100 d¨ªas sin rastro de Marta

Esta noche se cumplen 100 d¨ªas desde que la joven sevillana Marta del Castillo abandon¨® su casa por ¨²ltima vez. M¨¢s de tres meses que han creado un c¨®ctel de mentiras, morbo y escasas certezas con un sabor agridulce. M¨¢s agrio que dulce. A pesar de que la investigaci¨®n ha inculpado a los cinco presuntos implicados en la desaparici¨®n, el cuerpo de la joven sigue oculto en alg¨²n lugar. Y su aparici¨®n desvelar¨ªa en unas horas numerosas contradicciones acumuladas tras semanas descorazonadoras de pistas falsas y m¨¢s de cien interrogatorios.

La obsesi¨®n de la polic¨ªa de Sevilla ha aumentado un grado m¨¢s esta semana. El segundo operativo de b¨²squeda, ubicado en el vertedero de Alcal¨¢ de Guada¨ªra tras el intento fallido del rastreo del r¨ªo Guadalquivir, tambi¨¦n ha fracasado. Un equipo de 16 personas ha peinado 40.000 toneladas de basura durante 40 d¨ªas, bas¨¢ndose en una mentira que hab¨ªa que cotejar.

El rastreo del cuerpo puede reorientarse seg¨²n las nuevas declaraciones

En el vertedero tampoco se hallaron sus zapatos, el m¨®vil o el cable del crimen

16 t¨¦cnicos han peinado 40.000 toneladas de basura durante 40 d¨ªas

La en¨¦sima versi¨®n inclu¨ªa la violaci¨®n y un cable para estrangular a Marta

Esta falta de resultados ha aumentado la sensaci¨®n de impotencia ante los embustes de los implicados en el crimen y desaparici¨®n de Marta. Desconcierto, resignaci¨®n, templanza... Los investigadores atraviesan diversos estados de ¨¢nimo a medida que comprueban c¨®mo las declaraciones de Miguel Carca?o, ex novio de la joven de 19 a?os, y su amigo Javier G. El Cuco, de 15 a?os, resultan un fiasco.

La ¨²ltima decepci¨®n ha sido no haber encontrado el cad¨¢ver en el basurero despu¨¦s de haber removido m¨¢s de 40.000 toneladas de desechos con un ingente esfuerzo de personal y dinero. El mismo que antes moviliz¨® a 250 agentes para buscar durante semana en el r¨ªo, donde los implicados dijeron en primera instancia que hab¨ªan arrojado el cuerpo hasta que decidieron cambiar de versi¨®n y de enterramiento de Marta.

El ¨²ltimo tramo de la cascada de versiones ofreci¨® un relato s¨®rdido que inclu¨ªa la violaci¨®n y asesinato de Marta a manos de sus dos amigos. La versi¨®n inclu¨ªa una navaja (que s¨ª fue encontrada), un cable y el posterior estrangulamiento de la menor. "Nos estamos acercando a conocer toda la verdad", comentaba una fuente del caso tras esta ¨²ltima declaraci¨®n de Miguel. Pero ahora que Marta no est¨¢ en el vertedero, esta versi¨®n vuelve a estar en entredicho. El caso se asemeja a la criba de unas semillas podridas de otras que puedan germinar frutos (pistas certeras).

Durante 40 d¨ªas los agentes no hallaron el cuerpo en el vertedero, pero tampoco otros objetos de la v¨ªctima: sus zapatos, el m¨®vil, las llaves y el cable con el que supuestamente la asfixiaron. Nada, ni rastro de un crimen cuya completa resoluci¨®n agoniza porque sus j¨®venes responsables han decidido adoptar el papel de mentirosos profesionales.

?Y ahora qu¨¦? El juez Francisco de As¨ªs Molina dirige el caso ante las pruebas cient¨ªficas y tesis de la polic¨ªa, el desconcierto de los medios de comunicaci¨®n y la indignaci¨®n de la familia de la joven. Las hip¨®tesis apuntan a que una nueva ronda de comparecencias de los implicados arrojar¨¢ algo de luz esta semana, a la espera de que la estancia en la c¨¢rcel haya hecho reflexionar a los implicados, especialmente a Carca?o, cuyas mentiras han desconcertado a la polic¨ªa y a¨²n m¨¢s a sus abogados, dos de los cuales renunciaron desesperados ante tanto quiebro. Carca?o hizo saltar por los aires la "confianza rec¨ªproca" que el c¨®digo deontol¨®gico establece entre un abogado y su cliente.

"Siempre hemos dado m¨¢s valor a la primera versi¨®n del r¨ªo. No conozco ning¨²n chorizo que haya mentido a la polic¨ªa y dicho la verdad al juez", aseguran fuentes del caso. As¨ª, la b¨²squeda puede retornar al r¨ªo porque ciertos cad¨¢veres han tardado seis meses en salir a flote. El rastreo del cuerpo puede reorientarse en funci¨®n de las nuevas declaraciones y correcciones que aporten los protagonistas.

Pero si no existe colaboraci¨®n, las versiones contradictorias podr¨¢n sucederse sin que nadie pueda impedirlo. Eso s¨ª, el derecho a mentir no impedir¨ªa que los implicados fueran condenados, como demuestra el caso del empresario Publio Cord¨®n secuestrado por los GRAPO, cuyos dirigentes cumplen condena sin que haya rastro del cuerpo. "Salvo el cad¨¢ver, el caso est¨¢ policialmente cerrado", confirman dichas fuentes.

En el camino tortuoso ha quedado el resultado de un caso muy medi¨¢tico: p¨¢ginas y programas de un tratamiento cuestionado por la Fiscal¨ªa por potenciar peligrosamente el morbo. Y todo trufado con las mentiras de la ¨²ltima novia de Carca?o -una menor que conoci¨® el crimen desde la primera noche y lo ocult¨®-, un intento de suicidio del supuesto asesino en la c¨¢rcel, y la presunta utilizaci¨®n de una silla de ruedas, un coche y bolsas de basura para ocultar el cad¨¢ver de la joven.

En estos tres meses, a la imputaci¨®n de los dos principales implicados se le ha sumado la del amigo de ambos, Samuel Ben¨ªtez; el hermano de Carca?o, Javier D. M., y su novia, Mar¨ªa G. M. Las lagunas compiten con las evidencias de la polic¨ªa cient¨ªfica, aunque sus an¨¢lisis del perfil gen¨¦tico encontrado en el cuarto del crimen han resultado fundamentales para armar la reconstrucci¨®n del tr¨¢gico suceso.