Tr¨¢fico de ¨®rganos. Un negocio oscuro y atroz
Tres d¨ªas a la semana, durante cuatro horas, Xavier Mart¨ªn tiene que conectarse a una m¨¢quina para limpiar su sangre. Sus ri?ones no pueden hacerlo. Tiene 54 a?os y lleva 26 sometido a di¨¢lisis. Ha pasado por dos trasplantes. Y por dos decepcionantes rechazos. A estas alturas, su sistema inmunitario se ha vuelto demasiado sabio. Ataca cualquier ¨®rgano intruso. S¨®lo se le podr¨ªa enga?ar ingresando a Mart¨ªn para anular todas sus defensas (plasmaf¨¦resis) y sincronizando el trasplante con un donante vivo compatible. Pero este barcelon¨¦s no tiene donante vivo. M¨¢s bien, no quiere jug¨¢rsela. "Mis dos hermanos se han ofrecido, pero el riesgo de rechazo es tan grande que podr¨ªan quedarse sin ri?¨®n para nada. Y yo, la verdad, no podr¨ªa soportarlo". Ah¨ª sigue, mientras la di¨¢lisis erosiona su cuerpo, con tumores peri¨®dicos, problemas de tiroides, artritis y mareos.
De los 2.000 ri?ones que se trasplantan al a?o en Pakist¨¢n, dos terceras partes tienen destinatarios extranjeros
El ri?¨®n es el ¨®rgano m¨¢s vendido. Tambi¨¦n, porciones de h¨ªgado, corazones y pulmones en pa¨ªses como China
Rafael Matesanz: "Si se puede vender, ?qui¨¦n va a convencer a la gente de que donar es un acto altruista?"
mart¨ªn hab¨ªa o¨ªdo hablar del turismo de trasplantes. En Internet todo fue muy f¨¢cil. Inmediatamente, encontr¨® la web de un hospital en Lahore (Pakist¨¢n): www.aadilhospital.com. Contact¨® con ellos por e-mail. Le respondieron r¨¢pidamente con toda la informaci¨®n: viaje en primera, recogida en el aeropuerto, intervenci¨®n y posoperatorio, todo incluido. Precio total: 15.000 d¨®lares. Un viaje organizado para salvar la vida. Para preparar la intervenci¨®n y encontrarle un donante vivo compatible le pidieron que enviase su historial. Cuando lo solicit¨® a sus m¨¦dicos del hospital Cl¨ªnic de Barcelona, ellos le pidieron que no fuese. Y le convencieron: "Muchos pacientes vuelven con un ri?¨®n, ciertamente, pero tambi¨¦n con otras enfermedades".
De los 2.000 ri?ones que se trasplantan al a?o en Pakist¨¢n, dos terceras partes tienen destinatarios extranjeros. Provienen de campesinos que viven en condiciones de insalubridad y pobreza extremas. Ganan sueldos de miseria: una media de 15 d¨®lares al mes. Se ven obligados a pedir anticipos a sus terratenientes. Acaban adquiriendo deudas de tal magnitud, que se heredan de padres a hijos. Son esclavos del siglo XXI. Su ¨²nico capital es su fuerza de trabajo y su cuerpo. En algunos pueblos del Punjab, una regi¨®n medio india, medio pakistan¨ª, casi todos sus habitantes han vendido un ri?¨®n. A veces, incluso, presionados por sus deudores. Y lo m¨¢s triste es que su situaci¨®n no mejora. Lo que ganan, apenas les da para saldar su deuda. Y las secuelas merman su salud hasta el punto de que algunos se ven impedidos para trabajar. Ning¨²n m¨¦dico sigue su recuperaci¨®n, como deber¨ªa ocurrir con cualquier donante vivo en un pa¨ªs rico. Por un ri?¨®n reciben unos 1.700 d¨®lares. De esa cantidad, los intermediarios les descuentan los gastos por viaje y su estancia en el hospital. Como m¨¢ximo acaban recibiendo unos 1.300 d¨®lares. La persona trasplantada con ese mismo ri?¨®n paga al hospital entre 10.000 y 15.000 d¨®lares. Adem¨¢s de continuar sumidos en la pobreza, muchos de estos campesinos ya no pueden volver a trabajar como antes porque su salud ha quedado tocada.
