Surtido de apocalipsis

Con dedicaci¨®n y talento, la humanidad ha conseguido disponer de un cat¨¢logo variado de m¨¦todos para destruir totalmente la vida sobre la Tierra. Lo que se dice un surtido de apocalipsis. Hay que ser muy listo para incubar durante lustros un sistema financiero hinchado de fraude, a caballo entre la mohatra y el expolio, de forma que se acabe provocando una crisis universal, se multiplique por cinco el paro mundial y vuelva la ¨¦tica y la est¨¦tica de los comedores sociales a lo Berlanga. Hay que esforzarse mucho para resucitar el peligro nuclear, una vez superada la guerra fr¨ªa; y muy organizada y atenta tiene que estar una Administraci¨®n nacional para permitir que el virus de una gripe, dicen que porcina, acorrale a todos los habitantes del pa¨ªs, mate a cientos de ellos y siembre el p¨¢nico en todo el planeta. No hay animal dom¨¦stico, desde el pollo hasta el gorrino, que no est¨¦ en disposici¨®n de amenazar con la destrucci¨®n del g¨¦nero humano. Las casas de apuestas hacen juego sobre si el d¨ªa del Juicio vendr¨¢ por una pandemia, por la rabia at¨®mica en Oriente Pr¨®ximo o por la consunci¨®n econ¨®mica.

Faltaba el apocalipsis m¨¢s elegante de todos: la destrucci¨®n de la humanidad por un desastre sideral, como el impacto de un meteorito destructor similar al que liquid¨® a los dinosaurios. Pero ya est¨¢ disponible en existencias. El asteroide Apofis, de unos 270 metros de longitud, pasar¨¢ peligrosamente cerca de la Tierra el 13 de abril del 2029, y m¨¢s cerca todav¨ªa, quiz¨¢ en rumbo de colisi¨®n, el 13 de abril de 2036. Cierto que es una invitaci¨®n al desd¨¦n de "?cu¨¢n largo me lo fi¨¢is!" o "este tipo de alarmas prometen mucho y luego nada". Pero ha servido para que sepamos que Deimos, una empresa espa?ola, est¨¢ dispuesta a conjurar el peligro. Enviar¨¢, si se acepta su plan, el sat¨¦lite Don Quijote para que aleje el asteroide de la ¨®rbita terrestre.

Como amenaza apocal¨ªptica, al Apofis le falta un hervor. Aterran m¨¢s los horrores nucleares,

los virus incontrolables y la simbiosis de destructiva inquietud nerviosa que dispara la recesi¨®n contra el sistema nervioso. Decididamente, da m¨¢s miedo la crisis; y m¨¢s todav¨ªa la seguridad que tienen algunos pol¨ªticos jubilados en que saben c¨®mo resolverla.