La primera subasta inversa para la venta de pisos no logra vender ni uno
Algunas de las 110 viviendas ten¨ªan una rebaja del 40%
Nadie puj¨®. La f¨®rmula de la subasta inversa, que ayer se ensay¨® por primera vez en Reus para tratar de vender pisos construidos, tampoco funciona. De los 110 que se ofrec¨ªan, no se vendi¨® ni uno. Y eso que en algunos casos los precios llegaron a rebajarse el 40%. El silencio fue la respuesta, una y otra vez, a las sucesivas ofertas del subastador, que rebajaba el precio de salida de 5.000 en 5.000 euros, hasta 50.000 o 60.000, en los tres minutos que duraba cada puja. Nada anim¨® a los asistentes a la subasta, que comenz¨® a las 10.30 y se prolong¨® hasta las 18.00, con un par¨¦ntesis para comer. "Bien, parece que ¨¦ste tampoco les interesa" o "ya no puedo bajar m¨¢s", repet¨ªa anonadado el subastador. En la subasta inversa se va bajando el precio hasta el m¨ªnimo secreto prefijado por el vendedor.
El desarrollo del acto revel¨® la situaci¨®n de un sector que ha ca¨ªdo del cielo y no encuentra suelo. Los pisos que ayer se subastaban de la misma manera que se venden "percebes y langostinos", dijo el speaker, pertenecen a una veintena de promotores de la provincia de Tarragona, cada uno de los cuales ofertaba entre 5 y 20 pisos ubicados en distintas localidades. La rebaja media oscilaba entre el 20% y el 30%. Incluso el precio m¨ªnimo o "precio de reserva", fijado ante notario, se llegaba a rebajar para propiciar un hipot¨¦tico acuerdo cara a cara entre comprador y vendedor. Nadie se movi¨®. S¨®lo se percibi¨® un ligero temblor en el local -prefabricado-, por efecto de alguna obra pr¨®xima. Pese al resultado, el organizador del acto, ?lvaro D¨ªez, de una empresa de mercadotecnia que propuso la f¨®rmula de la subasta a la baja, no admiti¨® el fracaso y se?al¨® que los promotores hab¨ªan contactado con personas interesadas.
La mayor¨ªa de los asistentes confesaron haber acudido m¨¢s por curiosidad, para ver los precios y las rebajas, que por inter¨¦s de compra. Marga Celma, propietaria de una inmobiliaria, acudi¨® para sondear el ambiente. Celma culp¨® a los bancos de la crisis: "Cuando vamos con un cliente a pedir un cr¨¦dito nos miran como competidores porque ellos mismos se han convertido en inmobiliarias".
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