El papel del ICO en la crisis
En las ¨²ltimas semanas asistimos, un d¨ªa s¨ª y otro tambi¨¦n, a una constante cr¨ªtica centrada en una supuesta incapacidad del ICO para afrontar los retos de la presente crisis. Dado que me parecen muy injustas muchas de esas manifestaciones, intentar¨¦ desentra?ar algunas de las cr¨ªticas m¨¢s habituales, que no dejan de ser lo que son, juicios de valor, opiniones basadas en el desconocimiento de lo que se habla o tergiversaciones de compleja intencionalidad.
Primera insinuaci¨®n: el "insignificante" papel del ICO en la actual situaci¨®n.
Hasta el presente, el ICO tiene encargadas l¨ªneas de actuaci¨®n por un monto total de unos 37.000 millones de euros, que unido a su actividad en pr¨¦stamos directos y descontadas las amortizaciones de los pr¨¦stamos previamente otorgados, determinan un crecimiento neto de los recursos puestos a disposici¨®n de la sociedad de unos 35.000 millones. La forma m¨¢s sencilla de ver esta aportaci¨®n consiste en comprobar la evoluci¨®n del balance del ICO. Pues bien, dicho balance ha crecido en lo que llevamos de a?o unos 15.000 millones de euros.
El ICO aporta este a?o el 60% de las necesidades de financiaci¨®n neta de la econom¨ªa espa?ola
Si pensamos que las necesidades de financiaci¨®n neta de la econom¨ªa espa?ola ser¨¢n este a?o de unos 60.000 millones (el d¨¦ficit por cuenta corriente), el hecho de que el ICO aporte el 60% de todas las necesidades de financiaci¨®n netas de la econom¨ªa espa?ola no me parece irrelevante.
Por si alguien puntualiza que, en el fondo, todo lo que financia el ICO no son aportaciones netas "en sentido estricto", dado que no todas sus emisiones se colocan en el exterior, le aclarar¨ªa que, tradicionalmente, las emisiones del ICO se colocan en los mercados exteriores, no se utilizan los recursos presupuestarios, ni tampoco son subvenciones. Es ahorro externo captado en mercados exteriores que hay que devolver si se quiere mantener la actividad futura y una cuenta de resultados positiva.
En consecuencia, e hilando muy fino, el ICO aportar¨¢ este a?o, si se cumplen las expectativas y se mantienen las tendencias, el 45% de las necesidades de financiaci¨®n neta de la econom¨ªa espa?ola, m¨¢s que ninguna otra instituci¨®n financiera.
Segunda insinuaci¨®n: una cosa es hablar y otra cumplir; las l¨ªneas no llegan a sus destinatarios.
Un segundo bloque de acusaciones se refiere a la baja utilizaci¨®n de algunas de las l¨ªneas. El ICO no tiene red, ni cuentas corrientes, ni descuento de papel, ni la mayor parte de los servicios que puede ofrecer una entidad financiera, porque as¨ª lo acordaron los gobiernos que regularon su funcionamiento, pensando que hab¨ªa que evitar a toda costa crear una banca p¨²blica que compitiera con la privada.
El ICO, al configurarse como banca de segundo piso (salvo las excepciones de las operaciones grandes y singulares), debe utilizar la red de la banca para distribuir sus productos (ICO-PYME, ICO-liquidez, y as¨ª hasta 24 l¨ªneas, por ahora).
Al no contar con red propia, el problema del ICO no radica en c¨®mo distribuir los potenciales pr¨¦stamos (eso es f¨¢cil, la banca electr¨®nica est¨¢ inventada hace mucho), sino en c¨®mo valorar los riesgos de las personas solicitantes. Distribuir las l¨ªneas a ciegas no es prestar, es asumir riesgos muy elevados de quebrantos futuros.
De los 37.000 millones previstos para este a?o, las entidades financieras han prestado unos 5.000 en tres meses y medio efectivos de funcionamiento de las l¨ªneas. Si se mantiene la tendencia (que previsiblemente se acelerar¨¢), el ICO terminar¨¢ el a?o aportando al sistema unos 18.000 millones. Esto es, en un contexto de ca¨ªda y contracci¨®n del cr¨¦dito, el ICO aportar¨¢ el 1,7% del PIB de financiaci¨®n al sistema.
Adicionalmente, algunas l¨ªneas son compartidas. Esto es, en la l¨ªnea ICO-liquidez de 10.000 millones de euros, el ICO pone 5.000 millones y las entidades otros 5.000 millones. Por lo tanto, si el ICO ha dado, hasta esta semana, en esta l¨ªnea 1.500 millones de euros, las entidades habr¨¢n dado otros 1.500 millones que, en el actual contexto, no es un mal dato.
Tercera insinuaci¨®n: el problema del ICO es la burocracia.
Tal vez de la acusaci¨®n m¨¢s injusta sea la generalizaci¨®n insidiosa de que el ICO no funciona, no porque las entidades no pidan las l¨ªneas, sino porque la enorme burocracia del ICO ahoga su funcionamiento.
El ICO es la entidad que menos burocracia tiene, menor que la propia banca, en los tramos de las l¨ªneas de mediaci¨®n, que es de lo que hablamos. La banca, al solicitar los fondos cada quince d¨ªas, cumplimenta una serie de datos en la solicitud electr¨®nica (lo que en nuestra terminolog¨ªa llamamos anexo 0) de cada operaci¨®n que concede y ya est¨¢ todo. Los datos pedidos son elementales (nombre de la entidad, CIF, volumen, domicilio, email, cantidad, etc¨¦tera), esto es, los datos imprescindibles y b¨¢sicos de la operaci¨®n. El control se efect¨²a ex post. Se contratan empresas especializadas que informan al ICO de si las l¨ªneas han cumplido o no sus objetivos. No se pide nada m¨¢s; ?d¨®nde est¨¢ la burocracia?; ?no ser¨¢ m¨¢s bien que el ICO es utilizado como coartada f¨¢cil para enmascarar una denegaci¨®n del pr¨¦stamo solicitado?
