Bin Laden resiste
La CIA cree que el emir de Al Qaeda, de 52 a?os, se oculta en las monta?as de Pakist¨¢n
Vive Osama Bin Laden? El hombre que anunci¨® al mundo que el terrorista saud¨ª hab¨ªa sobrevivido a la invasi¨®n de Afganist¨¢n por Estados Unidos, en 2001, ya no puede responder a esta pregunta. Abu Laith al Libi muri¨® el pasado febrero bajo una lluvia de misiles que arras¨® como una tormenta de fuego una aldea en la regi¨®n tribal de Wazirist¨¢n Norte, frontera entre Afganist¨¢n y Pakist¨¢n, el nuevo feudo de las huestes de Al Qaeda y posible refugio del hombre m¨¢s buscado del planeta.
El veterano yihadista, escudero de Osama Bin Laden y dirigente del Grupo Guerrillero Isl¨¢mico Libio, un movimiento asociado a Al Qaeda, salt¨® a la fama por el v¨ªdeo en el que comunic¨® que su emir segu¨ªa vivo; que miles de soldados norteamericanos y brit¨¢nicos desplegados por un pa¨ªs primitivo no hab¨ªan logrado localizarlo con sus sat¨¦lites y aviones Predator; que el Ej¨¦rcito m¨¢s poderoso del mundo no era capaz de encontrar a un barbudo que a lomos de un burro hu¨ªa con su cohorte hacia las cuevas de Tora Bora.
Expertos en imagen y voz validan los v¨ªdeos en los que amenaza a Occidente y se exhibe como propagandista
Es un asceta. Oculto en aldeas tribales, se alimenta de verduras, yogur, sopa y pan afgano. No come carne
"Cuando entramos en Kabul est¨¢bamos convencidos de que varios meses despu¨¦s, lo que nos costara subir a las monta?as de Tora Bora, caer¨ªa en nuestras garras, pero nos equivocamos otra vez. Minusvaloramos a un tipo que golpe¨® en el coraz¨®n de nuestro pa¨ªs porque no le prestamos antes la atenci¨®n debida", se lamenta un agente de la CIA, destacado entonces en el consulado de EE UU en Karachi (Pakist¨¢n), trasladado despu¨¦s a Europa y hoy operativo en Irak. Una prueba de la ceguera de los servicios de inteligencia norteamericanos la ofrece un dato simple y rotundo: el nombre de Bin Laden no apareci¨® publicado en The New York Times hasta 1994. Se le describ¨ªa como un financiero que apoyaba a grupos islamistas. El atentado contra el World Trade Center en Nueva York hab¨ªa sido meses antes.
Ocho a?os despu¨¦s de la invasi¨®n de Afganist¨¢n por Estados Unidos, la muerte del yihadista libio en su refugio de Wazirist¨¢n Norte la anunci¨® una web islamista -ahora hay m¨¢s de 5.000 en la Red- y todav¨ªa se especula con la suerte de Bin Laden, el rico financiero saud¨ª que en los a?os ochenta emple¨® su fortuna en ayudar a los talibanes a expulsar a los sovi¨¦ticos de Afganist¨¢n, el samaritano que visitaba los hospitales para recitar el Cor¨¢n a los yihadistas heridos, regalarles caramelos y apuntar la direcci¨®n de sus familias para enviarles un donativo an¨®nimo. Ahora, Asif Al¨ª Zardari, presidente de Pakist¨¢n, el epicentro del yihadismo mundial, apunta que "quiz¨¢ Bin Laden ha muerto", pero reconoce que el temible ISI, servicio de inteligencia paquistan¨ª, carece de pruebas. EE UU lo niega y su fotograf¨ªa continua en la lista de los terroristas m¨¢s buscados. Se ofrece una recompensa de 50 millones de d¨®lares (37.512.000 euros) al que aporte indicios que conduzcan a su madriguera. El pasado 10 de marzo Bin Laden cumpli¨® 52 a?os.