el comercio de ¨®rganos y deseos se aprovecha del vac¨ªo legal en los pa¨ªses m¨¢s pobres de ?frica, Asia y Am¨¦rica Latina, donde no es dif¨ªcil encontrar a personas que han vendido su ri?¨®n por un pu?ado de d¨®lares. En general, los ¨®rganos fluyen de Norte a Sur. Mientras que en los pa¨ªses ricos la donaci¨®n se considera un gesto m¨¢ximo de generosidad y altruismo necesario para el bienestar social, en los m¨¢s pobres el tr¨¢fico la ha convertido en un acto desesperado. Vender una parte del cuerpo para sobrevivir. Nancy Scheper-Hughes, miembro de Organs Watch, un grupo de investigaci¨®n independiente de la Universidad de Berkeley (California), explica en un art¨ªculo de The Lancet que en el mercado global se paga por un ri?¨®n indio o africano 1.000 d¨®lares; en Filipinas, 1.300; en Moldavia o en Rumania, 2.700 d¨®lares. Un ri?¨®n turco o peruano cuesta unos 10.000 d¨®lares. En el hospital donde finalmente se realiza el trasplante, los pacientes-turistas de trasplantes acaban pagando entre 10 y 20 veces por encima de estos valores.
Una de las leyendas urbanas m¨¢s populares es la de un conocido de un conocido que viaja a alg¨²n pa¨ªs lejano, conoce a una chica, o se va con unos desconocidos de juerga, y al d¨ªa siguiente amanece sin un ri?¨®n. "Mentira, nunca se ha registrado ning¨²n caso", asegura Rafael Matesanz, presidente de la Organizaci¨®n Nacional de Trasplantes (ONT). ?Para qu¨¦ complicarse la vida raptando a un extranjero, del que adem¨¢s no se tiene un perfil de compatibilidad, cuando en los pa¨ªses donde se desarrolla la compraventa de ¨®rganos los traficantes (llamados brokers) consiguen personas que viven en la m¨¢s absoluta miseria y forman parte de listados con perfiles de compatibilidad?
"¨¦ste es un negocio de intermediarios", afirma Luc Noel, responsable de las cuestiones relativas a los trasplantes de la Organizaci¨®n Mundial de la Salud (OMS). Ellos, los intermediarios, cuentan con tent¨¢culos por todo el mundo. Para los que necesitan vender, su existencia no es m¨¢s que un secreto a voces. Se encuentran en caf¨¦s, escuelas, centros sociales. Han detenido a miembros de bandas que llevan a donantes de Brasil hasta hospitales de Sur¨¢frica; de la Rep¨²blica de Moldavia hasta centros de Turqu¨ªa. En algunos pa¨ªses, se trata de una salida econ¨®mica tan enquistada, que incluso aparecen anuncios en prensa o en televisi¨®n. As¨ª ocurre en Egipto y en Per¨². Se propone que vayan directamente al hospital a quienes quieran vender su ri?¨®n. Hospitales como el de Aadil, en Pakist¨¢n, cuentan con amplios cat¨¢logos con datos y perfiles de donantes para sus clientes ricos.
Los usuarios del turismo de trasplantes proceden de todo el mundo. "Mientras haya oferta habr¨¢ demanda", lamenta Luc Noel. Desde su despacho de la OMS en Ginebra dirige los esfuerzos internacionales para erradicar el comercio de ¨®rganos. Muchas veces, el trasplante es la ¨²nica alternativa a la vida. Adem¨¢s, las supervivencias ya alcanzan los 45 a?os para el de ri?¨®n, 38 para el de h¨ªgado y 29 el de coraz¨®n. Pero este ¨¦xito ha creado sus propios demonios: la diferencia entre las posibilidades te¨®ricas y la escasa disponibilidad de ¨®rganos.
