Cadena de cierres en el comercio de barrio
Las historias de Roser Castro y de Laxmi se perder¨¢n en los miles de n¨²meros de las futuras estad¨ªsticas. Roser atiende a su negocio familiar, la relojer¨ªa Blanes, que se prepara para cerrar despu¨¦s de 101 a?os de historia y tres generaciones tras el mostrador. La representante de la cuarta generaci¨®n, la hija de Roser, no se ha atrevido finalmente a confiar su futuro a este peque?o establecimiento, el m¨¢s antiguo del barrio de Sant Antoni. Roser, de 65 a?os, se jubila en el negocio de la familia de su marido, que empez¨® como quiosco en 1908 y luego se convirti¨® en un taller de compostura de relojes con varios obreros. "Mi marido muri¨® hace 10 a?os y yo he esperado hasta ahora porque se lo quer¨ªa pasar a mi hija, pero las cosas est¨¢n mal para eso. S¨®lo faltan las obras que van a empezar en el mercado".
La crisis pone en jaque a la tienda familiar y dificulta su relevo generacional
Catalu?a pierde 1.000 empresas y m¨¢s de 48.000 empleos del sector en un a?o
Unos metros m¨¢s all¨¢, Laxmi ha empezado a liquidar un batiburrillo de blusones, bisuter¨ªa y objetos de decoraci¨®n de India, pa¨ªs desde el que aterriz¨® en Barcelona hace 30 a?os. En la peque?a tienda de Laxmi y su hijo no hay ninguno de esos peri¨®dicos que hablan de "brotes verdes" que adivinan una pr¨®xima recuperaci¨®n econ¨®mica, s¨®lo suena una vibrante m¨²sica india como fondo de su explicaci¨®n: "Entre octubre y ahora han bajado las ventas el 60%, as¨ª que perdemos 1.200 euros al mes. Cerramos, pero la cuesti¨®n es a qui¨¦n le traspasamos ahora el negocio".
Un buen n¨²mero de carteles de traspasos y locales disponibles redise?a el paisaje de los barrios de Barcelona desde hace meses. No hay cifras de lo que llevamos de 2009, pero entre 2007 y 2008 se han perdido en Catalu?a m¨¢s de 1.000 empresas de venta al detalle excepto de veh¨ªculos (han pasado de 85.142 a 84.006, un 1% menos, en t¨¦rminos relativos), seg¨²n los ¨²ltimos datos del Instituto Nacional de Estad¨ªstica (INE). El n¨²mero de empleados se ha reducido en 48.000, un 14,4%, en todo el sector (incluidos los grandes centros) entre marzo pasado y el mismo mes de 2008, seg¨²n la EPA. Y s¨®lo en los tres primeros meses de este a?o han desaparecido 714 aut¨®nomos del sector, hasta quedar en 130.779, seg¨²n el observatorio del trabajo aut¨®nomo de CC OO.
"La crisis acelera los procesos. El comercio m¨¢s peque?o, que no pertenece a un grupo, lo est¨¢ pasando muy mal. Nos preocupan los cierres de tiendas; el mes pasado contamos centenares de cierres en toda Catalu?a", alerta Alejandro Go?i, presidente de Pimec Comercio. Y es que la naturaleza de los botiguers, el ADN del modelo de ciudad catalana, lleva a?os transform¨¢ndose por el peso de las grandes cadenas y los problemas de relevo generacional, pero la tendencia se agrava por la crisis, como en la relojer¨ªa Blanes.
El secretario general de la Confederaci¨®n de Comercio de Catalu?a, Miquel ?ngel Fraile, relativiza el efecto de la crisis. "Se pierden empresas, pero no superficie de venta, porque se tiende a establecimientos m¨¢s grandes", explica. Se trata, adem¨¢s, de un sector de alta rotaci¨®n; es decir, a los numerosos cierres se suceden aperturas, aunque la p¨¦rdida de 2008 ha sido neta.
Go?i recalca que en el problema del relevo generacional la entrada en juego de los inmigrantes est¨¢ resultando "clave", ya que se hacen cargo de tiendas y bares que dejan las familias catalanas.
Los extranjeros, como Laxmi, tambi¨¦n sufren la crisis, y no se salvan los empresarios chinos dedicados a la venta mayorista en el sector textil. Lam Chuen Ping, presidente de la Uni¨®n de Asociaciones Chinas, asegura que el trabajo de sus asociados ha ca¨ªdo en picado, pero "lo est¨¢n aguantando mejor por la mentalidad que tienen y su preparaci¨®n para trabajar en situaciones duras. Adem¨¢s son empresas relativamente j¨®venes que est¨¢n a¨²n en fase de crecer y no de recoger los frutos".
La crisis ha recortado las ventas de todos los comerciantes (el 5,6% en marzo de 2009 respecto al mismo mes de 2008, seg¨²n, datos de la Generalitat), pero algunos aseguran que van a seguir dando guerra hasta que la crisis y su psicosis pasen.Y es que, tal como explica la directora general de Comercio de la Generalitat, Gemma Puig, "no hay que ser alarmista porque entonces la demanda se contrae m¨¢s", adem¨¢s de que la p¨¦rdida de comercios es porcentualmente peque?a.
"Va haber un antes y un despu¨¦s en el comercio, pero vamos a impulsar pol¨ªticas para que el comercio urbano se renueve y no se pierda", apunta, y en esta direcci¨®n va tambi¨¦n la futura ley del Comercio. Maria Rosa, de 79 a?os, es de las que van a seguir adelante. Lleva toda su vida al frente de Confecciones El Capricho, junto al mercado de Sant Antoni, y ha superado ya muchas crisis. "Una tienda, si no se hacen tonter¨ªas, sale adelante", asegura.
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