Las amistades peligrosas de Camps

Cuando a Francisco Camps le preguntaron el pasado mes de febrero en las Cortes por su relaci¨®n con ?lvaro P¨¦rez, El Bigotes, y el empresario Jos¨¦ Luis Ulibarri, ambos imputados en el caso G¨¹rtel, el presidente valenciano contest¨®: "Yo tengo la suerte de saludar a muchas personas a lo largo del a?o porque soy el presidente de la Generalitat. Y la verdad es que no tengo muchas personas definidas por su fisonom¨ªa". Pero lo cierto es que distintas circunstancias han hecho que Camps se haya rodeado de amistades tan peculiares como comprometedoras para su carrera pol¨ªtica. As¨ª, Camps no ha dudado, desde que lleg¨® a la presidencia de la Generalitat en 2003, en contar con el afecto y la complicidad de Carlos Fabra. Un "ciudadano ejemplar", en palabras del propio Mariano Rajoy, capaz de "poner la mano en el fuego" por Camps tras ser imputado de un delito de cohecho por el Tribunal Superior valenciano.

Pero si Camps ha buscado en Castell¨®n el respaldo de Fabra, en Alicante no ha dudado en apoyarse en el alcalde de Torrevieja, Pedro Hern¨¢ndez Mateo, imputado por tr¨¢fico de influencias y uso privilegiado de informaci¨®n en un pelotazo urban¨ªstico que le ha reportado ganancias millonarias.

Aunque la amistad que peores r¨¦ditos le ha dado ha sido la de ?lvaro P¨¦rez, imputado por cohecho, falsedad documental, tr¨¢fico de influencias, fraude fiscal, blanqueo de capitales y asociaci¨®n il¨ªcita.