Obama tropieza con Guant¨¢namo
El Congreso niega los fondos para cumplir su promesa de cerrar la prisi¨®n - El presidente debe decidir pronto si reinstaura los tribunales militares de Bush
Sin soluci¨®n a¨²n para los 241 presos que permanecen en sus instalaciones y acosado por la presi¨®n pol¨ªtica y judicial, Barack Obama encuentra muy serias dificultades para poder cumplir con su promesa de cerrar la c¨¢rcel de Guant¨¢namo, hasta el punto de que puede verse obligado en pocos d¨ªas a reanudar las comisiones militares implantadas por George Bush y suspendidas desde el primer d¨ªa de esta Administraci¨®n.
El plazo de cuatro meses de suspensi¨®n de esos controvertidos tribunales especiales vence el 20 de mayo, y, ante la falta de una decisi¨®n sobre lo que ocurrir¨¢ a partir de ese momento, el juez principal encargado de esas comisiones ha fijado para el d¨ªa 27 una nueva vista. Eso no implica autom¨¢ticamente que las comisiones militares vayan a ser restablecidas, pero demuestra hasta qu¨¦ punto se le han complicado las cosas a Obama en relaci¨®n con este asunto.
La mayor¨ªa de las pruebas fueron obtenidas bajo tortura o por la CIA
Espa?a y Portugal, dispuestos a aceptar presos, pero no han decidido cu¨¢ntos
Ayer, la C¨¢mara de Representantes se neg¨® a incluir dentro de la ampliaci¨®n del presupuesto para las guerras de Irak y Afganist¨¢n una partida de 80 millones de d¨®lares que el Gobierno hab¨ªa solicitado para la relocalizaci¨®n de los presos de Guant¨¢namo. "Lo haremos cuando nos presenten un plan claro", advirti¨® el presidente del Comit¨¦ de Apropiaciones, el dem¨®crata David Obey.
El Gobierno, no tiene ese plan, y los congresistas no quieren correr el riesgo de respaldar a ciegas un cierre que podr¨ªa acabar con los presos de Guant¨¢namo en c¨¢rceles de los Estados donde ellos tienen que ser reelegidos el a?o que viene.
El desplazamiento de los presos a territorio estadounidense choca con el rechazo frontal de la mayor¨ªa de la poblaci¨®n, que cree estar en peligro si cuenta en su vecindad con esos supuestos terroristas. Se da por hecho, que los siete uigures chinos que Washington se niega a devolver a su pa¨ªs por miedo a que sean maltratados all¨ª, ir¨¢n pronto a una prisi¨®n de Virginia. Pero no se conocen destinos para otros presos.
El traslado a territorio estadounidense tampoco resolver¨ªa, en todo caso, el problema de qu¨¦ tratamiento judicial otorgarles a quienes hasta ahora son legalmente combatientes enemigos. El Gobierno no se atreve a presentarlos ante tribunales ordinarios porque teme perder los juicios por falta de pruebas.
La mayor¨ªa de las evidencias reunidas contra los detenidos en Guant¨¢namo fueron obtenidas por servicios secretos, que no comparecen como testigos en una vista p¨²blica civil, o conseguidas mediante m¨¦todos de interrogatorio que el propio Gobierno de Obama ha definido como torturas.
Se trata de una verdadera encrucijada judicial. Aunque algunos de los presos han confesado su participaci¨®n en el 11-S, podr¨ªan quedar en libertad si los jueces decidiesen anular la causa contra ellos por el uso de torturas. Obviamente, el Gobierno no puede permitirse pol¨ªticamente poner en la calle a detenidos de la relevancia de Khalid Sheikh Mohammed, autor intelectual de aquellos atentados, pero tampoco tiene garant¨ªas de ganar un proceso contra un acusado del que se ha reconocido oficialmente que fue sometido a la t¨¦cnica del ahogamiento fingido.
Como ejemplo, la semana pasada, los fiscales aceptaron un arreglo con un sospechoso de pertenecer a una c¨¦lula durmiente de Al Qaeda en Illinois mediante el cual ¨¦ste aceptaba su culpabilidad a cambio de una condena de 15 a?os, que le supondr¨¢ menos de 10 a?os de prisi¨®n. La fiscal¨ªa prefiri¨® eso a ver rechazados los cargos por el juez.
Si el Gobierno se resiste a acudir a la justicia ordinaria, la mejor soluci¨®n ser¨ªa su traslado al extranjero. Pero tampoco esa v¨ªa est¨¢ despejada en estos momentos. El acuerdo de expatriaci¨®n que m¨¢s factible se ve¨ªa hasta ahora, el traslado de cerca de un centenar de yemen¨ªes a un centro de rehabilitaci¨®n en Arabia Saud¨ª, ha chocado en los ¨²ltimos d¨ªas con obst¨¢culos diplom¨¢ticos lo suficientemente importantes como para recomendar que el propio secretario de Defensa, Robert Gates, se encargase del asunto esta semana en una visita a Riad.
Las negociaciones con otros posibles receptores de presos avanzan muy lentamente. Francia se comprometi¨® ayer oficialmente a recibir a uno de origen argelino. La semana pasada, Alemania parec¨ªa cerca de acoger a 10. Espa?a, Portugal y algunos pa¨ªses de Europa del Este tienen todav¨ªa que fijar las cifras que est¨¢n dispuestos a aceptar.
A¨²n si todas esas gestiones tienen ¨¦xito, la Administraci¨®n estadounidense se va a encontrar con un centenar de presos con los que no sabe qu¨¦ hacer. En su comparecencia la semana pasada ante el Congreso, Gates mencion¨® la posibilidad de construir una prisi¨®n especial en territorio norteamericano a la que trasladarlos mientras avanzan los procedimientos judiciales.
Eso permitir¨ªa, al menos, el cierre f¨ªsico de Guant¨¢namo, aunque no se resolviera la situaci¨®n de los detenidos. Pero ni siquiera eso es sencillo porque ning¨²n Estado quiere ser la sede de esa prisi¨®n.
Para acelerar el procedimiento judicial, el instrumento que el Gobierno tiene m¨¢s a mano es el restablecimiento de las comisiones militares, aunque eso expondr¨ªa a Obama al riesgo de fuertes cr¨ªticas de los grupos de derechos humanos. Se ha pensado tambi¨¦n en la creaci¨®n de un nuevo sistema judicial, extraordinario pero diferente de las comisiones militares. Pero de esa forma ser¨ªa imposible cumplir con el plazo de un a?o fijado por Obama para el cierre de la prisi¨®n en territorio cubano.
Este asunto puede convertirse en la primera victoria de los republicanos desde que est¨¢n en la oposici¨®n. "Las comisiones militares siguen siendo el lugar apropiado para procesar a estos individuos", ha dicho John McCain. Una de las principales aliadas de Obama en el Capitolio, la senadora Claire McCaskill, ha advertido que "Guant¨¢namo es un enorme problema pol¨ªtico que nos va a acabar quemando a todos".
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