El c¨®mico que se esnif¨® el mundo
Se edita en Espa?a 'Como una moto', el libro de Bob Woodward sobre el ascenso y ca¨ªda de John Belushi - El actor y cantante falleci¨® por sobredosis en 1982
La ¨²ltima y larga noche de John Belushi dur¨® dos meses, los que fueron desde el 8 de enero, cuando aterriz¨® en Los ?ngeles procedente de Nueva York, donde viv¨ªa con su mujer Judy, hasta su muerte por sobredosis el 5 de marzo de 1982 en un bungal¨® del Ch?teau Marmont, el m¨ªtico hotel remedo de castillo que desde Sunset Boulevard domina el centro de Hollywood.
Durante esas nueve semanas en las que casi no durmi¨® y malcomi¨®, Belushi, el c¨®mico m¨¢s popular en aquellos momentos, consumi¨® ingentes cantidades de coca, centenares de pastillas de Quaalude -un sedante muy popular en los setenta y ochenta- y traseg¨® litros y litros de alcohol. Prob¨® todos los excesos que se cruzaron por su camino. En sus ¨²ltimos d¨ªas tambi¨¦n se inyect¨® hero¨ªna en vena, un acto que incluso para aquel Hollywood permisivo exced¨ªa lo tolerable. Dos a?os m¨¢s tarde, Bob Woodward, el desurdidor del caso Watergate, levant¨® acta de "aquella carrera hacia la autodestrucci¨®n", seg¨²n define el propio periodista, en el libro Como una moto. La vida galopante de John Belushi.
"Cuando muri¨® era el n¨²mero uno en cine, m¨²sica...", dice el periodista
Para escribir su libro, el investigador del 'Watergate' hizo 217 entrevistas
A pesar de su desenfreno, la muerte de Belushi, a los 33 a?os, conmocion¨® Estados Unidos. Pill¨® por sorpresa a su familia, a sus amigos, a sus compa?eros. Gente como Robin Williams, Robert de Niro o su hermano del alma, el otro blues brothers, Dan Aykroyd, que viv¨ªan en una espiral parecida de drogas, escarmentaron en mal ajeno. Usando una mala met¨¢fora, Michael O'Donoghue, guionista del programa de televisi¨®n Saturday Night Live, que Belushi hab¨ªa fundado y que le catapult¨® a la fama, asegur¨®: "Quer¨ªa esnifarse el mundo". No era el primero de su generaci¨®n en morir as¨ª, aunque s¨ª fue el m¨¢s famoso.
Entre los damnificados por su fallecimiento, estaba su mujer Judy, que hab¨ªa visto c¨®mo John hab¨ªa sido devorado por sus excesos, pero que por eso mismo no cre¨ªa en la investigaci¨®n oficial. La viuda apostaba por el asesinato y habl¨® con el reportero m¨¢s famoso de esos a?os, Bob Woodward, que hab¨ªa publicado tres libros, entre ellos Todos los hombres del presidente y Los d¨ªas finales, en los que junto a Carl Bernstein desenmascaraba la trama del Watergate. Incluso Robert Redford le hab¨ªa encarnado en el cine. La investigaci¨®n encargada por Judy acab¨® en 1985 en forma de otro libro, Wired, que ahora se publica en Espa?a con el t¨ªtulo Como una moto. La vida galopante de John Belushi (Editorial Papel de Liar).
?sa fue la ¨²nica ocasi¨®n en que Woodward abandon¨® los temas pol¨ªticos, y sali¨® algo escaldado. "La viuda contact¨® conmigo y me pidi¨® que indagara en las circunstancias de su muerte. Judy estaba en un estado de negaci¨®n. Descubr¨ª que a su alrededor hab¨ªa demasiada gente suministrando droga a John". Por e-mail, el m¨ªtico periodista ha accedido a responder un pu?ado de preguntas. "Encontr¨¦ que reportajear temas pol¨ªticos y el trabajo del Gobierno -la presidencia, el Tribunal Supremo, la Reserva Federal- est¨¢ m¨¢s lleno de significado que hacer periodismo sobre cultura o espect¨¢culos".