Cuarta insinuaci¨®n: las l¨ªneas est¨¢n mal dise?adas.
Las entidades financieras siempre desear¨ªan que las l¨ªneas del ICO tuvieran plazos m¨¢s cortos, tipos de inter¨¦s m¨¢s elevados, mayores garant¨ªas, mejores comisiones, etc¨¦tera. La otra parte, los aut¨®nomos y las empresas, desean exactamente lo contrario de esas posiciones. Al final, ambas partes s¨®lo se ponen de acuerdo en solicitar que el ICO preste sus fondos por debajo del coste al que lo obtiene y, adem¨¢s, asuma cuanto m¨¢s riesgo y morosidad mejor.
Las l¨ªneas que ofrece el ICO se aprueban en condiciones algo m¨¢s favorables que las estrictas exigencias del mercado. El ICO se financia como m¨ªnimo unos 100/120 puntos b¨¢sicos m¨¢s barato que la mejor entidad financiera y unos 250 puntos b¨¢sicos mejor que la media del sistema y traslada ese menor coste a las l¨ªneas. Esto es, el ICO utiliza el rating del Reino de Espa?a y lo transforma en financiaci¨®n sensiblemente mejor que la que pueda captar cualquier entidad financiera.
Por otra parte, si hay alg¨²n problema con el dise?o t¨¦cnico de una l¨ªnea, el ICO no tiene problema en modificarla. Y de hecho as¨ª lo hace. Por lo tanto, en este tipo de cr¨ªticas al dise?o de las l¨ªneas subyace m¨¢s bien el deseo de lograr, v¨ªa subvenciones p¨²blicas, posiciones a¨²n m¨¢s ventajosas.
Quinta insinuaci¨®n: el ICO tiene que asumir m¨¢s riesgo.
Una forma sutil de denunciar que el ICO no opera bien es indicar que tiene que asumir m¨¢s riesgo, confundiendo lo que es riesgo y morosidad.
Siendo conscientes de que el mercado financiero estaba basculando desde los problemas de liquidez hacia los de valoraci¨®n del riesgo, el ICO, en noviembre, dise?¨® unas l¨ªneas en las que, por primera vez, asum¨ªa y compart¨ªa riesgo con las entidades de cr¨¦dito. De esta forma, si una empresa recibe 1.000 euros de la l¨ªnea ICO-liquidez, 500 los aporta la entidad y 500 el ICO. Ambas partes asumen el riesgo potencial del fallido ¨ªntegramente. Si esa empresa deja de pagar a la entidad financiera, ¨¦sta pierde los 500 euros y el ICO los otros 500.
Ahora bien, una cosa es asumir el 50% del riesgo y otra la morosidad. Si la morosidad media de la econom¨ªa espa?ola es el 4,1%, quiere decir que en los 5.000 millones aportados por el ICO a esta l¨ªnea el ICO podr¨ªa llegar a perder, con los datos actuales, hasta 205 millones. Como la morosidad pod¨ªa subir, ya en noviembre se asumi¨® que el ICO aceptar¨ªa hasta un 5% de morosidad (250 millones de euros). ?Por qu¨¦ se puso ese tope del 5%?: Muy sencillo, para evitar que se trasladara al ICO la cartera de morosos de las entidades.
?Se puede ampliar a otras l¨ªneas? En eso estamos trabajando y planificando el futuro para el a?o pr¨®ximo; 2009 es el primero en el que el ICO asume riesgos y cubre fallidos en sus l¨ªneas, y la prudencia aconseja observar c¨®mo funciona, analizar detenidamente ciertas pr¨¢cticas que nos han sido denunciadas, o desviaciones no deseadas en su aplicaci¨®n, para, en segunda fase, proceder a ampliarlo a otras l¨ªneas.
En resumen, si los pr¨¦stamos no aumentan de acuerdo con las expectativas de los agentes econ¨®micos:
- No es porque el ICO ponga pegas o complique la gesti¨®n de las entidades. O porque carezca de capacidad de gesti¨®n (afirmaci¨®n totalmente injusta para con los trabajadores del ICO que han visto multiplicado por casi cuatro veces su trabajo y responsabilidades).
- Tampoco porque las l¨ªneas del ICO est¨¦n mal dise?adas (que se diga qu¨¦ hay que corregir y lo haremos, si pensamos que debe hacerse).
- Ni porque el ICO asuma poco riesgo (tal vez el desider¨¢tum de algunos sea que te den el dinero, que el otro asuma el 100% del riesgo y que el beneficio sea para ellos).
- Ni por la burocracia (inexistente).
?Por qu¨¦ no pensamos que, en una crisis tan acusada como la presente, el cr¨¦dito tiene, por desgracia, que reducirse y las entidades, que tambi¨¦n tienen que vigilar nuestros dep¨®sitos, van a ser m¨¢s restrictivas a la hora de asumir riesgos? ?C¨®mo es posible que muchas personas no se hayan dado cuenta del cambio radical de escenario que se ha dado en los ¨²ltimos meses y sigan pensando a¨²n con pautas no lejanas, cuando las entidades iban a ofrecerles dinero, casi sin garant¨ªas y a coste m¨ªnimo? Este escenario hoy ya no existe, ni posiblemente se repetir¨¢ en muchos a?os.
A. Mart¨ªnez Est¨¦vez es presidente del ICO
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