"Cada d¨ªa me siento m¨¢s sabio"
'La voz de oro' sacude el Womad de C¨¢ceres, que alcanza ya su 18? edici¨®n
El pr¨®ximo agosto estrenar¨¢ la condici¨®n de sexagenario, pero la agenda del cantante e ¨ªdolo nacional de Mal¨ª Salif Keita (Djoliba, 1949) sigue siendo un frenes¨ª apto s¨®lo para los m¨¢s fuertes: conciertos casi a diario, encuentros con sus seguidores, entrevistas en la televisi¨®n p¨²blica francesa. "Me siento m¨¢s feliz que nunca, no puedo esperar m¨¢s de la vida", suspira por tel¨¦fono el africano cuya voz ha concitado las mayores hip¨¦rboles de estas tres ¨²ltimas d¨¦cadas, ya desde su paso por los m¨ªticos Les Ambassadeurs Internationaux. Keita, el albino que se sobrepuso a todas las supersticiones de su cultura, encabez¨® ayer el cartel de la edici¨®n n¨²mero 18 del Womad de C¨¢ceres, el festival multicultural impulsado por Peter Gabriel que toma las calles de la ciudad extreme?a desde anoche y hasta el pr¨®ximo domingo.
"He comido sobras y caminado descalzo. Si miro hacia atr¨¢s, mereci¨® la pena"
"No entiendo lo que dice Camar¨®n, pero lloro cada vez que lo escucho"
Le apodan La Voz de Oro y de ¨¦l escribi¨® The Washington Post: "Es due?o de una garganta a la que el resto de mortales s¨®lo pueden aspirar". Con todo, su timidez le hace refractario a este tipo de elogios encendidos. "?Que si me ponen colorado los piropos? Uf, no sabr¨ªa qu¨¦ decir", murmura azorado. Prefiere sentirse a¨²n inmerso en un periodo de profundo aprendizaje vital. "Cada d¨ªa me siento m¨¢s sabio, por lo menos en t¨¦rminos musicales. Debes aprovechar tu paso por este mundo conociendo m¨¢s y m¨¢s cosas en todo momento. Me gustar¨ªa pensar que dentro de 10 a?os seguir¨¦ vivo y habr¨¦ alcanzado una sabidur¨ªa mayor", reflexiona.
Y eso que sus primeros pasos no fueron nada sencillos. Descendiente de Soundjata Ke?ta, el guerrero hijo de la mujer b¨²falo y fundador, en 1240, del Imperio Mandinga, su familia le repudi¨® cuando mostr¨® inter¨¦s por el oficio musical. Un hombre de linaje noble no puede rebajarse a cantar, le reprendi¨® su padre. A las confrontaciones paternofiliales se sumaba su condici¨®n de albino, un problema de pigmentaci¨®n que provoca repulsa entre las comunidades tradicionales africanas, incluso peligro de sacrificios ceremoniales.
"He comido sobras y caminado descalzo", refrenda en torno a aquellos tiempos en que dorm¨ªa sobre colchones de cart¨®n junto al mercado de abastos de Bamako, la capital de su pa¨ªs, "pero eso carece de importancia. Si miro hacia atr¨¢s, creo que el periplo de mi vida ha merecido la pena. Es alentador comprobar c¨®mo la m¨²sica africana goza cada d¨ªa de una proyecci¨®n internacional mayor. Tenemos ritmos y tenemos melod¨ªas: por eso resultamos atractivos al o¨ªdo de cualquiera que nos descubre".
Inmerso en una agenda de conciertos muy exigente, a Keita le est¨¢ costando finalizar la entrega discogr¨¢fica llamada a suceder a M'bemba (Los ancestros), su alabado trabajo de 2005. "Es cierto, me est¨¢ llevando alg¨²n tiempo, pero ahora ando con un proyecto todav¨ªa m¨¢s ac¨²stico entre las manos. Y la buena noticia es que lo tendr¨¦ acabado, espero, a lo largo de este mismo verano". En su cada vez m¨¢s acentuado regreso a las ra¨ªces late la preocupaci¨®n por un mundo complejo en cuanto a las relaciones interculturales. "Viv¨ª durante m¨¢s de 15 a?os en Montreuil [suburbio parisiense con unos 15.000 residentes malienses] y las cosas est¨¢n cambiando all¨ª. La crisis afecta al mundo entero, como es obvio, pero ello se traduce en unas condiciones de vida muy complicadas para la poblaci¨®n inmigrante".
Sugiere que su m¨²sica debe escucharse "atendiendo al disfrute de la vida cotidiana, pero tambi¨¦n al plano espiritual". ?C¨®mo eludir las barreras idiom¨¢ticas, en tal caso? "Muchas cosas llegan al coraz¨®n con independencia de la literalidad. En mis anteriores visitas a Espa?a, por ejemplo, fui aprovechando para completar la discograf¨ªa de Camar¨®n de la Isla. Creo que ahora ya tengo todos los discos. Aunque no entienda lo que dice, lloro cada vez que lo escucho".
El arsenal sonoro de Keita -mezcla de balafones y koras con instrumentos occidentales como el saxo o el ¨®rgano- sacudi¨® ayer la plaza Mayor de C¨¢ceres. Anoche tuvo lugar otro de los conciertos m¨¢s esperados, el de la pareja Amadou & Mariam, tambi¨¦n maliense y protegida por el cantante de Blur Damon Albarn. El cartel tambi¨¦n incluye incursiones latinoamericanas de primera fila (Aterciopelados, El¨ªades Ochoa), la nueva generaci¨®n mestiza del panorama nacional (DePedro, La Shica, la flamenca Mayte Mart¨ªn) o el blues con acento femenino que aportan Rachel Unthank o Hindi Zahra. Todas las actuaciones, as¨ª como las actividades paralelas (talleres con los artistas, ciclos de cine y documentales), tienen car¨¢cter gratuito.
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