de playstation, de dardos o de billar. "?l organizaba los torneos. Se encargaba de la comida y de todos los detalles", cuenta Gudjohnsen. Tras una breve cesi¨®n al Nottingham, Terry s¨®lo tard¨® dos a?os en recoger el brazalete de Wise y ser escogido por la afici¨®n como el mejor del a?o. Siendo un futbolista muy fuerte, no se le recuerda una patada a destiempo y, aunque juega al l¨ªmite del reglamento, en el campo es antes noble que marrullero. "Cuando chocas con ¨¦l es como si te atropellara un tren", dijo Fernando Torres, "pero es noble".
Terry no es r¨¢pido, pero, seg¨²n M¨¢rquez, "es muy valiente y tiene un gran juego de posici¨®n". "Con los pies es mucho mejor de lo que parece", advierte Gudjohnsen. Piqu¨¦ le da la raz¨®n: "Terry es diestro, pero lleva tanto tiempo jugando de central zurdo que golpea en largo con el pie izquierdo de f¨¢bula, en busca casi siempre de Drogba". "Asumi¨® responsabilidades desde el primer d¨ªa", destaca Ferrer. "Es muy honrado. Nunca dejar¨ªa tirado a un compa?ero en el campo", apunta Gudy.
Las estad¨ªsticas defensivas de Terry en Inglaterra dicen que, cuando ¨¦l juega -lleva 268 partidos-, remata poco m¨¢s de cuatro ocasiones a porter¨ªa y el Chelsea recibe una media de 0,74 goles. Tiene adem¨¢s un don en el juego a¨¦reo, como demuestra que nueve de los 17 goles que ha marcado en la Premier los ha conseguido de cabeza.
"Un remate suyo nos ech¨® de Europa hace cuatro a?os. A Terry le hemos sufrido muchas veces", record¨® ayer Xavi Hern¨¢ndez; "para m¨ª, es uno de los mejores centrales del mundo, pero espero que el Chelsea acuse las bajas de Cole y Carvalho y ¨¦l no pueda con todo".
A Terry le perseguir¨¢ toda la vida el quinto lanzamiento de la tanda de penaltis en Mosc¨², en la final de la pasada Champions, contra el Manchester United, tras resbalarse. La pelota impact¨® en el poste derecho de la porter¨ªa de Van der Sar y neg¨® el triunfo al Chelsea porque oblig¨® a una segunda tanda resuelta a favor del United. Pocos se acuerdan de que antes, en el minuto 10 de la pr¨®rroga, Terry alarg¨® el cuello de manera inveros¨ªmil, a contrapi¨¦, y meti¨® la cabeza para evitar que un remate de Giggs a puerta vac¨ªa se convirtiera en gol. Sus l¨¢grimas se mezclaron con la lluvia sobre el c¨¦sped del estadio Luzniky aquella noche. D¨ªas despu¨¦s, pidi¨® disculpas a sus aficionados. "Os pido perd¨®n. Ese fallo me acompa?ara siempre", les dijo. "Si alguien es suficientemente fuerte de car¨¢cter para superar un golpe an¨ªmico as¨ª es ¨¦l", resalta Gudjohnsen, que recuerda que "el ¨²ltimo penalti, aquella noche, lo fall¨® Anelka no Jiti".
Terry vuelve hoy al Camp Nou. "Es en este tipo de partidos cuando Jiti aparece", escribi¨® el pasado s¨¢bado Mourinho. "Si el equipo le necesita, ¨¦l est¨¢", avisa Gudy, que hoy, cuando escuche gritar "fuck off, come on!", sabr¨¢ que juega el Chelsea. O sea, que juega Terry.
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