Comprar un ¨®rgano cuando en el propio pa¨ªs no llega es un pasaporte a la vida. No es extra?o que los mejores clientes para el turismo de trasplantes sean pacientes que proceden de pa¨ªses con una mayor dificultad para encontrar donantes. Israel es, con diferencia, el principal cliente de este negocio oscuro y atroz. "Es un pa¨ªs con poder adquisitivo y sin donaci¨®n de cad¨¢ver", explica Rafael Matesanz, de la ONT. Algunos rabinos se oponen a la donaci¨®n. Las agencias de seguros sufragan las operaciones en el extranjero.
En Europa, Espa?a tiene la tasa m¨¢s alta de donaciones, con 34 por mill¨®n de habitantes. Aun as¨ª, unas 4.000 personas est¨¢n en lista de espera para un ri?¨®n. Entre el 3% y el 5% mueren sin haber recibido el ¨®rgano esperado. "El tiempo medio de espera est¨¢ entre dos y tres a?os. Los que tienen m¨¢s dificultades para encontrar donante son quienes rondan los 40 a?os, sobre todo desde que fallecen menos personas en accidentes de tr¨¢fico. Son a?os en que la salud se altera, supone un desgaste. Ante un tiempo de espera largo y el deterioro, el paciente se inquieta mucho porque, adem¨¢s, se dificultan sus relaciones con la familia y su actividad laboral", argumenta Luis Guirado, nefr¨®logo de la Fundaci¨®n Puigvert, en Barcelona. Recientemente se han detectado anuncios en Internet de espa?oles que ofrec¨ªan ri?ones a cambio de dinero, entre 15.000 y 100.000 euros, en ciudades como Madrid, Castell¨®n, M¨¢laga o Sevilla. Desde la ONT, Matesanz insiste en que la legislaci¨®n espa?ola proh¨ªbe esta compraventa, e incluso la petici¨®n p¨²blica. "Y aunque ambas no est¨¢n tipificadas en el C¨®digo Penal, interviene la Brigada de Delitos Telem¨¢ticos de la Guardia Civil".
llegar al cliente-paciente resulta cada vez m¨¢s f¨¢cil. "Como consecuencia de la escasez mundial de ¨®rganos y las facilidades de Internet, el tr¨¢fico y el turismo de trasplantes se ha convertido en un problema global", advierte un editorial de julio pasado en la revista The Lancet. En Internet se encuentra, por ejemplo, la web de James Cohan, un broker estadounidense. Al llamar al tel¨¦fono que consta en la p¨¢gina, responde ¨¦l mismo. No se describe como broker, sino como coordinador internacional de trasplantes. Sin cortapisas, reconoce que desde su oficina de Los ?ngeles organiza viajes para realizar estas operaciones en el extranjero con unos 15 pa¨ªses, s¨®lo con grandes hospitales. "Tienen listas de donantes", explica. Su web anuncia una ¨²nica tarifa: un trasplante de ri?¨®n cuesta unos 125.000 d¨®lares; el de pulm¨®n, h¨ªgado o coraz¨®n, unos 250.000. Cohan no sabe de d¨®nde proceden los donantes vivos. Dice que no es asunto suyo. ?Cree que es inmoral un negocio basado en pobres que necesitan vender una parte de su cuerpo por dinero y gente rica dispuesta a pagar por ella? "Todos vendemos cada d¨ªa parte de nuestras vidas trabajando durante horas. Quienes hacen las leyes en contra es porque no han tenido experiencias de primera mano con trasplantes", responde Cohan.
Las redes internacionales son escurridizas. "En los a?os noventa, cuando los tratamientos antirrechazo mejoraron sustancialmente, empezaron a detectarse los primeros casos de turismo de trasplantes en la India", ilustra el experto Rafael Matesanz. "Cuando la ley se endureci¨® en la India, Irak pas¨® a ser el principal destino, sobre todo para pacientes que proced¨ªan de Israel. Pero desde la primera Guerra del Golfo, Pakist¨¢n se convirti¨® en el n¨²mero uno".
