L¨®pez advierte de que nadie debe esperar de su Gobierno una "revancha"

No figuraba como orador en la convocatoria y por eso fue la sorpresa que m¨¢s de veinte mil socialistas recibieron ayer en la antigua plaza de toros de Vistalegre de Madrid. El presidente del PSOE y ministro de Pol¨ªtica Territorial, Manuel Chaves, invit¨® al lehendakari, Patxi L¨®pez, a subir a la tribuna y corresponder con su palabra a tantas muestras de afecto que hab¨ªa recibido desde que puso el pie en el albero y se dirigi¨® hacia el asiento que le hab¨ªan designado junto al resto de los presidentes de gobiernos socialistas. No defraud¨® y se convirti¨® en el protagonista de este acto, convocado para calentar los motores de la campa?a socialista para las elecciones europeas del pr¨®ximo 7 de junio.

"No habr¨¢ una sola pol¨ªtica de mi Gobierno que margine a nadie"

"Que nadie espere revanchas. Venimos con la mano tendida, para sumar voluntades; no quiero una Euskadi enfrentada", proclam¨® L¨®pez, en la culminaci¨®n de una semana en la que ha dado todos los pasos institucionales y de partido inherentes a la elecci¨®n de su cargo.

Muchos de los dirigentes socialistas que le escucharon vislumbraron que en su discurso hab¨ªa distintos destinatarios, adem¨¢s, de los ciudadanos: el PSOE, el PP y el PNV. Que nadie espere una pol¨ªtica de partido o de enfrentamiento con los nacionalistas, fue la interpretaci¨®n de interlocutores socialistas. "No habr¨¢ una sola pol¨ªtica de mi Gobierno que margine a nadie en su pa¨ªs", asegur¨® el lehendakari, quien antes hab¨ªa recibido el homenaje de la secretaria de Organizaci¨®n socialista, Leire Paj¨ªn; del secretario general del partido en Madrid, Tom¨¢s G¨®mez y del presidente del PSOE, Manuel Chaves. Este ¨²ltimo emocion¨® al lehendakari al evocar a su padre, el dirigente socialista Eduardo Lalo L¨®pez Albizu, a quien Chaves conoci¨® muy bien.

"En las prioridades de mi gobierno no estar¨¢n las cuestiones identitarias, que tanto dividen a la sociedad, sino las pol¨ªticas de bienestar y la atenci¨®n a las necesidades de los ciudadanos", aclar¨® el lehendakari.

Todos los mensajes que desgran¨® marchaban en la misma direcci¨®n. "Voy a unir a la sociedad vasca, voy a construir una Euskadi en la que quepamos todos y en la que s¨®lo sobran los violentos y los terroristas", recalc¨®.

Cada una de sus palabras era rubicada por los aplausos entusiastas de los socialistas llegados a Madrid desde muchos rincones de Espa?a, a quienes insufl¨® orgullo de partido. "Estoy orgulloso de pertenecer a este partido. Nos hemos ca¨ªdo muchas veces, pero nos hemos levantado siempre; nos han asesinado, pero nos hemos mantenido firmes", enfatiz¨®. Y el auditorio se vino abajo de aplausos.

Despu¨¦s, el l¨ªder del PSOE, Jos¨¦ Luis Rodr¨ªguez Zapatero, redobl¨® el homenaje a sus compa?eros vascos y, con enojo evidente, recrimin¨® al ex presidente del Gobierno Jos¨¦ Mar¨ªa Aznar por atribuir a Jaime Mayor Oreja, ex l¨ªder del PP vasco, "el m¨¦rito del cambio". "La derecha siempre se apropia del trabajo de los dem¨¢s; no, el trabajo lo ha hecho Patxi L¨®pez y los socialistas vascos", casi grit¨® Zapatero.

Para vivir ese momento ha habido que "arriesgar y aguantar muchas incomprensiones", dijo Zapatero, en referencia impl¨ªcita al fracasado proceso de paz. Muchos entendieron a qu¨¦ se refer¨ªa cuando pidi¨® el "reconocimiento" para tres personas: Jes¨²s Eguiguren, presidente del PSE; Rodolfo Ares, consejero de Interior, y Alfredo P¨¦rez Rubalcaba, ministro del Interior de Espa?a. Los tres desempe?aron papeles importantes durante la fallida tregua