"Era negra y pobre; s¨®lo la voz me sac¨® de la miseria"

Frente a unos rollitos de ensaladilla con jam¨®n comienza a hablar de la carapulcra, del mondongo y el cau cau. Comidas que aprendi¨® de su madre, excelente cocinera, y que elabora para sus amigos cuando despu¨¦s de viajar por el mundo con sus canciones retorna a su casa en Per¨². De ella tambi¨¦n aprendi¨® la primera de las lecciones de su vida, no bajar la mirada y estar orgullosa de sus or¨ªgenes. "Eres negra, pobre y lo ¨²nico que puedes hacer es estudiar m¨¢s que los dem¨¢s', me dijo mi madre. Estudi¨¦, pero fue mi voz la que me sac¨® de la miseria", sentencia Susana Baca, cantante, compositora e investigadora.

Fue su necesidad de saber sobre sus or¨ªgenes, consciente de que como afroperuana siempre se hab¨ªa sentido excluida y olvidada, lo que le llev¨® a buscar sus ra¨ªces. Creci¨® en Chorrillos, un barrio costero a las afueras de Lima, y all¨ª se empap¨® del legado cultural que los africanos llevaron a Per¨² como esclavos. "Los afroperuanos no sab¨ªan ni siquiera nuestra historia y hab¨ªa que empezar de cero. Soy mezcla de negra e indio. Sent¨ª la segregaci¨®n siendo ni?a cuando no fui elegida para el grupo de baile del colegio por ser negra. Es entonces cuando te das cuenta de que algo ocurre. Cuando uno es ni?o no se ve diferente a los dem¨¢s hasta que por el color de tu piel te discriminan. En vez de sentir compasi¨®n, lo que me dijo mi madre fue: 'Est¨¢s sola y lo ¨²nico que te queda en la vida es ser alguien porque eres negra y pobre".

La cantante peruana ha buscado sus ra¨ªces africanas en la m¨²sica

Sus viajes le han proporcionado un amplio conocimiento de las cocinas del mundo, le gusta la espa?ola porque encuentra algunas similitudes con la suya, pero ensalza la riqueza de la peruana, "la exquisitez, al igual que la belleza, se logra con la mezcla". Susana Baca se ha preocupado por buscar ritmos y melod¨ªas de la m¨²sica afroperuana. Adem¨¢s, ha puesto m¨²sica a los poemas de Pablo Neruda, C¨¦sar Vallejo, Alejo Carpentier, D¨¢maso Alonso y Jorge Edwards, Miguel Hern¨¢ndez o Blas de Otero. No contenta con ello, recorri¨® 600 kil¨®metros de la costa peruana recopilando testimonios y documentos descendientes del negro.

Susana Baca se hizo maestra de ni?os y comenz¨® a dar clases. Su amor por la literatura le puso en contacto con los artistas populares peruanos que la hicieron caminar por un mundo que le resulta interesante. "Cuando me sub¨ª a un escenario me di cuenta de que ¨¦se era mi verdadero mundo, que eso es lo que quiero, y me lanzo de lleno a ello". Fue entonces cuando comenz¨® una relaci¨®n muy estrecha con los poetas.

Mientras pide unos escalopines con salsa de marsala vuelve a hablar de su ra¨ªces y de c¨®mo siente que de tanto viajar ha perdido parte de la sabidur¨ªa de su madre en los fogones. "Ella era cocinera de la gente rica y su comida era exquisita".

Sus largos pendientes, realizados por una artesana peruana, se mueven de un lado a otro cuando habla. "Estoy orgullosa de que los j¨®venes no sientan esa ansiedad que yo tuve que padecer siendo ni?a. Es una infelicidad no aceptarse, porque hay que asumir que nosotros hemos aportado mucho a ese pa¨ªs. La mezcla enriquece".

El grupo de Susana Baca utiliza instrumentos musicales tradicionales como la quijada de burro o el caj¨®n, que provienen de los africanos que llegaron a Per¨² como esclavos.