El 10% de los trasplantes del mundo se practican con ¨®rganos procedentes del comercio ilegal, seg¨²n datos de la OMS. Los pa¨ªses pobres como Pakist¨¢n, India, Filipinas, China, Egipto, Rumania, Moldavia, Per¨², Ecuador y Colombia facilitan ¨®rganos a enfermos de pa¨ªses ricos. Presos pol¨ªticos, personas que viven en la m¨¢s extrema pobreza o refugiados pol¨ªticos son explotados como la mayor fuente de ¨®rganos para pacientes-turistas. El ri?¨®n es el m¨¢s vendido. Tambi¨¦n, porciones de h¨ªgado, corazones y pulmones en los pa¨ªses donde se comercia con ¨®rganos de cad¨¢veres, como ocurre en China. "El mercado de ¨®rganos s¨®lo beneficia a la gente rica", afirma Luc Noel. En su agenda, una cita para mayo: la asamblea general de la OMS, que someter¨¢ a votaci¨®n una resoluci¨®n para regir la lucha global contra el turismo de trasplantes. "Necesitamos la colaboraci¨®n de los profesionales, de los Gobiernos, de las sociedades cient¨ªficas".
durante la cumbre internacional sobre turismo de trasplantes y tr¨¢fico de ¨®rganos, convocada en 2008 por la Sociedad Internacional de Trasplantes y la Sociedad Internacional de Nefrolog¨ªa, 152 representantes de instituciones p¨²blicas y organismos m¨¦dicos y cient¨ªficos de 78 pa¨ªses consensuaron la Declaraci¨®n de Estambul. Entre otros aspectos, considera que el tr¨¢fico de ¨®rganos y el turismo de trasplantes violan los principios de igualdad, justicia y respeto de la dignificad humana y deber¨ªan prohibirse, e insta a que cada Gobierno cree un marco legal acompa?ado de medidas penales para quienes participen en estas actividades y proh¨ªba todo tipo de publicidad de solicitudes u ofertas de ¨®rganos.
Esta declaraci¨®n tambi¨¦n aborda la espinosa cuesti¨®n de las compensaciones en los trasplantes con donante vivo. Siempre bajo el principio de que un ¨®rgano no puede tener precio, admite que los donantes puedan ser compensados por los perjuicios que su decisi¨®n altruista les pueda reportar. En Estados Unidos existen partidarios de la compraventa de ¨®rganos bajo vigilancia, que permitir¨ªa, seg¨²n ellos, aumentar las donaciones y desarticular el negocio ilegal. "Estoy en completo desacuerdo; ¨¦ticamente, el cuerpo humano no puede ser objeto de comercializaci¨®n bajo ning¨²n concepto", concluye Matesanz desde la ONT. "Los que argumentan en contra, consideran que en una sociedad moderna no se puede permitir que alguien en situaci¨®n de pobreza tenga que vender un ¨®rgano. Los que argumentan a favor, dicen que debe regularlo el Estado. Uno de cada 3.500 donantes puede morir, es el mismo riesgo que tenemos todos de morir por accidente de coche", explica Guirado, nefr¨®logo de la Fundaci¨®n Puigvert de Barcelona.
Francis Delmonico, asesor de la Organizaci¨®n Mundial de la Salud y presidente de la Organ Transplantation Procurement Network, se ha reunido con los gobernantes de pa¨ªses como China o Filipinas con el objetivo de que resuelvan el vac¨ªo legal que hace posible este comercio. Y para ayudarles a establecer sus propios programas de donaciones. "El comercio de ¨®rganos amenaza con dinamitar la nobleza y el legado del trasplante", afirma Delmonico. Explica que en China, por ejemplo, en el a?o 2006 se extrajeron ¨®rganos a unos 4.000 presos ejecutados, lo que hace un total de 8.000 ri?ones y 3.000 h¨ªgados, principalmente para pacientes extranjeros. El Gobierno chino aprob¨® en marzo de 2007 una orden sancionando esta pr¨¢ctica. Clausur¨® tres hospitales, pero no tienen control sobre todos. Y mucho menos sobre los centros militares de salud. Delmonico asegura que los pacientes siguen viajando a China.
