El Athletic gana su 'semifinal'

Se debati¨®, se dud¨®, se especul¨® se reflexion¨® sobre la actitud de Caparr¨®s de oponer el plan B del Athletic al Betis cuando est¨¢n en juego las plazas de descenso. Se debati¨® sobre la profesionalidad de esa decisi¨®n, que no ten¨ªa otra misi¨®n que apostar por la Copa, el objetivo rojiblanco desde el principio de la temporada. Pues nada de nada. Habr¨ªa que preguntarle al Betis, al que Caparr¨®s hipnotiz¨® con su planteamiento revolucionario. Unos dudaban, otros reflexionaban, pero el Betis se equivocaba de cabo a rabo, desde el minuto 1 al 90. El bailecito que le dio el Athletic en la primera mitad, cuando el Betis se jugaba tres cuartas partes de vida, no ten¨ªa precio, no ten¨ªa explicaci¨®n, no ten¨ªa sentido. La actitud del Athletic era la que se supon¨ªa. Lo que podr¨ªa llamarse el grupo de meritorios de Caparr¨®s ten¨ªa tres trabajos: convencer al jefe, defender su autoestima y, qui¨¦n sabe, si ganarse un puesto en la final del mi¨¦rcoles. Resulta que eso val¨ªa m¨¢s que el estado de necesidad del Betis.

El bailecito rojiblanco de la primera mitad no ten¨ªa explicaci¨®n ante un rival l¨¢nguido

Y lleg¨® el gol de Ion V¨¦lez en una doble ocasi¨®n, primero malgastada y luego asistida por Joseba Etxeberria. El gol demostraba la endeblez defensiva del Betis. De lo ofensivo se encargaron Eman¨¢ y Oliveira que erraron dos ocasiones ante Armando que ilustraron al veterano guardameta rojiblanco.

Resulta que el Athletic tocaba, alternando su juego tranquilo con balones en profundidad a los laterales, mientras el Betis se mostraba incapaz de superar un centro del campo aguerrido rojiblanco en el que Gurpegui y Mu?oz parec¨ªan un muro insalvable para los l¨¢nguidos centrocampistas verdiblancos.

Pod¨ªa pensarse que la decisi¨®n de Caparr¨®s de alinear a los otros pod¨ªa minar su moral, porque jugar contra el Betis significaba no jugar la final de Copa. Lo hab¨ªa dicho Caparr¨®s: "Necesitamos un equipo fresco para jugar el mi¨¦rcoles". Verde y con asas, puchero. Quien jugaba ayer ten¨ªa pocas posibilidades de jugar en Valencia. Quiz¨¢s David L¨®pez que, llegando de una lesi¨®n, necesitaba minutos para la frescura.

El Betis hizo el resto. Su apat¨ªa, su poca garra, su premiosidad en el juego destensaron a los j¨®venes rojiblancos, que empezaron con aquel juego de gorrazos, pero pronto decidieron alternar algunas sutilezas.

Al Betis se le vio poco. Cositas de Ca?as y cositas de Eman¨¢ que sin embargo no encontraron la red. Algo tuvo que ver Armando, que le esper¨® con calma en la primera oportunidad y se le plant¨® en la puntera en la segunda. Armando, inutilizado esta temporada, demostr¨® m¨¢s frescura de la esperada. Tal era la galvana del Betis que futbolistas inusuales como Etxeberria o Ion V¨¦lez empezaron a crecer, como olvidando su inactividad.

Perdidos 45 minutos, con un gol en contra, el Betis cambi¨® el p¨¦ndulo y se fue al otro costado. A encastar el partido, a buscar el choque, a olvidarse de lo sutil, a jugar como si se hubiera dado cuenta de que le iba la vida en ello.

El partido del Betis merece, cuando menos, un cap¨ªtulo de cualquier tratado psicol¨®gico del f¨²tbol. ?Hipnosis de Caparr¨®s?, ?exceso de confianza? ?confusi¨®n total? Qui¨¦n lo sabe...

El Athletic lo agradeci¨®. No s¨®lo gan¨® el partido, sino que descans¨® al equipo y encontr¨® la mejor situaci¨®n futbol¨ªstica y psicol¨®gica para afrontar la final de Valencia frente al Barcelona. No habr¨¢ debate sobre si hizo bien o hizo mal Caparr¨®s; no habr¨¢ debate sobre el riesgo de los futbolistas titulares; no habr¨¢ debate ninguno entre la afici¨®n que hab¨ªa aceptado el partido como un tr¨¢mite y lo vivi¨® como la mejor semifinal. Adem¨¢s, la permanencia est¨¢ pr¨¢cticamente asegurada. Misi¨®n cumplida.

El Betis se fue como lleg¨®. Sin entender nada, sin saber c¨®mo afrontar el partido, sin definir su manera de encarar el encuentro ante un rival presuntamente inferior y sin resolver su duda existencial: ?a qu¨¦ juega en estos casos? ?A nada, como en la primera parte, o a la pelea, como en la segunda? Lo sabr¨¢ a final de temporada. El Athletic era feliz, a cambio, cuando supon¨ªa que iba a sufrir psicol¨®gicamente. Y gan¨®. Y se salv¨®.