El PSPV denuncia un pelotazo de 168 millones de euros en Tabacalera
Los socialistas afirman que la alcaldesa de Valencia favoreci¨® a la promotora
"Es un pelotazo como la copa de un pino". Los concejales del Grupo Socialista del Ayuntamiento de Valencia Rafael Rubio y Vicente Gonz¨¢lez M¨®stoles denunciaron ayer los beneficios netos que la operaci¨®n inmobiliaria de Tabacalera ha supuesto a la empresa constructora del promotor Enrique Ballester, Guadalmedina, y sin haber colocado ning¨²n ladrillo: 168 millones de euros. "Es la consecuencia del expolio patrimonial permitido por el consistorio", afirmaron los socialistas.
Todav¨ªa no hay nada construido, pero las cuentas que se hicieron en 2007 se confirman dos a?os despu¨¦s. La venta de las viviendas y garajes que se van a construir en los solares donde estuvieron las naves traseras de Tabacalera (en la calle de Micer Masc¨®), junto con las otras 110 que se levantar¨¢n en el edificio que el Ayuntamiento entreg¨® a la constructora como permuta (en la plaza de Am¨¦rica), elevar¨¢n las ganancias a m¨¢s de 168 millones de euros. "Es un aut¨¦ntico regalo de Rita [Barber¨¢, alcaldesa de Valencia ]a la promotora", afirm¨® Victoria Mar¨ªn, portavoz de la plataforma Salvem Tabacalera.
"Han prevalecido los intereses privados", declar¨® Gonz¨¢lez M¨®stoles
Tanto Mar¨ªn como los socialistas coinciden en algo, y es que la alcaldesa apresur¨® la operaci¨®n inmobiliaria y el derribo de las naves y entreg¨®, a cambio de la parte central de Tabacalera, un edificio cuyo valor econ¨®mico era mucho mayor. "Adem¨¢s de ser un proceso ileg¨ªtimo desde el punto de vista cultural, han prevalecido los intereses privados y se ha perdido dinero", manifest¨® Gonz¨¢lez M¨®stoles.
La operaci¨®n relacionada con este edificio industrial de 1909 comenzaron en 2002 cuando Guadalmedina adquiri¨® a Altadis el 49% del inmueble por ocho millones de euros. Un a?o antes se vot¨® en el pleno por unanimidad que se buscar¨ªa la manera de adquirir el edificio, que estaba en manos privadas, pero se excluir¨ªa su uso residencial.
Finalmente, y a pesar del pacto y de que en 2003 los t¨¦cnicos de la Consejer¨ªa de Cultura consideraron que Tabacalera era un bien de relevancia local, en 2006 el Ayuntamiento de Valencia cambi¨® de parecer y recalific¨® los terrenos para as¨ª poder derribar las naves laterales y traseras, en cuyo lugar se edificar¨ªan 300 viviendas de renta libre. A cambio, el consistorio recibi¨® casi 14 millones de euros por dicha recalificaci¨®n, obtuvo el edificio central de Tabacalera para uso administrativo y regal¨® a la promotora el edificio municipal de la plaza de Am¨¦rica. "Barber¨¢ lo vendi¨® por tres veces menos de lo que se estaba pagando el suelo en aquel momento", sentenci¨® Rubio.
Para Alfonso Grau, concejal de Grandes Proyectos del Ayuntamiento de Valencia, el problema no es otro que el "doble rasero de medir de los socialistas". "Cuando los informes no coinciden con sus planteamientos, entonces hacen sus propios n¨²meros", declar¨® Grau.
"Un atentado cultural"
Hace apenas diez d¨ªas el Tribunal Supremo admiti¨® que el derribo de la antigua f¨¢brica de Tabacalera era l¨ªcito, por lo que se desestim¨® el recurso que la asociaci¨®n Salvem Tabacalera interpuso contra el auto que rechazaba suspender la aprobaci¨®n de la modificaci¨®n del PGOU sobre la parcela. Para Juan Soto, concejal socialista del Ayuntamiento de Valencia, no solo "no todo lo que es legal es justo", sino que calific¨® el proceso que est¨¢ sufriendo el edificio de "atentado cultural y patrimonial".
Soto, que la semana pasada denunci¨® p¨²blicamente las modificaciones que se estaban llevando a cabo en el edificio central de Tabacalera, destac¨® la "desvirtuaci¨®n de los elementos arquitect¨®nicos". "Los materiales utilizados son impropios, se est¨¢ rompiendo la esencia del edificio modernista con los ventanales verticales que han puesto y en definitiva no es m¨¢s que una voluntad pol¨ªtica", afirm¨®.
Para Victoria Mar¨ªn, portavoz de la plataforma c¨ªvica Salvem Tabacalera, el Ayuntamiento deber¨ªa haber propuesto otras alternativas y, sobre todo, no haber cedido ante la promotora. "Ante el derribo y la construcci¨®n de viviendas era mejor haber puesto un centro comercial para respetar as¨ª el edificio y el acuerdo al que se lleg¨® en el pleno", declar¨®.
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