En septiembre de 2007, el Gobierno paquistan¨ª promulg¨® una ordenanza que proh¨ªbe el comercio entre personas no relacionadas, sean locales o extranjeras. La actividad se desplaz¨® entonces a Filipinas, aunque desde abril de 2008 su Gobierno tambi¨¦n ha prohibido los trasplantes a turistas. "La sociedad filipina de Nefrolog¨ªa ha reportado que los pacientes extranjeros no tienen ya un acceso tan f¨¢cil a ri?ones", asegura Delmonico.
as¨ª lo constata el testimonio del barcelon¨¦s Xavier Mart¨ªn. Tras renunciar a su viaje a Pakist¨¢n por el consejo de sus m¨¦dicos, entr¨® en contacto con una cl¨ªnica en Filipinas. Envi¨® desde Barcelona todas sus anal¨ªticas y all¨ª localizaron a cuatro candidatos compatibles. Al elegido le pagar¨ªan 15.000 euros. Mart¨ªn adelant¨® 12.000 por correo. Todo el pack, que inclu¨ªa operaci¨®n, posoperatorio y otros gastos derivados del viaje le costar¨ªa 100.000 euros m¨¢s. Sin embargo, su sue?o se fue al traste justo un mes antes. "Me llamaron y me dijeron que se ten¨ªa que suspender todo porque la ley se hab¨ªa endurecido, y que por el momento iban a dejar de hacer trasplantes a extranjeros". El dinero que adelant¨® le fue reembolsado.
?Estamos ante un cese total de la actividad o es que los traficantes prefieren no remover las aguas mientras sus Gobiernos y la OMS intentan establecer medidas de control? Las redes han demostrado que son escurridizas. "Desde los cambios en China y en Filipinas, los pacientes de pa¨ªses del Golfo van al Cairo. Estimamos que cada a?o se llevan a cabo en Egipto 1.000 trasplantes de ri?¨®n", afirma Francis Delmonico.
En los ¨²ltimos a?os, el turismo de trasplantes tambi¨¦n ha encontrado su lugar en Am¨¦rica Latina. Desde la Fundaci¨®n Puigvert siguen a dos pacientes que decidieron por su cuenta ir a trasplantarse a Per¨². Nada ha tenido que ver en ello el centro catal¨¢n, pero s¨ª que controlan su salud desde la vuelta. "Llevo 22 a?os en el hospital y s¨®lo he visto estos dos casos", confirma Luis Guirado, nefr¨®logo del centro. "En Per¨², el intermediario es la Iglesia. Los curas hacen de coordinadores de trasplantes". Buscan a personas con pocos medios y les ponen en contacto con el hospital de Lima donde realizan los trasplantes. Sus enfermos tienen entre 60 y 70 a?os. Los donantes, alrededor de 30. "La verdad es que en este caso hay que reconocer que la intervenci¨®n es impecable, y los cuidados que reciben, tambi¨¦n", asegura Guirado.
Pedro M¨¦ndez Chac¨®n (Universidad Nacional Mayor de San Marcos en Lima), Miguel Camacho (coordinador de trasplantes de ¨®rganos y tejidos) y Armando Vidal¨®n (ex gerente de trasplantes de ¨®rganos y tejidos de EsSalud) constatan en un art¨ªculo que en Per¨² se trasplanta a extranjeros: "Todo apunta a que se trata de una actividad creciente y de muy dif¨ªcil control. No obstante, un ex miembro de la organizaci¨®n inform¨® p¨²blicamente en el Parlamento Nacional de que se efectuaron 64 trasplantes privados en los ¨²ltimos tres a?os (abril 2002). Y una comisi¨®n del Colegio M¨¦dico recab¨® un informe de 30 intervenciones que se realizaron en algunas cl¨ªnicas privadas".
