La crisis llega a Contador
Armstrong, dispuesto a hacerse patr¨®n y asumir la licencia del Astana, cuyos corredores llevan dos meses sin cobrar
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Hay vidas agitadas, biograf¨ªas hechas de sobresaltos, pero todas palidecen si se les compara con lo acaecido durante la existencia del Astana, un equipo ciclista que quiz¨¢s no llegue a su tercer cumplea?os y en el que lo ¨²nico inmutable ha sido la presencia a su frente del rostro petrificado del s¨¢trapa Danial Ajm¨¦tov, su patr¨®n y, adem¨¢s, presidente de la federaci¨®n kazaja de ciclismo y ministro de Defensa de Kazajist¨¢n. Posiblemente, tambi¨¦n, la ¨²nica persona del mundo que se permite el lujo de no cogerle el tel¨¦fono a Lance Armstrong. El Astana, el color azul turquesa de sus cielos y el sol de Kazajist¨¢n, lleg¨® al pelot¨®n ciclista de sopet¨®n, mediado junio de 2006, a consecuencia de la Operaci¨®n Puerto, y amenaza con dejarlo de la misma manera, sin avisar y sin pagar, cualquier d¨ªa de ¨¦stos. En sus apenas 35 meses de existencia ha conocido cuatro empresas de gesti¨®n diferente -la inicial, de Manolo Saiz, la de Walter Godefroot, la de Marc Biver y la actual, la de Johan Bruyneel-, otros tantos corredores l¨ªderes -Vinok¨²rov, Kasheckin, Contador, Armstrong...-, ha ganado una Vuelta y un Giro, pero nunca ha podido terminar un Tour -el ¨²nico que han corrido hasta el momento lo abandonaron con los positivos de Vinok¨²rov y Kasheckin- y puede que no tengan oportunidad de correr m¨¢s. No, al menos y haciendo caso al presidente de la Uni¨®n Ciclista Internacional (UCI), Pat McQuaid, mientras no pague lo que debe, que es bastante.
Sus corredores, incluido Contador -Armstrong no cuenta, pues corre gratis-, cuerpo t¨¦cnico y auxiliares llevan sin cobrar al menos dos meses. No llega dinero de Kazajist¨¢n -bajo la denominaci¨®n Astana se esconde un conglomerado de empresas estatales: las l¨ªneas a¨¦reas, los ferrocarriles, petr¨®leo, gas... que garantizaba un presupuesto anual de unos 15 millones de euros-, un pa¨ªs azotado por la crisis, y aunque ning¨²n miembro del equipo ha denunciado a¨²n el impago ni puesto en marcha una reclamaci¨®n para ejecutar el aval depositado en la UCI, los dirigentes de la federaci¨®n han hecho p¨²blico el problema en v¨ªsperas del comienzo del Giro, los agoreros han pronosticado su inmediata desaparici¨®n y Armstrong, en vez de disfrutar de su primer viaje a Venecia, donde ma?ana se disputa el pr¨®logo, ha avanzado que posiblemente el Giro sea la ¨²ltima carrera en la que se vea el maillot de esos impresentables que no le devuelven las llamadas y que la soluci¨®n s¨®lo puede llegar si los kazajos le ceden a Bruyneel y a ¨¦l mismo la licencia federativa y entre los dos encuentran un patrocinador. "Hay multinacionales norteamericanas interesadas en el proyecto, en el que tambi¨¦n intervendr¨ªa Livestrong, la fundaci¨®n contra el c¨¢ncer", dijo ayer Armstrong.
La experiencia no ser¨ªa nueva para ¨¦l, quien ya en sus tiempos de corredor era a la vez socio de la empresa que gestionaba su ¨²ltimo equipo, el Discovery Channel. En 2007, el fracaso en la b¨²squeda de un sustituto para el maillot con el que Contador acababa de ganar el Tour llev¨® a Bruyneel, socio de Armstrong entonces, a retirarse del ciclismo. S¨®lo unos d¨ªas. Inmediatamente recibi¨® la oferta del Gobierno kazajo para la renovaci¨®n del Astana. La revoluci¨®n tuvo lugar bajo el liderazgo de Contador, quien, seg¨²n Armstrong, es ahora una figura indispensable para el nuevo proyecto: "No le dejar¨ªa irse de ninguna manera".

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