Obama rectifica y proh¨ªbe publicar las fotos sobre torturas
El Pent¨¢gono teme que las im¨¢genes provoquen un aumento de la violencia
Atendiendo la recomendaci¨®n del Pent¨¢gono, Barack Obama decidi¨® ayer dar marcha atr¨¢s en su compromiso de hacer p¨²blicas una serie de fotos muy comprometedoras sobre torturas por parte de soldados norteamericanos a prisioneros en Irak y Afganist¨¢n.
La Casa Blanca anunci¨® ayer que el presidente hab¨ªa cambiado de idea porque ha entendido que las fotos en cuesti¨®n pod¨ªan inflamar los sentimientos entre la poblaci¨®n de los pa¨ªses citados y, como consecuencia, poner en peligro a las tropas estadounidenses que permanecen all¨ª.
La censura de esas fotos, algunas de las cuales muestran, al parecer, interrogatorios muy violentos y malos tratos a prisioneros de forma muy expl¨ªcita, fue solicitada a Obama este martes por el secretario de Defensa, Robert Gates, el jefe del comando central, general David Petraeus, y los mandos militares en Afganist¨¢n e Irak.
Los responsables del Pent¨¢gono advirtieron al presidente de que la publicaci¨®n de las fotograf¨ªas podr¨ªa provocar un incremento de las actividades terroristas y de los ataques contra los soldados norteamericanos. En particular, el general Raymond Odierno, jefe de la misi¨®n en Irak, defendi¨® la prohibici¨®n como esencial para el ¨¦xito de su trabajo.
La Administraci¨®n de Obama se comprometi¨® a hacer p¨²blicas esas im¨¢genes en marzo pasado, en el marco de un arreglo en el tribunal que llevaba la demanda en ese sentido presentada por la Uni¨®n Americana de Libertades Civiles (ACLU, en sus siglas en ingl¨¦s). Esta organizaci¨®n independiente a favor de la libertad de expresi¨®n hab¨ªa acudido a la justicia para conocer las fotos varios a?os antes, durante el Gobierno de George W. Bush.
Poco despu¨¦s de asumir el cargo, Obama fue aconsejado por sus asesores jur¨ªdicos a acceder a la petici¨®n de la ACLU, entendiendo que la fiscal¨ªa general no ten¨ªa opci¨®n alguna de ganar en los tribunales. El caso se podr¨ªa haber retrasado algunos meses m¨¢s por medio de distintas argucias legales, pero Obama consider¨® entonces que publicar las fotos, algo finalmente inevitable, podr¨ªa contribuir a reforzar el esp¨ªritu de transparencia que rige su gesti¨®n. Ahora parece haber observado otros ¨¢ngulos del asunto y ha cambiado de opini¨®n. Obama tuvo que soportar una fuerte pol¨¦mica el mes pasado por la publicaci¨®n de informes oficiales que confirmaban el uso de la tortura. Esa pol¨¦mica seguramente hubiera aumentado muchos decibelios con fotos -la ACLU ped¨ªa 44, pero puede haber cientos- cuyo contenido hubiera conmocionado a la opini¨®n p¨²blica.
Por un lado, esas fotograf¨ªas hubieran actuado como petr¨®leo arrojado sobre los incendios de Irak y Afganist¨¢n. Pero, por el otro, hubieran reavivado la presi¨®n sobre Obama para investigar a los m¨¢ximos responsables de la anterior Administraci¨®n por su responsabilidad en las torturas, algo a lo que el presidente se resiste.
Precisamente ayer comenz¨® en el Comit¨¦ de Asuntos Judiciales del Senado la primera audiencia que trata de arrojar alguna luz sobre toda esta pol¨¦mica. Uno de los comparecientes, un ex agente del FBI, sostuvo que, por su experiencia, la t¨¦cnica del ahogamiento fingido, considerado tortura por la actual Administraci¨®n, no ha resultado eficaz para conseguir pruebas contra sospechosos de terrorismo.
Algunos senadores dem¨®cratas tratan de establecer ese punto para negar la acusaci¨®n de los republicanos, encabezados por el ex vicepresidente Dick Cheney, de que la prohibici¨®n de esos m¨¦todos ha hecho a Estados Unidos m¨¢s vulnerable ante sus enemigos y menos seguro.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.