La ley usar¨¢ la contaminaci¨®n para limitar la apertura de 'h¨ªpers'

La nueva normativa con la que el Gobierno catal¨¢n ordenar¨¢ el desarrollo comercial mantendr¨¢ un control firme de la apertura de grandes superficies, aunque con criterios medioambientales y de urbanismo, en lugar de la dimensi¨®n de la oferta comercial. Todos los establecimientos que superen los 2.500 metros cuadrados tendr¨¢n que llevar consigo una estimaci¨®n de las emisiones atmosf¨¦ricas de di¨®xido de carbono (CO2) derivadas del tr¨¢fico generado por la afluencia de p¨²blico a su centro y ¨¦stas tendr¨¢n que ser "un 20% inferiores a la media de emisiones de CO2 del ¨¢mbito donde se localiza el proyecto". Por ejemplo, en la regi¨®n metropolitana de Barcelona la media es de 0,1078 toneladas de CO2 por metro cuadrado de superficie edificada y para el resto de Catalu?a es de 0,2277 toneladas.

Este requisito indispensable para obtener la licencia comercial consta en el borrador de la nueva ley de equipamientos comerciales catalana que prepara el Departamento de Innovaci¨®n, Universidades y Empresa, al que ha tenido acceso este diario. Tambi¨¦n tendr¨¢ que certificarse la existencia de medios de transporte p¨²blicos para atender los flujos de p¨²blico. El informe de la autoridad territorial sobre el impacto en la movilidad y en el medio ambiente tendr¨¢ car¨¢cter vinculante si es negativo, as¨ª como el relativo a su impacto e integraci¨®n paisaj¨ªstica.

La Generalitat, que ha iniciado un debate con el sector para acabar de alumbrar la nueva normativa, pretende una licencia comercial "¨²nica" para todos los establecimientos superiores a 800 metros cuadrados de superficie de venta. Los planeamientos urban¨ªsticos de los ayuntamientos quedar¨¢n afectados por la nueva ley y se requerir¨¢ un informe la Generalitat respecto a las reservas de suelo, que ser¨¢ vinculante si es negativo.

La directora de Comercio, Gemma Puig, no se pronunci¨® ayer sobre medidas concretas y se limit¨® a se?alar: "El contenido del borrador debe evolucionar mucho, ahora s¨®lo se ha presentado al sector en una primera toma de contacto para recoger sus impresiones". La ley catalana busca adaptarse a la nueva directiva europea de servicios. El objetivo de la normativa que empieza a discutir el Gobierno catal¨¢n es reducir la movilidad y potenciar un modelo de ciudad que combine el uso residencial con el comercio y los servicios, as¨ª como la cohesi¨®n territorial.

La norma prev¨¦ el impulso de zonas comerciales en tramas urbanas consolidadas y de baja densidad, pero tambi¨¦n en nudos de infraestructuras territoriales y "¨¢reas de desarrollo estrat¨¦gico"; es decir, zonas externas a la ciudad donde se prevea "un proyecto estrat¨¦gico de pa¨ªs", que se llevar¨¢ a cabo "por acuerdo de gobierno".