El Papa critica el muro de Israel y pide el fin del embargo a Gaza
Ratzinger condena la destrucci¨®n en la franja y aboga por un Estado palestino
A 20 metros del muro de hormig¨®n, en un colegio del campo de refugiados de Aida, en la ciudad de Bel¨¦n, en el lugar preciso para proclamarlo y ante la audiencia deseosa de escucharlo, el Papa conden¨® ayer las pol¨ªticas represivas de Israel contra los palestinos. "En un mundo donde cada vez m¨¢s fronteras se abren al comercio, los viajes, los movimientos de personas y el intercambio cultural, es tr¨¢gico ver como se alzan todav¨ªa muros", afirm¨® Benedicto XVI.
El pont¨ªfice abog¨® por un "pronto levantamiento del bloqueo" econ¨®mico a Gaza, y reivindic¨® para el pueblo palestino el derecho "a una patria soberana en la tierra de sus antepasados, segura, en paz con sus vecinos y con fronteras reconocidas internacionalmente".
En su primer encuentro con el presidente palestino, Mahmud Abbas, Joseph Ratzinger hizo tal vez el discurso m¨¢s pol¨ªtico y valiente de su complicada visita a Tierra Santa. Cit¨® todos los agravios que hieren la conciencia colectiva palestina, sin olvidar la destrucci¨®n y el asedio de Gaza, un asunto capital del conflicto con Israel y que divide a los propios palestinos. De hecho, Abbas obvi¨® el asunto en su saludo.
"En esta Tierra Santa est¨¢n los que siguen construyendo muros de separaci¨®n en vez de puentes; los que intentan empujar a musulmanes y cristianos a abandonar esta tierra", dijo el Papa, minutos despu¨¦s de atravesar la imponente barrera que ha convertido Bel¨¦n en una ciudad aislada de Jerusal¨¦n, vital para su desarrollo. "Aunque los muros pueden ser f¨¢cilmente construidos, todos sabemos que no duran para siempre, pueden ser derribados", dijo por la tarde, cuando se desped¨ªa del presidente palestino.
El jefe de la Iglesia cat¨®lica critic¨® la divisi¨®n de las familias "por el encarcelamiento de parientes o por las restricciones de la libertad de movimientos"; habl¨® de la precariedad de la vida y "las limitadas oportunidades de empleo"; y calific¨® como "leg¨ªtima" la "aspiraci¨®n a tener casas permanentes y un Estado palestino" y anim¨® a los j¨®venes a "resistir" la tentaci¨®n de la violencia.
Hubo referencias a Gaza -un territorio "roto por la guerra"- en tres de los cuatro discursos de la jornada. Y la palabra muro se escuch¨® media docena de veces. Nada m¨¢s tomar la palabra en la misa que congreg¨® a miles de fieles en la plaza del Pesebre, Ratzinger salud¨® a 48 peregrinos provenientes de la franja -Israel concedi¨® permisos a un centenar de los 400 que solicitaron ir a Bel¨¦n- y expres¨® su dolor "por las p¨¦rdidas, la dureza y el sufrimiento". Fue el momento m¨¢s aplaudido del acto, y los habitantes de Bel¨¦n y los peregrinos llegados de todo el mundo corearon gritos de "viva Gaza". Durante la misa, el muec¨ªn no llam¨® a la oraci¨®n desde la cerrada mezquita de Omar. Al acabar, hubo coros en italiano de "?viva el Papa!" y "?viva Palestina!".
Lo que esperan ahora los palestinos es que la comunidad internacional presione a Israel. En una ciudad donde la poblaci¨®n cristiana se reduce a pasos agigantados, el Papa exigi¨® a Tel Aviv que garantice el contacto entre familiares y el acceso a los lugares santos, rebatiendo la afirmaci¨®n que hizo el presidente israel¨ª, Simon Peres, durante el mensaje de bienvenida en el aeropuerto.
Por la tarde, el Papa visit¨® un colegio del campo de refugiados de Aida, situado s¨®lo a unos metros del muro. Habl¨® sobre un peque?o escenario habilitado en el patio, despu¨¦s de que Israel negara el permiso para utilizar el anfiteatro de piedra construido por los palestinos en la puerta de la escuela (donde luc¨ªa un cartel de prohibido entrar con metralletas) porque se ve¨ªa una torreta militar y una gran llave que simboliza el retorno de los refugiados. A cambio, ni?os palestinos desfilaron mostrando llaves m¨¢s peque?as, y acudieron familiares de prisioneros.
En medio de un calor sofocante y un precario atrezo, con carteles alusivos a la Nakba (la cat¨¢strofe, la expulsi¨®n de 800.000 palestinos en las fechas en que se fund¨® el Estado sionista), el Pont¨ªfice pidi¨® a los j¨®venes que se preparen "para el tiempo en que ser¨¢n responsables de los asuntos del pueblo palestino".
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