"Hab¨ªa perdido la confianza"

Juan Carlos Ferrero se sienta solo en una esquina, casi en silenciosa reverencia, y observa. Frente a s¨ª tiene la Philippe Chatrier, la pista central de Roland Garros, una arena de leyenda que dom¨® un d¨ªa de verano de 2003. La mira, casi deslumbrado por el sol, hasta que llega para entrenarse con ¨¦l un tenista renovado, listo para la cacer¨ªa, reivindicado ante s¨ª mismo: Roger Federer. Su encuentro resume la comidilla del vestuario. Hay un apret¨®n de manos y una frase escueta: "Felicidades por tu victoria en Madrid". El domingo pasado, Federer derrot¨® a Rafael Nadal en una final sobre arcilla. Ma?ana arranca Roland Garros. La caseta ve en aquel partido una secreta esperanza, una brizna de ilusi¨®n, el loco sue?o de que Nadal, el tetracampe¨®n invicto, no sea un h¨¦roe intocable.

Novak Djokovic, por ejemplo. ?Qu¨¦ ha sacado de la espectacular semifinal que perdi¨® contra Nadal en Madrid? "Que a cada partido me acerco m¨¢s y m¨¢s a ¨¦l", dice. Habla Djokovic y, al hacerlo, sabe que su voz suena a amenaza. El serbio personifica el cambio m¨¢s radical en el cuadro de Roland Garros en tres a?os. Se conoci¨® ayer el sorteo. Cabalga por el lado de Federer y eso lo cambia todo: en las ¨²ltimas tres ediciones, s¨®lo un jugador fue capaz de ganarle en Par¨ªs, Nadal, a quien esta vez s¨®lo ver¨ªa en la final.

El mallorqu¨ªn, "bien"

"Aqu¨ª me siento bien", dijo Nadal, que debutar¨¢ el domingo o el lunes frente a un rival procedente de la fase previa. Su cuadro est¨¢ lleno de emociones fuertes: Fernando Verdasco, David Ferrer, Nikolay Davydenko, Lleyton Hewitt o Andy Murray. "Tengo mucho m¨¢s control que en Madrid. All¨ª tocaba la pelota y se marchaba muy r¨¢pido. Aqu¨ª la siento m¨¢s. Es m¨¢s pesada. M¨¢s f¨¢cil de jugar", explica.

?Y Federer? ?Piensa que Nadal es imbatible en Par¨ªs, donde nunca perdi¨®? "No", contesta el suizo, con el camino minado por especialistas en tierra de segunda fila; "debi¨® jugar aqu¨ª dos a?os antes de que empezara esa racha, cuando era m¨¢s joven, m¨¢s fr¨¢gil, pero estaba lesionado. No me asusta, pero respeto mucho lo que ha hecho". ?Qu¨¦ ha cambiado su victoria sobre ¨¦l?. "Hab¨ªa perdido un poco la confianza, pero siempre tuve fe en mi juego". "Dijo usted que echaba de menos jugar contra espa?oles", le preguntan pensando en Beto Mart¨ªn, su primer adversario. Federer se r¨ªe. Se siente preparado: "Que pase el primero".