Brown pide disculpas a los brit¨¢nicos en nombre de toda la clase pol¨ªtica
Los casos de abusos en los gastos oficiales se extienden a los diputados 'tories '
El primer ministro brit¨¢nico, Gordon Brown, se vio obligado ayer a pedir disculpas en nombre de la clase pol¨ªtica del pa¨ªs ante el grave deterioro que est¨¢ sufriendo la reputaci¨®n de los pol¨ªticos por la manera en que abusan del dinero p¨²blico para cubrir sus gastos como diputados. Despu¨¦s de tres d¨ªas bombardeando al Gobierno y al Partido Laborista, el diario The Daily Telegraph centr¨® ayer en los diputados del Partido Conservador sus revelaciones sobre el dinero que recibieron de los contribuyentes para costear sus gastos.
"Quiero pedir perd¨®n en nombre de los pol¨ªticos, en nombre de todos los partidos, por lo que ha ocurrido y los acontecimientos de estos ¨²ltimos d¨ªas", dijo ayer Brown en un acto p¨²blico en Harrogate, en el norte de Inglaterra. En ese acto, el l¨ªder conservador, David Cameron, proclam¨® que "los cargos elegidos tienen la responsabilidad de actuar con propiedad". "No s¨®lo tienen que ajustarse a la ley, no s¨®lo han de actuar de acuerdo con las normas, sino con los m¨¢s altos est¨¢ndares ¨¦ticos", a?adi¨®.
Cameron ha recibido 92.000 euros por gastos en su segunda residencia
El l¨ªder de los Comunes, Michael Martin, que lleva meses a la defensiva despu¨¦s de haber sido acusado de abusar de los gastos que conlleva su cargo, anunci¨® en la c¨¢mara que se introducir¨¢n cambios para que los gastos sean controlados por una autoridad independiente. Y toc¨® tambi¨¦n el punto clave al decir: "Trabajar de acuerdo con las reglas no es lo ¨²nico que se espera de los honorables miembros; es importante que se imponga tambi¨¦n el esp¨ªritu de lo que es correcto".
La pauta seguida por los diputados es la misma en ambos partidos: act¨²an dentro de la legalidad o al menos con la cobertura legal de que sus gastos reciben el visto bueno de las autoridades correspondientes, pero su manera de proceder hace pensar que explotan el sistema para conseguir un beneficio que va mucho m¨¢s all¨¢ de sus gastos como diputados.
Entre los ejemplos citados ayer por el diario figuran altos cargos conservadores, algunos de ellos muy pr¨®ximos al l¨ªder. Curiosamente el Telegraph otorga a Cameron el t¨ªtulo de M¨ªster Limpio por sus cuentas a pesar de que ¨¦ste ha ingresado en los ¨²ltimos cuatro a?os casi 92.000 euros por gastos en su segunda residencia, en l¨ªnea con el resto de diputados criticados estos d¨ªas y no muy lejos del l¨ªmite de 26.500 euros anuales. Pese a ser rico de familia y estar casado con una mujer de familia multimillonaria, Cameron ha recuperado a cargo de los contribuyentes miles de euros de intereses de su hipoteca. El diario criticaba la v¨ªspera a Tony Blair por hacer precisamente eso. Cuando lo hizo, Blair a¨²n no era rico. Ahora, tal vez ya lo es.
Los abusos de los tories se parecen mucho a los de los laboristas. Diputados que mejoran su segunda residencia justo antes de designar otra (Michael Gove). O que designan como segunda residencia una que est¨¢ a pocos kil¨®metros de su casa (Chris Grayling). O el que se compra un piso frente a su casa, alquila la casa y empieza a reclamar ayudas para pagar el nuevo piso, como el adinerado ex banquero Francis Maude. O el que se arregla el jard¨ªn (Alan Duncan) a costa del contribuyente.
No faltan casos miserables, como el de la diputada que carga al Estado 0,87 euros por dos latas de comida para perros (Cheryl Gillan). O el que necesita que un operario vaya a su casa a cambiar 25 bombillas (David Willetts).
La exposici¨®n de todos estos casos ha hecho un gran da?o a la clase pol¨ªtica a un mes de las elecciones locales y europeas del 4 de junio. Ya antes de que estallara este esc¨¢ndalo se daba por seguro que esos comicios iban a ser un desastre para Gordon Brown y el Partido Laborista. Ahora, el voto de protesta podr¨ªa dirigirse no ya contra el Gobierno, sino quiz¨¢s tambi¨¦n contra la oposici¨®n. Al menos en lo que respecta a las europeas, unas elecciones que los brit¨¢nicos nunca se han tomado muy en serio y que aprovechan para mostrar su frustraci¨®n.
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