Juicio, chismes y cintas de video
Queda fuera de toda duda que una sociedad que se precie de ser democr¨¢tica necesita tener sometidos a control a sus poderes p¨²blicos, entre los que est¨¢ el ejercido por jueces y tribunales. Queda asimismo fuera de toda duda que una de esas formas de control es la que se realiza a trav¨¦s de una prensa libre, cuyo papel es esencial a la hora de difundir informaci¨®n veraz y como creadora de opini¨®n p¨²blica.
Lo que no tenemos tan claro es que para algunos periodistas y medios de comunicaci¨®n est¨¦ fuera de toda duda que ello deba realizarse de forma responsable, y lo decimos a la vista de lo publicado estos ¨²ltimos d¨ªas en relaci¨®n con la suspensi¨®n en la Audiencia Provincial de Sevilla de un juicio por corrupci¨®n de menores.
Que las cintas no hab¨ªan sido destruidas pudo ser comprobado por el tribunal del juicio la ma?ana de la suspensi¨®n. Ello fue puesto inmediatamente en conocimiento, al menos, de una de las partes, la acusaci¨®n particular, por tener pendiente de precisar en un escrito lo que deseaba que fuera reconstruido. De hecho, en algunas de las primeras noticias publicadas sobre el asunto la misma tarde de la suspensi¨®n -provenientes de agencia y difundidas en ediciones digitales de algunos peri¨®dicos- se expresaba que las cintas pod¨ªan no haber sido destruidas. Era, as¨ª, f¨¢cil contrastar con un m¨ªnimo esfuerzo lo realmente sucedido.
Pese a ello, lamentablemente -y lo decimos m¨¢s que como jueces, como ciudadanos creyentes en la necesidad de una prensa libre, veraz y responsable-, sin contraste de la noticia ni averiguaciones de ning¨²n tipo, reflejando un claro prejuicio acerca de la actividad de los tribunales y en algunos casos relacionando la noticia, no sabemos por qu¨¦ (para ser sinceros, m¨¢s bien preferimos no pregunt¨¢rnoslo), con la cercana convocatoria de una huelga de jueces, en apenas un d¨ªa la inmensa mayor¨ªa de los medios de comunicaci¨®n convirtieron la noticia en un "error judicial" (como si toda disfunci¨®n relacionada con un proceso judicial sea achacable a los jueces) por "destrucci¨®n" de las cintas grabadas. Todo ello con acompa?amiento, como es habitual, de una gran parafernalia de incendiarios art¨ªculos de opini¨®n y editoriales quejosos de la actividad de los tribunales y reclamantes de depuraci¨®n de responsabilidades.
Ceremonia de la confusi¨®n que lleg¨® al extremo, si hemos de hacer caso a los mismos medios de comunicaci¨®n, de que el ministro de Justicia remitiese lo supuestamente ocurrido a la competencia del Consejo General del Poder Judicial pareciendo, as¨ª, desconocer que los funcionarios a quienes compete la custodia de los documentos judiciales y piezas de convicci¨®n est¨¢n integrados en su ministerio.
En s¨ªntesis, aun a riesgo de crear injustificadamente gran alarma social, en una especie de carrera a ver qui¨¦n lo dice m¨¢s r¨¢pido y m¨¢s fuerte, se public¨® como cierta la destrucci¨®n de las cintas olvidando la que deber¨ªa ser una regla de oro del periodismo (si se nos permite la injerencia): "A veces ser el ¨²ltimo en informar es mejor que estar equivocado", atribuida al Chicago Tribune despu¨¦s de errar al publicar que el ganador de las elecciones para la presidencia estadounidense de 1948 hab¨ªa sido Dewey y no, como era lo cierto, Truman.
Temerario comportamiento period¨ªstico el descrito que no ha merecido autocr¨ªtica alguna hasta el momento. Dispuestos a depurar responsabilidades, ?qui¨¦n, c¨®mo, cu¨¢ndo podr¨ªan depurarse las derivadas de actuaciones period¨ªsticas tan poco profesionales y tan faltas de veracidad?
Y como no queremos sumirnos en el profundo escepticismo que llev¨®, seg¨²n algunos, a Graham Greene (periodista antes que esp¨ªa y novelista) a definir el periodismo como "la tergiversaci¨®n de la realidad en detrimento de la verdad de los hechos", hemos querido titular el art¨ªculo como lo hemos hecho, parafraseando, por aquello de mantener la sonrisa, el de aquella pel¨ªcula de Steven Soderbergh. Esperemos que no quede en mero voluntarismo.
Javier Gonz¨¢lez Fern¨¢ndez es magistrado de la Audiencia de Sevilla. Suscriben el art¨ªculo los magistrados Juan Romeo Laguna, Esperanza Jim¨¦nez Mantec¨®n, Francisco Guti¨¦rrez L¨®pez, Francisco Guerrero Su¨¢rez, ?ngel M¨¢rquez Romero, Jos¨¦ Manuel Holgado Merino y Luis Gonzaga de Oro Pulido
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