"Se?ores, no hay imposibles"
La fuerza psicol¨®gica de Abel devuelve al Atl¨¦tico a la zona 'Champions'
"La palabra fracaso no existe en mi vocabulario". Abel Resino lleg¨® al Atl¨¦tico con una misi¨®n irrenunciable: clasificarlo para la Champions, de la que entonces estaba a cinco puntos. "El riesgo era considerable, digno de un kamikaze. Pero, de momento, el t¨¦cnico ha cumplido su palabra. Si obra el milagro, Miguel ?ngel Gil Mar¨ªn [consejero delegado del club] y Enrique Cerezo [presidente] le pedir¨¢n que siga al frente del equipo. Al menos, es lo acordado", cuenta un alto cargo. Quince partidos despu¨¦s, el sustituto de Javier Aguirre ha devuelto la vida a la entidad rojiblanca, que asoma dos puntos por encima del Valencia y el Villarreal.
"Arrancamos en la tercera jornada de la segunda vuelta y nos encontramos un equipo descuidado y con el ¨¢nimo por el suelo", resumen los ayudantes del entrenador manchego. "Abel y su gente, Peir¨®, Sabas y Santi, nos devolvieron las ganas de vivir, por as¨ª decirlo. Sin duda, somos nuestro peor enemigo", afirman los jugadores, s¨¦ptimos, con 32 puntos, fuera incluso de la Copa de la UEFA, al ser despedido Aguirre. Sin ¨¦l, a falta de los compromisos contra el Athletic y el Almer¨ªa, el Atl¨¦tico ha logrado 29 puntos de 45 por los 25 del Villarreal y los 22 del Valencia.
"Ahora nos entrenamos m¨¢s y siempre con el bal¨®n de por medio", dicen los jugadores
"De antemano, siempre se puede. Es lo que los futbolistas ten¨ªan que meterse en la cabeza. Se?ores, no hay imposibles... ?S¨ª, podemos! ?Como Obama! Ha costado, pero han recobrado la fe y, con ella, la autoestima", dice Abel, que suma nueve victorias, dos empates y cuatro derrotas. "Buscamos siempre los tres puntos. No es palabrer¨ªa. Nos daremos nuestros batacazos, como ante el Racing, pero la apuesta es ofensiva. Saldr¨¢ bien o mal, pero especular no va con nosotros", cuenta el entorno del preparador que ha revolucionado al equipo. "Ahora nos entrenamos m¨¢s tiempo y siempre con el bal¨®n de por medio", asienten los jugadores, que respetan y temen a Abel. "No se calla lo que piensa. Les ha dicho a la mitad que o cambian o se van buscando otro conjunto", cuchichea un mando del club. "No pasa ni una. De lo contrario, no se explicar¨ªa que presionara para que Seitaridis se fuera, como hizo el pasado mi¨¦rcoles, cuando no nos quedaba nadie para el lateral derecho", a?aden en su c¨ªrculo.
Abel jug¨® al despiste durante la ¨²ltima semana, ante el duelo presuntamente decisivo con el Valencia. Le dio vueltas y m¨¢s vueltas a ese puesto para desconcierto de Unai Emery, su hom¨®logo rival. Prob¨® con De las Cuevas. Fue el primer farol. Luego, aire¨® que C¨¦sar Ortiz, un canterano, podr¨ªa "ocuparlo". "Tengo total confianza en ¨¦l. Est¨¢ muy tranquilo y su proyecci¨®n es ascendente", recalc¨®, s¨ªlaba a s¨ªlaba, la v¨ªspera del choque con los de Mestalla. M¨¢s mentiras.
La opci¨®n m¨¢s natural fue reubicar a Ujfalusi en el ala y meter por el centro a otro canterano, Dom¨ªnguez, que ya se hab¨ªa fogueado contra el Liverpool en la Liga de Campeones. "Aunque hac¨ªa ocho meses que no jugaba en la banda, estuve c¨®modo. Me concentr¨¦ en defender m¨¢s que en atacar porque delante estaba Mata", explica el checo, que siempre que tiene ocasi¨®n rinde pleites¨ªa a Cesare Prandelli, el entrenador que le descubri¨® en el Fiorentina los entresijos del catenaccio. "Italia supone un m¨¢ster en defensa. All¨ª aprend¨ª a ser polivalente. Me encanta jugar de lateral derecho... Es un puesto m¨¢s dif¨ªcil que el de central, pero m¨¢s divertido", dice.
Mata sufri¨® en sus carnes la sobriedad de Ufa: "Me impidi¨® encontrar el camino para marcar". "No tuvimos casi presencia. Llegamos muy poco arriba", le secund¨® Villa. "Que lo digan ellos es un halago. El Valencia tiene much¨ªsima dinamita, pero se la secamos", concluyen los ayudantes de Abel. El grupo de Emery, pese a disponer de una pegada "sobrenatural" seg¨²n Ra¨²l Garc¨ªa, s¨®lo remat¨® dos veces a puerta.
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