Los derechos humanos, globalizados
En un mundo que asume con naturalidad la globalizaci¨®n de la econom¨ªa -y de sus crisis- y de la enfermedad -con sus gripes y pandemias-, resulta inquietante que desde los poderes p¨²blicos trate de frenarse o entorpecerse la creciente aplicaci¨®n de la jurisdicci¨®n universal, favorable a la globalizaci¨®n de los derechos humanos, bajo protecci¨®n judicial. Es la ¨²nica globalizaci¨®n que causa molestias a los poderosos, pero la audacia de su aplicaci¨®n y la creatividad jur¨ªdica de su ejercicio avanza hacia un espacio universal de jurisdicci¨®n compartida en inter¨¦s de la humanidad, para evitar la impunidad de los verdugos y proteger la dignidad de sus v¨ªctimas.
En el caso de Espa?a, la previsi¨®n del legislador de 1985, al declarar competente a la jurisdicci¨®n espa?ola para conocer de los hechos atentatorios contra los derechos humanos, cometidos fuera del territorio nacional, que tard¨® m¨¢s de diez a?os en ejercerse -contra el dictador Pinochet-, comienza a contemplarse como un peligro desde altos cargos pol¨ªticos y judiciales, o desde el Ministerio Fiscal, que a veces se olvida de su misi¨®n constitucional de "promover la acci¨®n de la justicia". Incluso juristas de prestigio abogan por suprimir o reducir por ley esa justicia universal, que no es m¨¢s que el corolario de la capacidad expansiva de los derechos humanos, que dejan de ser patrimonio del Estado y dominio reservado del soberano para administrar a sus s¨²bditos, sin injerencias externas.
La jurisdicci¨®n universal ha roto las fronteras en beneficio de los titulares de los derechos humanos, en el camino hacia un orden p¨²blico mundial, mediante un poder penal y judicial planetario. Dejar la protecci¨®n de esos derechos universales en manos del Ejecutivo, para que a trav¨¦s de sus canales diplom¨¢ticos inste en los respectivos pa¨ªses infractores la persecuci¨®n de las violaciones cometidas es, adem¨¢s de antiguo, tan ut¨®pico como rid¨ªculo. Est¨¢ demostrado que las v¨ªas diplom¨¢ticas son utilizadas m¨¢s bien para presionar en contra de la vigencia de los derechos humanos o para amenazar con que el ejercicio de la jurisdicci¨®n universal pueda dar al traste con la venta de armas o el comercio entre Estados.
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