Muere el holand¨¦s que atent¨® contra la familia real
Karst Tates, de 38 a?os, hab¨ªa perdido su casa y su empleo como guarda jurado
![Isabel Ferrer](https://imagenes.elpais.com/resizer/v2/https%3A%2F%2Fs3.amazonaws.com%2Farc-authors%2Fprisa%2F8b95639c-d8ad-4697-89e7-0a8b128cb4e1.png?auth=2ab4e65ae234b6368ea105ef1c40df093c1068ef274989c980910cd81cb9140c&width=100&height=100&smart=true)
Parece casi una frase de novela negra, pero lo primero, y lo ¨²ltimo, que millones de holandeses han podido ver de Karst Tates, el compatriota de 38 a?os que el pasado jueves se lanz¨® al volante de su coche contra la familia real, fue su rostro ensangrentado y sin expresi¨®n. Fallecido ayer de sus heridas sin haber explicado las razones de un asalto que suma ya otros seis muertos -el ¨²ltimo, un polic¨ªa militar que iba de paisano- los detalles sobre su vida empiezan a emerger. Y lo que componen es el retrato de un hombre en horas bajas, reci¨¦n despedido de la empresa de seguridad donde trabajaba y sin techo. Viv¨ªa de alquiler, y el mismo D¨ªa de la Reina, la fiesta nacional en la que arroll¨® a los parroquianos que contemplaban el desfile en la ciudad de Apeldoorn, llegaba un nuevo inquilino a su piso.
Hasta el momento hay seis v¨ªctimas mortales en el ataque
De momento, las fichas de su rompecabezas vital parecen anodinas de tan discretas. No se le conoce familia, aunque un vecino cree recordar que tuvo hijos con una pareja. Se comenta que su padre era un funcionario municipal. Que ¨¦l estudiaba de d¨ªa y trabajaba por la noche. Pero ni los clientes del caf¨¦ que frecuentaba recuerdan alg¨²n detalle revelador. "Era un hombre tranquilo con las patillas bien rasuradas", es lo m¨¢s ¨ªntimo que se ha podido saber.
Sin embargo, su ¨²ltima carrera hacia la nada puede haber cambiado para siempre la se?a de identidad m¨¢s querida de los holandeses. Es el convencimiento, algo ingenuo tal vez, de que en su tierra hasta la reina Beatriz pod¨ªa compartir una fiesta en la calle sin temer por su seguridad. A tenor de los comentarios efectuados desde el jueves por pol¨ªticos nacionales y autoridades locales, la imagen de los primeros ministros holandeses tom¨¢ndose un arenque frente al Parlamento, en La Haya, o la de sus ministros yendo en bici al despacho, ya no tranquiliza. De golpe, tampoco sirve para acercar a los poderosos al resto de la poblaci¨®n. Cuando todo el pa¨ªs vio una decena de cuerpos ensangrentados embestidos por el coche de Tates, se quebr¨® otra de las reservas de inocencia de la tierra del consenso y la tolerancia.
"La soberana y los pr¨ªncipes herederos, Willem Alexander y M¨¢xima, acudir¨¢n el 4 de mayo a la plaza del Dam, en Amsterdam, al D¨ªa de los Ca¨ªdos en la II Guerra Mundial. El programa se mantiene intacto. Desde luego que las medidas de seguridad ser¨¢n analizadas a fondo", aseguraban ayer en el Servicio de Informaci¨®n del Estado. La cita del pr¨®ximo lunes es la otra salida se?alada de la casa real holandesa, los Orange, que unifica a la ciudadan¨ªa en el recuerdo a sus muertos. "Arrollar as¨ª con el auto a la gente ha sido una locura aislada, pero est¨¢ claro que la seguridad en torno a la familia real es cada vez m¨¢s relevante. Espero que no vayamos a perder una fiesta ¨²nica por el error de un exaltado", ha dicho Michiel Zonnevylle, presidente de la Federaci¨®n de Asociaciones de los Orange.
Poco antes del asalto de Tates, el propio Zonnevylle preguntaba si no era tiempo de reducir el n¨²mero de parientes que acompa?aban a Beatriz de Holanda. "Las medidas de protecci¨®n son hoy distintas, y m¨¢s costosas, que en los a?os ochenta. Y la familia real suma 45 miembros de tres generaciones, cuando los m¨¢s importantes son sus hijos y nietos", dijo. Desde todo el arco pol¨ªtico se oyeron comentarios similares.
"En democracia, incluso en una dictadura, es ilusorio pensar que la seguridad est¨¢ garantizada", afirm¨® Alexander Pechtold, l¨ªder de los liberales de izquierda. "En Estados Unidos taponan las calles con bloques de cemento, y no s¨®lo con vallas met¨¢licas, para actos de esta clase. Hay diferencia, pero no me quiero anticipar a las pesquisas", remach¨® Jo?l Voordewind, del partido calvinista.
A la espera del resultado de las investigaciones, la atenci¨®n se concentra en los heridos. Dos de los ocho que siguen hospitalizados son ni?os. Una mujer se encontraba en estado cr¨ªtico.
![El conductor suicida Karst Tates yace tras lanzar su veh¨ªculo contra la familia real de Holanda.](https://imagenes.elpais.com/resizer/v2/VEXIBFJTU7P43XI54UCPBGVIWA.jpg?auth=a6836b1a303e29b9e58310f8b989fde030228e463fcb674bd3a570a968efed9c&width=414)
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