La patronal l¨¢ctea exige un plan de choque para evitar despidos masivos
El sector teme que el cierre de Outeiro de Rei se extienda a otras plantas
Tras el anuncio de un expediente de regulaci¨®n de empleo para toda su plantilla (155 trabajadores), el cierre de la f¨¢brica de Leche Pascual en Outeiro de Rei es m¨¢s que previsible. Pero no lo es menos la posibilidad, que se extiende entre industrias, cooperativas y sindicatos agrarios, de que la veintena de plantas transformadoras instaladas en Galicia se enfrentar¨¢n a la crisis con despidos, traslados de producci¨®n y cierres de los centros de recogida.
"Es una situaci¨®n insostenible si tenemos en cuenta que la ca¨ªda de las ventas y unos m¨¢rgenes cada vez menores llevan a las empresas a tener sus plantas sobredimensionadas e infrautilizadas", advierte Luis Calabozo, director general de la Federaci¨®n Nacional de Industrial L¨¢cteas. Calabozo est¨¢ al frente de un lobby que agrupa a una decena de compa?¨ªas, tanto nacionales como extranjeras, con implantaci¨®n en Galicia.
"La nuestra es ya una cadena de valor al l¨ªmite, en un momento especialmente cr¨ªtico que afecta a todos los eslabones, desde los productores a la propia industria. En esta situaci¨®n ya no tiene sentido ese discurso de ver qui¨¦n se lleva la mejor parte de la tarta, porque afecta a todo el sector, y Pascual es una prueba m¨¢s de ello", explica Luis Calabozo.
Al tiempo que dan por seguro que habr¨¢ m¨¢s casos como el de Outeiro de Rei, desde la patronal exigen a la Administraci¨®n central que incorpore a las industrias al plan estrat¨¦gico que est¨¢ dise?ando el Ministerio de Medio Ambiente, Medio Rural y Marino para los productores y ganaderos.El programa que la industria exige a la Administraci¨®n deber¨ªa ser, seg¨²n Pedro Ramos, gerente de la Asociaci¨®n de Industrias L¨¢cteas de Galicia, "un plan de choque", porque "las empresas dejan de transformar leche aqu¨ª y s¨®lo mantienen Galicia como mercado de recogida". "Hay que apostar por el sector de la transformaci¨®n", sostiene Ramos. Los sindicatos, mientras, alertan de que el sector l¨¢cteo da empleo en Galicia a unas 100.000 personas.
Algo menos de la mitad de los 27.500 empleos que generan directamente las industrias transformadoras agrupadas en torno a Fenil pertenecen a empresas instaladas en la comunidad gallega, que aporta el 40% de la producci¨®n nacional y aglutina a una de cada dos explotaciones l¨¢cteas. "Aplicar un ERE va a ser la ¨²nica forma de contener la sangr¨ªa de ca¨ªda de los m¨¢rgenes", argumenta Calabozo desde la patronal.
"Primero la par¨¢lisis y despu¨¦s el desmantelamiento del sector", dice Ramos. "Son dos situaciones que vienen casi de la mano". En sus planteamientos para aplacar la crisis, ambas patronales l¨¢cteas plantean al ministerio compromisos que incluyan tambi¨¦n a la distribuci¨®n, que se ha hecho con algo m¨¢s de la mitad del mercado en 2008 a trav¨¦s de marcas blancas. Tambi¨¦n que el plan estrat¨¦gico incorpore estabilidad en los precios y un marco de ayudas que permita ganar dimensi¨®n a las empresas, expone Calabozo.
En el extremo opuesto a la patronal l¨¢ctea, desde las cooperativas agrupadas en torno a Agaca, Higinio Moug¨¢n pone el caso de Outeiro de Rei en el v¨¦rtice de la crisis de las industrias "que se deslocalizan y punto". "Representa lo m¨¢s alejado al compromiso con en el entorno social y econ¨®mico, una estructura capitalista por definici¨®n", a?ade. Moug¨¢n da por seguro que Pascual cerrar¨¢ la planta de Lugo, y extiende a otras empresas los m¨¢s que previsibles ERE en el sector transformador.
?Qui¨¦n ser¨¢ el siguiente? Ni sindicatos ni cooperativas ni industrias aventuran candidatos, a sabiendas de que son muchas las empresas que han comenzado a recortar empleos. Leyma, controlada desde 2005 por el empresario lucense Jes¨²s Lence, propietario de Leite R¨ªo, asiste a una paulatina reducci¨®n de plantilla superior al 40%, al pasar de 136 trabajadores a 95. El primer paso adoptado por la empresa fue congelar los salarios en 2007.
Desde la cooperativa Feiraco, inmersa en un plan de viabilidad firmado en 2005 para refinanciar su deuda, que se ampli¨® a finales del a?o pasado con nuevos avales del Igape, su director general, Jos¨¦ Luis Antu?a, critica la desestructuraci¨®n del sector. Acu?a califica a las industrias l¨¢cteas de "ineficientes, poco competitivas y simples envasadoras de leche, muy lejos de lo que se entiende por una empresa transformadora". "En Feiraco [con 211 trabajadores] sufrimos la crisis como cooperativa y tambi¨¦n como industria, pero cumplimos la l¨ªnea marcada por el plan de viabilidad y mantenemos cierta estabilidad en el empleo", explica Antu?a.
En el otro lado de la cadena del sector, tres organizaciones sindicales, Uni¨®ns Agrarias, X¨®venes Agricultores y Sindicato Labrego Galego, se?alan, en alusi¨®n al cierre de Pascual, que su finalidad ¨²ltima es fijar un modelo comercializador "excluyente de los productores". Aseguran los sindicatos que el cierre de Pascual "no van a ser el ¨²nico", al se?alar que cerca de 100.000 empleos est¨¢n vinculados directa o indirectamente con la producci¨®n ganadera. Unas 13.000 explotaciones l¨¢cteas existentes en Galicia tienen "muy comprometido" su futuro sin un plan de choque.
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