Un colegio s¨®lo para El Gallinero

El colegio se inaugur¨® el pasado mes de enero. La Cruz Roja y la Consejer¨ªa de Educaci¨®n pensaban en m¨¢s de 100 alumnos. Un mont¨®n de chiquillos de las chabolas con la tez morena que corretean entre las ratas de El Gallinero, un extremo particularmente m¨ªsero de la Ca?ada Real. Pero ya ese mismo mes vieron que sus predicciones eran demasiado optimistas: la cosa rondaba en torno a los 45 chavales. En abril sigui¨® descendiendo la asistencia. Poco m¨¢s de 30 son los que ahora ocupan el autocar que les recoge cada ma?ana, aunque advierten de un repunte en mayo. El centro, llamado Henri Dunant, cuenta con 12 aulas y seis profesores.

El lugar es un proyecto "socioeducativo" gestionado por la Cruz Roja en convenio con la Comunidad de Madrid que deber¨ªa servir de "puente" para la escolarizaci¨®n plena de estos muchachos. Por ahora, ninguno ha saltado a un colegio convencional, aunque de "un primer grupo se estudia su traslado", dice Jes¨²s Vizca¨ªno, su director.

Educaci¨®n niega que se obligue a los nuevos alumnos a ir al centro especial

Pero en la comisi¨®n de escolarizaci¨®n de Vallecas hay una "recomendaci¨®n" de que cualquier chico de El Gallinero que desee escolarizarse por primera vez debe hacerlo en el Henri Dunant. Eso supone que los ni?os de tres a?os, por ejemplo, en lugar de ir a cualquier colegio deben ir, s¨ª o s¨ª, a este lugar "especial" ubicado en el distrito de Latina, a unos diez kil¨®metros de sus casas.

"Es un desprop¨®sito, porque los ni?os tan peque?os se adaptan sin problemas en un colegio convencional", denuncia ?ngel Castilblanque, cura de la parroquia de Santo Domingo de La Calzada, ubicada en plena Ca?ada. "No es tan sencillo", replica Vizca¨ªno, que considera que no s¨®lo se deben tener en cuenta los aspectos acad¨¦micos o de comportamientos, sino "el entorno familiar". Es decir, que aunque conceden que los ni?os son iguales a cualquier otro, su vida cotidiana es muy diferente.

Los horarios en El Gallinero son laxos. Los ni?os corretean por los caminos llenos de polvo de las escombreras y los restos de las hogueras. Tambi¨¦n entre los cables de viejas instalaciones el¨¦ctricas y basura sobrante de incendios que ninguna administraci¨®n se ha tomado la molestia de recoger. En ese mismo escenario se han conseguido historias como la de la peque?a Luc¨ªa, una ni?a sordomuda de tres a?os que asiste a una guarder¨ªa especializada. Su madre va a recogerla a Vic¨¢lvaro todos los d¨ªas.

Los portavoces de la Consejer¨ªa de Educaci¨®n niegan que se obligue a los ni?os a ir a este centro en concreto y creen que sus recomendaciones se han malinterpretado. "Al contrario, lo que se pretende es que vayan a colegios normales lo m¨¢s posible", argumentan. Pero en ese proceso, el de ejercer de tr¨¢nsito hacia la escolarizaci¨®n normalizada, alguien ha tomado la determinaci¨®n de que es necesario que los menores que se incorporen al sistema educativo lo hagan a trav¨¦s del Henri Dunant.

Sin embargo, nada se ha planteado con otros asentamientos, como los que hay en los distritos de Villaverde o en el pueblo de San Sebasti¨¢n de los Reyes. "El convenio, en principio, se firm¨® para los ni?os de El Gallinero", matizan en la Cruz Roja.