Un chasco monumental
Un gol de Llorente en el descuento da el empate al Villarreal ante un Bar?a que ya celebraba el t¨ªtulo
Aunque la Liga no es la Copa de Europa, hay goles que provocan el mismo dolor en un equipo y, obviamente, una parecida alegr¨ªa en el contrario. A buen seguro que el remate celestial de Iniesta todav¨ªa escuece en Stamford Bridge. Tambi¨¦n desde ayer perdurar¨¢ por mucho tiempo en el Camp Nou el zurdazo de Joseba Llorente al ¨¢ngulo derecho de V¨ªctor Vald¨¦s. Uno y otro cambiaron en el tiempo a?adido del partido dos marcadores que parec¨ªan inamovibles y, a pesar de que no tienen el mismo significado, por momentos escuecen igualmente. El que tom¨® el Chelsea no tiene ya remedio para los ingleses mientras que el recibido por el Bar?a podr¨¢ ser enmendado seguramente el domingo en Mallorca.
BARCELONA 3 - VILLARREAL 3
Barcelona: Vald¨¦s; Alves, Puyol, Piqu¨¦, Abidal; Xavi (Sergio Busquets, m. 88), Tour¨¦, Keita; Messi (Gudjohnsen, m. 89), Eto'o (Sylvinho, m. 78) e Iniesta. No utilizados: Pinto; C¨¢ceres, Bojan y Hleb.
Villarreal: Diego L¨®pez; Javi Venta, Gonzalo, God¨ªn, Capdevila; Pir¨¨s (Bruno, m. 63), Eguren, Ibagaza (Mati Fern¨¢ndez, m. 73), Cani; Llorente y Rossi (Nihat, m. 63). No utilizados: Viera; ?ngel, Fuentes y Matilla.
Goles: 1-0. M. 12. Keita marca de tiro cruzado y con efecto. 1-1. M. 22. Llorente remacha un bal¨®n a centro de Rossi. 2-1. M. 35. Eto'o, a pase de Iniesta. 3-1. M. 46. Alves, de falta. 3-2. M. 77. Mati Fern¨¢ndez, de penalti. 3-3. M. 90. Llorente resuelve en el ¨¢rea.
?rbitro: Teixeira Vitienes. Mostr¨® la cartulina amarilla a God¨ªn, Rossi, Alves y Mati Fern¨¢ndez y la roja directa a Abidal (m. 76).
Camp Nou: 95.776 espectadores.
La tensi¨®n emocional nunca ha sido el punto fuerte del equipo de Guardiola
A los azulgrana les pod¨ªa la prisa por marcar, por cerrar el partido
A veces, la Liga no se gana cuando quiere el futuro campe¨®n
Mientras tanto, a los azulgrana les costar¨¢ olvidarse de Llorente y del Villarreal. Amo y se?or de la Liga, el Bar?a hab¨ªa decidido cantar el alir¨®n con puntualidad, como corresponde a los grandes equipos, una jornada despu¨¦s de ametrallar al Madrid y de salir silbando de Stamford Bridge. El momento era tan dulce que cualquier resultado que no fuera la victoria se consideraba un chasco, m¨¢s que nada porque hay demoras que se convierten en pesadillas cuando el desenlace est¨¢ cantado. Todo estaba tan bien preparado para el alir¨®n y el partido se hab¨ªa puesto tan franco que el gol de Llorente cay¨® como si se hubiera perdido el campeonato. Habr¨¢ que aguardar. Falta un punto.
Al calor de su hinchada, especialmente cari?osa, sin que nadie le estorbara, cuando no ten¨ªa que atender a ning¨²n rival y ninguna clasificaci¨®n, sino que se trataba de responder a la propia exigencia de ganar, el Barcelona se qued¨® clavado, incapaz de poner a salvo una ventaja de dos goles, superado por el intervencionismo del ¨¢rbitro y la determinaci¨®n del Villarreal, que para nada se dej¨® vacilar, y menos con el contrario desgastado.
Anunci¨® Guardiola el s¨¢bado que al Bar?a le conven¨ªa ganar la Liga el domingo, en el Camp Nou, con la afici¨®n cul¨¦ y el equipo azulgrana jug¨® de salida como si fuera el ¨²ltimo partido de la Liga y en el intento se resolviera el t¨ªtulo. Nadie le ha discutido nada al Barcelona en la Liga y la Copa puede esperar tanto como la Champions: cada cosa a su tiempo. La hinchada llen¨® el estadio, el entrenador dispuso la mejor alineaci¨®n y el adversario se despleg¨® a partir de un rombo, una formaci¨®n muy ofensiva, a tono con un encuentro que no admit¨ªa medias tintas.
