Joaqu¨ªn Sorolla tambi¨¦n tiene cabida en el nuevo Reina Sof¨ªa
El museo solicita obra del pintor aunque lo impide la ley que separa las colecciones
El pintor Joaqu¨ªn Sorolla tambi¨¦n entrar¨¢ en el Reina Sof¨ªa. Suceder¨¢ con la renovaci¨®n de la colecci¨®n permanente que se est¨¢ gestando desde hace meses y que ser¨¢ inaugurada el 27 de mayo. Su entrada no causar¨¢ a buen seguro tanto revuelo como la petici¨®n del director del centro, Manuel Borja-Villel, de un pu?ado de grabados de Goya al Museo del Prado. Sea como sea, al igual que en aquella ocasi¨®n, la suma del artista al museo contraviene el Real Decreto de 1995 que fija la separaci¨®n de las colecciones del Prado y del Reina Sof¨ªa en 1881, a?o del nacimiento de Picasso.
Sorolla (1863-1923) tampoco figura en la lista de artistas nacidos con anterioridad a esa fecha, que la norma fija en su anexo como "excepciones en atenci¨®n a las especiales caracter¨ªsticas que en ellos concurren". En esa enumeraci¨®n de una veintena de nombres figuran algunos como los de Dar¨ªo de Regoyos o Zuloaga, ampliamente representados en la colecci¨®n permanente del Reina Sof¨ªa.
"Est¨¢ com¨²nmente aceptado que la Espa?a negra es moderna, y por su luminosidad mediterr¨¢nea a Sorolla se le ha considerado un artista de otra ¨¦poca", explicaba ayer Borja-Villel en el museo. "Pero tambi¨¦n hubo una Espa?a blanca que hay que tener en cuenta, y lo cierto es que Zuloaga y ¨¦l tuvieron una consideraci¨®n internacional, sobre todo en EE UU, similar. Y de la confrontaci¨®n de ambas ideas es de donde surge Picasso y la superaci¨®n de los discursos caducos por la v¨ªa de las vanguardias".
Con Saltando a la comba, La Granja (1907), cuya cesi¨®n oficial ha conocido estos d¨ªas, Borja-Villel pretende establecer ese contraste y abundar en el proyecto de la reconsideraci¨®n de la historia del arte que se ha planteado desde el centro art¨ªstico que dirige.
Este acuerdo con el Museo Sorolla forma parte de una filosof¨ªa de colaboraci¨®n que tambi¨¦n es muy importante en la nueva etapa del Reina Sof¨ªa. Tambi¨¦n es el comienzo de una relaci¨®n estable entre el museo madrile?o dedicado al pintor valenciano y el centro nacional de arte. La idea es que Sorolla tenga mediante acuerdos puntuales una creciente representaci¨®n en el Reina Sof¨ªa. La presencia del artista en el Prado tambi¨¦n aumentar¨¢ con la nueva configuraci¨®n de su colecci¨®n permanente, en la que el siglo XIX cobrar¨¢ protagonismo.
Entre los ¨²ltimos retoques que est¨¢ recibiendo la remodelaci¨®n del Reina Sof¨ªa (la m¨¢s significativa en su historia), el comit¨¦ encargado de los trabajos espera la recepci¨®n de los grabados de Goya. Pertenecen a las series Los Caprichos, Los desastres de la guerra y Los disparates. En total ser¨¢n 24 piezas (y no 12, como se pens¨® en un principio) procedentes del Museo del Prado. Se colocar¨¢n en dos tandas -para evitar su deterioro- en la nueva sala 1, junto a las pinturas negras de Guti¨¦rrez Solana.El lienzo 'Saltando a la comba' es el primero de los cedidos
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