Colombia tambi¨¦n se est¨¢ convirtiendo en uno de los destinos preferidos para israel¨ªes y japoneses. En estos casos, el ¨®rgano procede de cad¨¢veres. "Pasando por delante de los nacionales", apunta Rafael Matesanz. El Instituto Nacional de Salud de Colombia trabaja para mejorar la coordinaci¨®n de trasplantes, dar mejor servicio a sus ciudadanos y controlar las operaciones a extranjeros. Si en 2005 un 12 % de los destinatarios fueron extranjeros, en 2007 disminuyeron a la mitad. La mayor¨ªa vienen de Israel. Tambi¨¦n de Jap¨®n. Y de pa¨ªses vecinos, como Venezuela, Rep¨²blica Dominicana, El Salvador, Ecuador, Panam¨¢ y Bahamas. Los extranjeros pueden acogerse a tutela si demuestran la necesidad urgente de trasplante. No deber¨ªan tener prioridad, pero las compa?¨ªas que les organizan todo el viaje agilizan los tr¨¢mites y pagan el triple que los nacionales. Los jueces fallan a favor de los pacientes for¨¢neos, alegando violaci¨®n de su derecho a la vida.
luis caicedo, presidente de la Sociedad Colombiana de Trasplantes, trabaja en uno de los cuatro ¨²nicos hospitales donde se llevan a cabo estas operaciones en Colombia. Explica que desde diciembre de 2008, "sin estar prohibidos los trasplantes a extranjeros, el Gobierno ha decidido suspenderlos porque se va a modificar la ley. Queremos convenios para regular la situaci¨®n y que se nos permita dar servicio a pa¨ªses vecinos que no tienen programas establecidos".
La ONT est¨¢ ayudando desde Espa?a a construir en Am¨¦rica Latina una red iberoamericana. "El objetivo es ir arrinconando estas redes y ayudar a que estos pa¨ªses desarrollen un sistema de donaci¨®n adecuado", explica Matesanz. Para Luc Noel, de la OMS, "la soluci¨®n dif¨ªcil es involucrar a la sociedad". Lo cierto es que el comercio de ¨®rganos hace tambalear uno de los principios de la donaci¨®n: el altruismo. "Si se puede vender, ?qui¨¦n va a convencer a la gente de que donar es un acto altruista? Si se permite, todo el sistema de trasplantes se cae", concluye Matesanz.
M¨¢s dif¨ªcil va a ser combatir el tr¨¢fico clandestino. Repartidos por Europa del Este, traficantes de ¨®rganos localizados en pa¨ªses como Estonia, Bulgaria, Turqu¨ªa, Georgia, Moldavia, Rusia y Ucrania ponen en jaque la Uni¨®n Europea.
"La pobreza extrema de la rep¨²blica de Moldavia es terreno abonado para los traficantes", reconoce Viorel Ciobanu, del departamento del Gobierno de Moldavia para combatir el tr¨¢fico de seres humanos, en una entrevista para el documental Ri?¨®n en hielo. Esta cinta danesa, dirigida por Anja Dalhoff y Alina Rad¨² con apoyo de la UE, narra, entre otras historias, la de Mihail. Un moldavo que a los 26 a?os entr¨® en contacto con una red de traficantes de ri?ones que le ofreci¨® 3.000 euros. "Pens¨¦ que al menos no iba a morir", justifica con pesar. Le embarcaron en un avi¨®n hacia Turqu¨ªa. Le extrajeron un ri?¨®n en un hospital de Estambul. Regres¨® solo, retorci¨¦ndose de dolor, sin calmantes e indocumentado. El dinero apenas le dio para pagar deudas y sobrevivir unos meses. Ahora no tiene dinero, le falta un ri?¨®n y energ¨ªa para trabajar porque enseguida se cansa.
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