Al Barcelona le pod¨ªa la prisa. Prisa por marcar, por cerrar el partido, por cantar el alir¨®n. Meti¨® un gol pronto, tras un zurdazo de Keita que dio en Gonzalo, y encaj¨® el empate poco despu¨¦s, cuando Tour¨¦ perdi¨® una pelota en su cancha e Ibagaza tir¨® una contra precisa para Rossi, cuyo centro lo remat¨® Llorente a la red. Y si el Villarreal no remont¨® antes de la media hora fue porque Vald¨¦s le sac¨® un cabezazo terminal a Rossi. El Barcelona es al¨¦rgico a la excitaci¨®n, sobre todo en el Camp Nou, y ayer aparec¨ªa tan destemplado como ante el Madrid o el Espanyol.
Vulnerable emocionalmente, al equipo barcelonista le llev¨® un rato encontrar un punto de cordura. No es que se parara en la cancha, sino que aprovech¨® su punto de fiebre para volver a cobrar ventaja a la salida de un libre indirecto. Xavi toc¨® para Messi cuando todav¨ªa formaba la barrera el Villarreal, Messi profundiz¨® para Iniesta y el manchego asisti¨® a Eto'o en una media ca¨ªda para que el camerun¨¦s pusiera el 2-1. Un gol muy pillo en un partido abierto y divertido, a menudo protagonizado por los laterales, sobre todo por el imparable Alves.
El tanto del pichichi seren¨® al Bar?a, cada vez m¨¢s centrado y menos despistado. El encuentro se puso tan a gusto para los azulgrana que se impon¨ªa un tercer gol para asegurar la victoria, el t¨ªtulo y dedicarse despu¨¦s a pasar el rato en compa?¨ªa de los seguidores, muy animados y felices, m¨¢s divertidos que nunca. A Alves, precisamente uno de los jugadores que m¨¢s sintoniza con la grada por su despliegue, le correspondi¨® el honor de marcar el tercero en un libre directo: pas¨® Xavi de largo sobre el bal¨®n y el lateral engatill¨® un remate que sorprendi¨® a Diego L¨®pez, m¨¢s vulnerable que nunca. La cuenta se?alaba que era el gol 103 del campeonato y, por tanto, se superaba el registro (102) del a?o de Ronaldo, con Robson en el banquillo, y se situaba a cuatro del absoluto de Toshack con el Madrid (107).
La sensaci¨®n por entonces era que cualquier objetivo que se marcara el Bar?a en la Liga caer¨ªa a su debido tiempo. Ayer le alcanzaba con un poco de todo para batir al Villarreal: la velocidad, media; la mentalidad, adecuada; los desmarques, justos, y los goles, los necesarios. Tan mansa y cerrada se qued¨® la radiante tarde primaveral que entonces se dio la sorpresa. El ¨¢rbitro expuls¨® a Abidal por tirar a Nihat y pit¨® penalti: Mati Fern¨¢ndez puso el 3-2 cuando quedaba casi un cuarto de hora. La contienda se rompi¨® y, finalmente, no aguant¨® el Bar?a con uno menos. Justo cuando parec¨ªa haber pasado lo peor y Guardiola hab¨ªa perdido tiempo suficiente con los cambios, apareci¨® Llorente en el ¨¢rea y, rodeado de contrarios, solt¨® un disparo terrible a la escuadra. Al cuarto remate entre los tres palos atrap¨® el Villarreal el empate y chaf¨® la fiesta azulgrana en el estadio, en Canaletas y en Barcelona en el ¨²ltimo minuto, cuando m¨¢s duele.
No se puede cantar victoria antes de tiempo y mucho menos celebrarla en un estadio que lleva once a?os sin poder festejarla. A veces, la Liga no se gana cuando quiere el futuro campe¨®n. El empate de ayer dej¨® muy chafada a la gent blaugrana, que se pregunta si no se habr¨¢ roto el encanto. Un silencio sepulcral se impuso en el Camp Nou mientras se encadenaban las malas noticias. Iniesta se hab¨ªa lesionado en el minuto 93 y es duda para Roma. Exigidos desde la alineaci¨®n por tanto partido decisivo, los futbolistas empiezan a caer de mala manera en las situaciones m¨¢s complicadas. La tensi¨®n emocional nunca fue el punto fuerte del actual Bar?a.
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