Desde que el libio Abu Laith al Libi acredit¨® que Bin Laden hab¨ªa sobrevivido a los bombardeos en su refugio monta?oso de Tora Bora, a unos 50 kil¨®metros al sur de Jalababad, el dirigente de Al Qaeda ha ofrecido pruebas de estar vivo, un rosario de v¨ªdeos y grabaciones emitidas por la cadena Al Yazira, que se ha convertido en su plataforma preferida para saciar una de sus obsesiones: internacionalizar la yihad. La ¨²ltima puesta en escena de El Director, uno de los apodos de sus fieles, fue el pasado 15 de marzo en una grabaci¨®n sonora en la que acus¨® a los pa¨ªses ¨¢rabes "moderados" de conspirar contra la naci¨®n musulmana. El 14 de enero, el saud¨ª apareci¨® en un v¨ªdeo atacando a Israel por la ofensiva en Gaza.
Todos los v¨ªdeos de Bin Laden, incluyendo el emitido en 2003 en el que cit¨® a Espa?a como objetivo, un anuncio macabro de la matanza en Atocha, han sido validados por expertos en imagen y voz de la comunidad de inteligencia norteamericana. "No hay dudas sobre su autenticidad. Los informes que recibimos de los servicios amigos indican que est¨¢ vivo, pero aislado de su gente", asegura un responsable antiterrorista espa?ol. Hace s¨®lo cinco meses, Michael Hayden, entonces director de la CIA, asegur¨® a los miembros del Consejo Atl¨¢ntico de EE UU que Bin Laden vive y que se oculta en una zona no identificada de la monta?osa frontera entre Afganist¨¢n y Pakist¨¢n. "Parece estar muy aislado de las operaciones del d¨ªa a d¨ªa de la red de la que est¨¢ a cargo", dijo Hayden. El responsable de la CIA revel¨® que Bin Laden dedica su esfuerzo a sobrevivir y estrechar alianzas con grupos en el norte de ?frica para atacar en Europa.
El Grupo Salafista para la Predicaci¨®n y el Combate se ha convertido en su aliado en esta zona y amenaza con golpear a pa¨ªses como Francia y Espa?a. Bin Laden lo financi¨®, prest¨® sus campos de entrenamiento en Afganist¨¢n y sus militantes son ahora su caballo de Troya en Europa. Ellos facilitaron otra prueba m¨¢s de que el emir vive cuando aseguraron en un comunicado que Bin Laden les hab¨ªa autorizado a rebautizarse como Al Qaeda en el Magreb. "Anhel¨¢bamos hacerlo desde el primer d¨ªa en que nos unimos, pero hemos consultado al jeque Osama Bin Laden, quien transmiti¨® su orden y decisi¨®n", se?alaron en un comunicado. "Est¨¢ vivo, la CIA no lo encuentra en el ¨¢rea tribal porque no tiene gente que hable past¨²n", asegura el profesor Rohan Gunaratna desde su domicilio en Singapur.
Bin Laden es un asceta que huy¨® de la decadente riqueza de su familia como de la peste. Se alimenta de verduras, yogur, sopa, pan afgano y no prueba la carne, seg¨²n han relatado varios ex yihadistas, y dedica horas a la lectura y meditaci¨®n. Lleva m¨¢s de una d¨¦cada viviendo en aldeas tribales lejos de la civilizaci¨®n. El complejo subterr¨¢neo de Tora Bora donde se refugi¨® tras los ataques del 11-S en 2001, construido con dinero saud¨ª y bajo auspicio de los servicios secretos paquistan¨ªes, contaba con hospital, mezquita, enfermer¨ªa, sala de comunicaciones, biblioteca y dormitorios. Una ciudad secreta similar al complejo de Yayi, cerca de la ciudad paquistan¨ª de Parachinar, donde ge¨®grafos de la universidad norteamericana de UCLA creen se refugia el hombre que mantiene en vilo a los esp¨ªas de todo el planeta. -
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