Austeridad en la cocina
MANDI, un nuevo restaurante madrile?o de ambiente sofisticado y un men¨² que apuesta por la sencillez
Sin alterar un ¨¢pice su modelo de gesti¨®n, la familia Tejedor prosigue la apertura de nuevos restaurantes al margen de las dificultades que en estos momentos afectan a parte de la hosteler¨ªa. Locales cuyo n¨²mero se desdobla desde hace tiempo y en cuya lista figuran nombres tan emblem¨¢ticos en Madrid como La M¨¢quina, Puerta 57 y Casa Nemesio. A pesar de que todos ellos mantienen estilos diferenciados, se trata de bulliciosas casas de comida en versi¨®n contempor¨¢nea que se complementan con barras de bar notables y ciertos asadores de trasfondo castizo.
?Cu¨¢les son las razones de su ¨¦xito? Algo tan sencillo como complejo: una apuesta encendida por especialidades tradicionales espa?olas (frituras, guisos, tapas o asados) que se ponen a punto con materias primas de mucha calidad que se adquieren a una red de proveedores escogidos. Por definirlo de alg¨²n modo, una suerte de neoconservadurismo gastron¨®mico que se encuentra en el candelero con merecimiento. Puro confort food (comida confortable) en versi¨®n siglo XXI que, a pesar de irregularidades espor¨¢dicas, en algunos de sus locales roza los lindes de la mejor cocina de siempre.
MANDI
PUNTUACI?N: 6,5
Almagro, 20. Madrid. Tel¨¦fono: 913 10 45 20. Internet: www.casamandi.es. Cierra: domingos. Precios: entre 55 y 75 euros por persona. Tortilla de anchoas frescas, 15,20 euros. Lubina en costra de sal, 32,50. Corte de vaca a la brasa, 24,80. Torrija carameliza con helado de vainilla, 7,20 euros.
Encuentra los mejores hoteles de Madrid con la gu¨ªa de EL VIAJERO
Hace algo m¨¢s de un mes, Javier, hijo de Carlos Tejedor, patr¨®n del grupo, inauguraba por su propia cuenta Mandi, local de est¨¦tica retro vanguardista dotado de pocas mesas, dos reservados y un rinc¨®n de paso a modo de cuarto de estar como si se tratara de una casa particular decorada a la ¨²ltima. Interiorismo de contrastes, con instalaciones profesionales de tecnolog¨ªa punta y -?gran sorpresa!- una carta de gran austeridad formal salpicada de platos abrumadoramente elementales. Lo de siempre dentro del grupo, pero con golpes de simplicidad todav¨ªa m¨¢s acusados. Pocas veces el antagonismo entre la sencillez de las recetas y la sofisticaci¨®n ambiental alcanza cotas tan marcadas como en este caso.
Doradas esparde?as
Se puede empezar con unas gambas rojas que se anuncian hervidas en agua de mar, de punto correcto, que resultar¨ªan bastante m¨¢s delicadas si se sirvieran templadas en lugar de heladas, tal y como se presentan. Y como alternativa, unas esparde?as de textura espl¨¦ndida, ligeramente doradas a la plancha. Ejemplos de una cocina sin mecanismos de defensa cuyo mayor m¨¦rito reside en la frescura de sus ingredientes.
Lamentablemente, cuando Javier Tejedor y su equipo se remangan para cocinar, los resultados no est¨¢n a la altura esperable. Ni la tortilla de boquerones, algo anodina, convence como debiera, ni las habas mini y los guisantes de l¨¢grima salteados con mollejas de cordero (lecherillas) suscitan los elogios que les corresponder¨ªan.
Con los segundos se mantiene la t¨®nica. Es correcto el taco de lubina asado en costra de sal, moldeada con la apariencia de una empanada gallega, y desilusiona la lechoncilla lacada, de piel reblandecida y ese insidioso tufillo que suele acompa?ar a ciertos animalitos. Mejor suerte corre el asado de tira, sabroso aunque de textura algo fibrosa.
Torrija caramelizada
Entre los postres, un sufl¨¦ de vainilla demasiado edulcorado y una estupenda torrija caramelizada con helado. En el resto, la suma de muchos detalles positivos. A la lista de vinos, aceptablemente cuidada, hay que a?adir una selecci¨®n de c¨®cteles y aperitivos, infusiones, whiskys de malta y destilados.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.