Durante sus dos a?os de pesquisas, el autor del libro lleg¨® a entrevistarse con 217 personas, a las que adem¨¢s pidi¨® sus diarios, sus facturas de tel¨¦fono, sus tiques de compras, sus billetes de viajes e incluso sus informes m¨¦dicos. "La mayor parte mostraba el lado oscuro de un famoso, en este caso de la vida de Belushi. Cuando Judy y algunos de sus familiares lo leyeron, se enfadaron. Probablemente porque hay demasiada verdad en el libro. Ellos nunca pudieron refutar ninguno de los hechos", explica Bob Woodward.
John Belushi pod¨ªa haberse convertido en uno de los grandes c¨®micos de la historia. "Por un lado no deja de ser el cl¨¢sico drama de ca¨ªda de un mito, pero por otro John fue ¨²nico. Cuando muri¨® era el n¨²mero uno en m¨²sica, en cine y en televisi¨®n". Su inmenso talento hab¨ªa sido abonado en su ciudad natal, Chicago, en grupos de teatro c¨®mico como Second City, donde se hizo popular con su imitaci¨®n de Joe Cocker. En Nueva York, el salto natural hacia la gloria, pas¨® del teatro a la radio y entr¨® en el reparto fundador de un programa de televisi¨®n que rompi¨® con todo lo visto hasta entonces, Saturday Night Live. Cada entrevistado, cada conocido, cada testigo de su arte reconocen ante Woodward que nunca hab¨ªan visto una exhibici¨®n tal de talento y energ¨ªa. Belushi era el exceso hecho carne en su trabajo, pero tambi¨¦n en sus drogodependencias. "En las entrevistas me di cuenta de que quienes le conocieron hab¨ªan sido muy c¨¢ndidos en la carrera hacia la autodestrucci¨®n que Belushi hab¨ªa seguido", recuerda el periodista.
Cuando, en contra de lo esperable, la primera gran estrella de Saturday Night Live fue Chevy Chase, Belushi aceler¨® su consumo y su tren de vida. En el libro Woodward escribe: "Entregar o vender drogas a John era una suerte de juego, como arrojar cacahuetes a las focas del zoo: si le das algo, actuar¨¢, har¨¢ su papel de chalado abominable; si le das algo m¨¢s, le tendr¨¢s toda la noche en vela, bailando compulsivamente, dejando todo atr¨¢s".
Belushi encontr¨® su camino a la gloria: sin dejar el ritmo agotador de producci¨®n de Saturday Night Live, empez¨® en el cine, donde arras¨® en taquilla con Desmadre a la americana (1978) y traslad¨® a los escenarios musicales a los Blues Brothers, un grupo inventado para el programa de televisi¨®n. ?l y Aykroyd -el otro brother- buscaron los mejores m¨²sicos para su soul y el resultado fascin¨® tanto en las listas de ventas como en las giras de conciertos, para acabar en la gran pantalla en Granujas a todo ritmo (The Blues Brothers) (1980).
A pesar de tanto ¨¦xito, el ¨²ltimo a?o del c¨®mico, en el que las drogas y el sobrepeso ahogaron su talento, es un penar lastimoso -mientras gasta hasta 75.000 d¨®lares de la ¨¦poca al mes en sus adicciones- en pos de levantar un desastre de filme (Mis locos vecinos) y de sacar adelante un gui¨®n, Noble rot, coescrito por ¨¦l, y que consideraba una obra maestra ambientada en el mundo de los grandes vinos. Woodward describe -en su estilo minucioso, detallista hasta la extenuaci¨®n- cada minuto de sus 30 d¨ªas finales, reconstruyendo sus pasos en Los ?ngeles -"Los ?ngeles es el centro de acci¨®n y John necesitaba estar en el centro de la acci¨®n"- y cada conversaci¨®n.
Para Woodward, "todos los que estuvieron cerca de ¨¦l, familia, amigos, conocidos, fueron responsables de su muerte, porque nadie tuvo el coraje de enfrentarse a ¨¦l y hospitalizarle. Al final, la de John es la t¨ªpica historia de ascenso y ca¨ªda, muy americana y bastante triste".
Babelia
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.