BNG, el p¨²blico se va
La gente lee las revistas del coraz¨®n (?llamarle as¨ª al pendoneo fino o cutre!) para enterarse de las miserias ajenas, la prensa econ¨®mica para hacer m¨¢s dinero, los peri¨®dicos deportivos por los goles (?seis!) y la prensa diaria generalista no para leer sobre generales, sino sobre pol¨ªtica. A quienes la leemos tambi¨¦n nos interesa el Eur¨ªbor, queremos saber por qu¨¦ diantres (observen c¨®mo se puede utilizar una palabra sin saber lo que significa) a¨²n no le han dado la patada al presidente del Banco Central Europeo, Trichet (la ¨²nica explicaci¨®n es que Europa no existe, ech¨® el cierre hace tiempo y se qued¨® ese se?or ah¨ª). Tambi¨¦n nos interesa la gripe aviar, que ahora es porcina, pero antes fue vacuna, y si hay o no vacunas para la aviar y la porcina. Tambi¨¦n conocer los ignotos manejos del PP de Madrid y Valencia, que recuerda a Nuestro hombre en La Habana, la novela de Graham Greene que trataba de un sastre que era esp¨ªa. Aunque en la novela de Greene el protagonista era honrado. Nos interesa eso y m¨¢s pero, sobre todo, la pol¨ªtica. Aunque hoy no es decoroso decirlo, nos interesa la pol¨ªtica.
Pactar¨¢n unos con otros o con aqu¨¦llos y seguir¨¢n igual. Lo que no se sabe bien es lo que pactan
Es una verdadera l¨¢stima que en eso de la pol¨ªtica no entren de una forma m¨¢s clara cosas como lo que est¨¢ ocurriendo con el sector lechero gallego, que representa un 40% del de todo el Estado, es decir, que es la leche. Tiene una dimensi¨®n e importancia tal que deber¨ªamos estar todos gritando por la calle en vez de en los campos de f¨²tbol. S¨ª tiene importancia y es pol¨ªtica tambi¨¦n lo de la nueva Xunta, un sainete lleno de golpes de humor. Las andanzas de los conselleiros que firman esto o aquello, legal o ilegal, que entran y salen de una empresa a una conseller¨ªa y viceversa (?o era de una conseller¨ªa a una empresa y viceversa?), de los conselleiros importados de alg¨²n lugar glamouroso, de los que ni saben gallego ni tienen idea del pa¨ªs pero nos van a sacar de la lama y la bosta, de la leche y m¨¢s del atraso y de nuestra incultura secular. La tripulaci¨®n de una nave escacharrante fletada por N¨²?ez Feij¨®o que arranc¨® con tron¨ªo y promete gracias sin cuento.
Tambi¨¦n llamamos pol¨ªtica a ver como se divierten los partidos ahora en la oposici¨®n. El congreso del PSdeG tuvo poco jugo, como debatir no debatieron nada, llenaron el vac¨ªo dejado por Touri?o y pusieron en su lugar a Pachi (con ch, no con tx, que ya lo estoy viendo venir) V¨¢zquez. Reconozcamos que no es poco, un partido necesita que alguien parta y reparta, y adem¨¢s lo hicieron en un plis-plas, algunas cosas en caliente duelen menos. Eso s¨ª, dejaron en el aire una promesa de galleguidad y hay que imaginar que cuando se pongan a pensar quienes son y lo que quieren desarrollar¨¢n la idea y andar¨¢n algo por ese camino. Tambi¨¦n le llamamos pol¨ªtica a lo que hace ahora el BNG, unos van y otros vienen, yo no pacto, que eres t¨² el que quiere pactar, pacto pero con xeito no como t¨², que pactas a lo loco. Desde luego eso tambi¨¦n entra en la pol¨ªtica pero, francamente, ?a qui¨¦n le importa? Ellos aparte.
Hay un importante sector social dispuesto a apoyar a un partido pol¨ªtico propio y que lo lleva haciendo a pesar de los esfuerzos del BNG por desanimarlo. Gente que insiste en dar su apoyo a esa organizaci¨®n porque es la que hay, y lo hace a ciegas y a sordas, sin saber realmente lo que el BNG piensa (en realidad, s¨ª lo sabe y a pesar de ello lo vota) de Europa, de la autonom¨ªa, de Espa?a, del mundo... A pesar de todo, hay gente que sin ser del BNG, incluso sinti¨¦ndose bastante o muy lejos, les da su voto y confianza; es un fen¨®meno asombroso y casi ¨²nico y que dice mucho a favor de nuestra sociedad. Pero es evidente para cualquier observador, y aun despistado, que tanta fe no es eterna y esos apoyos se encogen de modo alarmante. No sabemos lo que va a pasar en las europeas pero parece que, visto lo que acaban de hacer con un eurodiputado, tampoco les va a importar.
Mientras tanto, discuten entre s¨ª fracciones de nombre cambiante que vienen siendo los de toda la vida, pero que ahora se mezclaron de otro modo, excepto la UPG, que los vuelve locos a todos, aunque ahora tambi¨¦n se llama de otro modo. En fin, pactar¨¢n finalmente unos con otros o con aqu¨¦llos y seguir¨¢n igual. Lo que no se sabe bien es lo que pactan (?o tambi¨¦n lo sabemos?). Cuando el p¨²blico se aburre de ver la misma pel¨ªcula acaba por abandonar la sala, aunque hay actores tan enfrascados en la comedia, que no drama, que no se enteran y siguen con su papel.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.