El traductor de Dios
Natalio Fern¨¢ndez es una eminencia mundial entre los estudiosos de la Biblia
Hay, parad¨®jicamente, libros sagrados dejados de la mano de Dios, obras fundamentales que pasan al olvido hasta que un sabio las saca de ¨¦l. La primera traducci¨®n de la Biblia es uno de esos libros olvidados. Y en Espa?a, el sabio encargado de rescatarla ha sido Natalio Fern¨¢ndez Marcos, un leon¨¦s de Villanueva de las Manzanas que ha vivido en Madrid 45 de sus 69 a?os. En su despacho del nuevo edificio de Humanidades del Consejo Superior de Investigaciones Cient¨ªficas (CSIC), en el distrito de San Blas, Fern¨¢ndez Marcos desgrana una historia que, en unas manos con menos rigor y escr¨²pulos, dar¨ªa para un best seller.
Pocas d¨¦cadas despu¨¦s de que Alejandro Magno fundara, en el a?o 331 a. de C., la ciudad que le debe su nombre, Alejandr¨ªa, se levant¨® all¨ª la biblioteca m¨¢s famosa de la historia. Empe?ado en atesorar todos los escritos del mundo conocido, el rey envi¨® una embajada a Jerusal¨¦n para hacerse con una copia de la ley jud¨ªa, la Tor¨¢ (el Pentateuco, los cinco primeros libros de la Biblia). Con los rollos del texto hebreo lleg¨® tambi¨¦n un grupo de eruditos que los vertieron al griego en 72 d¨ªas. Esto dice la leyenda. La historia dice que aquella versi¨®n de la Biblia -conocida como Septuaginta en virtud del supuesto n¨²mero de traductores (de nuevo 72, seis por cada tribu de Israel)- tard¨® cuatro siglos en llegar a su fin.
Prepara la versi¨®n espa?ola de la griega Septuaginta, escrita hace 2.200 a?os
"Trabajamos s¨®lo desde el punto de vista filol¨®gico, no teol¨®gico"
Esa traducci¨®n fue un hito en un tiempo en el que el griego era la lengua franca, el ingl¨¦s del siglo III a. de C. Las sagradas escrituras, de hecho, fueron "los ¨²nicos escritos religiosos de la Antig¨¹edad" que tuvieron su versi¨®n correspondiente en la lengua de Plat¨®n. 2.200 a?os despu¨¦s de su composici¨®n, el primer tomo de la m¨ªtica Biblia helena acaba de ser traducido al castellano y publicado por la editorial S¨ªgueme.
Culminar la versi¨®n espa?ola, iniciada en 2005, llevar¨¢ "aproximadamente una d¨¦cada", dice Natalio Fern¨¢ndez, coordinador, junto a Mar¨ªa Victoria Spottorno D¨ªaz-Caro, del proyecto. Junto a Jos¨¦ Manuel Ca?as Re¨ªllo forman parte de una comisi¨®n internacional consagrada a verter la Biblia griega al ingl¨¦s, franc¨¦s, italiano, japon¨¦s y alem¨¢n. La gran diferencia es que ellos son, efectivamente, tres. El resto de equipos se mueve entre los 20 miembros de Francia y los 70 de Alemania. "Cosas de Espa?a", dice resignado este investigador que pasa sus d¨ªas dentro de un despacho impoluto y a pocos metros de una biblioteca, la del CSIC, digna de El nombre de la rosa pero casi secreta en Madrid.
"Somos, tal vez, la ¨²ltima generaci¨®n de espa?oles que pod¨ªa enfrentarse a una empresa as¨ª. Y no es una buena noticia", cuenta Fern¨¢ndez Marcos, que form¨® parte de la primera promoci¨®n de licenciados en Filolog¨ªa b¨ªblica triling¨¹e que sali¨® de la Universidad Complutense en 1967, una titulaci¨®n ya desaparecida. Pese a todo, era "un deber", dice, traducir un texto cuya primera edici¨®n impresa se hizo precisamente en Espa?a, dentro de la famosa Biblia Pol¨ªglota Complutense, publicada a principios del siglo XVI en Alcal¨¢ de Henares.
En los tiempos que corren, ?qu¨¦ lleva a alguien a estudiar tres lenguas de las que dos se consideran muertas? "Me hab¨ªa doctorado en cl¨¢sicas en Salamanca y vine a Madrid a estrenar licenciatura", cuenta Natalio Fern¨¢ndez, que es adem¨¢s el ¨²nico hispanohablante que participa en la edici¨®n cr¨ªtica de la otra Biblia, la hebrea, el libro con m¨¢s traducciones del planeta: est¨¢ publicado en 2.000 de las aproximadamente 6.000 lenguas existentes. Tambi¨¦n es el m¨¢s influyente. Sin ella ser¨ªa dif¨ªcil de entender la mitad del Museo del Prado o la obra completa de escritores como Tolstoi o Beckett. Por no hablar de algunas canciones de U2.
?Y por qu¨¦ ahora ese inter¨¦s universal por la Septuaginta? Fern¨¢ndez Marcos vuelve al relato de misterio. Porque hace apenas una d¨¦cada se publicaron los famosos Rollos del Mar Muerto, descubiertos en 1948. Aquel hallazgo demostr¨® que la Biblia griega se basaba en un texto hebreo anterior en siglos al fijado por los rabinos. "De ah¨ª que muchos consideren la versi¨®n helena como incluso m¨¢s fiel que el propio original", apunta el traductor, que recuerda que t¨¦rminos tan usuales como g¨¦nesis o ¨¦xodo salieron de la Biblia griega, que busca resumir en cada t¨ªtulo el contenido del libro al que se refiere. La hebrea titula simplemente con la primera palabra de cada libro.
Adem¨¢s, la Septuaginta fue el texto de los primeros cristianos, es decir, el motor de la primera globalizaci¨®n de la historia: la expansi¨®n universal de la nueva religi¨®n. "Sin ella no hubiera pasado de ser el libro de un peque?o pueblo". Su influencia s¨®lo se apag¨® cuando, en los umbrales del siglo V d. C., se impuso la versi¨®n latina de San Jer¨®nimo, la famosa Vulgata.
Antes, la griega hab¨ªa sido la traducci¨®n usada por los evangelistas para subrayar el papel prof¨¦tico del Antiguo Testamento respecto al Nuevo. As¨ª, donde el texto hebreo del profeta Isa¨ªas dice simplemente "doncella", el griego traduce "virgen" al hablar de la madre del futuro mes¨ªas. "Con todo", apunta Fern¨¢ndez Marcos, "nosotros trabajamos desde el punto de vista filol¨®gico, no teol¨®gico. Se trata de prevenir un posible uso fundamentalista de la Biblia". Nunca falta en Estados Unidos un presidente que tire de ella para justificar la guerra contra el mal.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.