Pisar excelent¨ªsimos callos
?Qu¨¦ misterio encerrar¨¢ el Supremo, que tradicionalmente ha tratado de forma benevolente a los jueces a los que ten¨ªa que juzgar? Absolvi¨® en 1986 al magistrado de la Sala Tercera Jaime Rodr¨ªguez Hermida a pesar de que hab¨ªa convencido a su colega de la Audiencia Nacional Ricardo Var¨®n Cobos para que de forma irregular dejara en libertad al jefe de la Camorra Antonio Bardellino, y parece que, siguiendo la din¨¢mica de perro no come perro, hemos llegado hasta el siglo XXI con el caso del juez Francisco Javier de Urqu¨ªa. ?ste, pringado hasta las cachas de corrupci¨®n en la Marbella de Juan Antonio Roca, pues hab¨ªa recibido 73.800 euros para pagarse un inmueble a cambio de varias resoluciones favorables a ¨¦ste, fue condenado por el Tribunal Superior de Andaluc¨ªa por cohecho (soborno) y prevaricaci¨®n (dictar a sabiendas resoluci¨®n injusta) a dos a?os de c¨¢rcel y 17 de inhabilitaci¨®n de su cargo de juez. Pero el Supremo ha reajustado toda la condena a 21 meses de suspensi¨®n de su empleo de magistrado por el cohecho y ha eliminado la prevaricaci¨®n porque, seg¨²n dos sentencias de 1884 y 1901 -?c¨®mo si no hubiera habido ninguna m¨¢s reciente!-, para que el delito se produzca, el juez tiene que "actuar con conciencia e intenci¨®n deliberada de faltar a la justicia, lo que ha de aparecer as¨ª de una manera que no deje lugar a dudas". Vamos, que s¨®lo les ha faltado pagarle el chal¨¦.
El Supremo, benevolente con otros jueces, carga contra Garz¨®n
La querella coincide con el 'caso G¨¹rtel', la trama que afecta a altos cargos del PP
Pero parece que en las decisiones de este negocio las tripas son mucho m¨¢s importantes que el C¨®digo Penal, y lo que para unos son ca?as, para otros se vuelven lanzas y esta semana le ha vuelto a tocar el turno a Garz¨®n. Hace un par de meses ya le dieron el primer aviso. El magistrado Luciano Varela, uno de los firmantes de la sentencia de Urqu¨ªa, utiliz¨® una resoluci¨®n te¨®ricamente positiva para Garz¨®n como es el archivo de una querella contra ¨¦l en la que se conclu¨ªa que no hab¨ªa cometido delito por los honorarios percibidos durante su estancia en Nueva York, para ponerle a los pies de los caballos sembrando de dudas su actuaci¨®n y dando traslado al Consejo del Poder Judicial de unas actuaciones que el propio Varela deber¨ªa saber que en el caso de que hubiera habido alguna falta disciplinaria, ya estar¨ªa prescrita.
Ahora, el Supremo, como el cartero, llama por segunda vez, y ha admitido una querella contra Garz¨®n por prevaricaci¨®n por el caso que abri¨® contra el general Franco y otros 44 miembros de sus Gobiernos a los que acusaba de delitos contra altos organismos de la naci¨®n y de la forma de Gobierno, as¨ª como de desaparici¨®n forzada de personas en un marco de cr¨ªmenes contra la humanidad.
Y seguramente tienen raz¨®n los que defend¨ªan que Garz¨®n no era competente en el caso de la Memoria Hist¨®rica, aunque muy probablemente tambi¨¦n el plan de exterminio dise?ado por la c¨²pula militar franquista y los cr¨ªmenes perpetrados constitu¨ªan delitos contra la humanidad. Pero a pesar de que su competencia era m¨¢s que dudosa, hubo cinco magistrados de la Sala Penal que respaldaron su postura. Por tanto, su resoluci¨®n no era "flagrante y clamorosa", "clara y manifiestamente contraria a la ley" o "esperp¨¦ntica", como exige la jurisprudencia respecto a la prevaricaci¨®n, porque de lo contrario otros cinco jueces de la Audiencia Nacional deber¨ªan estar imputados.
Pero Adolfo Prego, ponente de la admisi¨®n de la querella y firmante tambi¨¦n de la sentencia de Urqu¨ªa, alegaba que la querella por prevaricaci¨®n no era "ni absurda ni irracional".
Dec¨ªa un conocido periodista que "cuando por prejuicios el punto de partida son las conclusiones a las que tienes que llegar, todo lo que resulte de la investigaci¨®n es irrelevante e incluso molesto".
El caso es que Garz¨®n ha pisado muchos excelent¨ªsimos callos. Por dos veces se ha adelantado al Supremo en decisiones relativas a formaciones pol¨ªticas del entorno de ETA y ha acordado su suspensi¨®n de actividades minutos antes de que lo hiciera el alto tribunal, llev¨¢ndose los titulares y la gloria para desesperaci¨®n de sus colegas de superior rango. Una de las veces el desaire fue tal que el propio abogado de ANV I?igo Iruin desisti¨® de acudir a la vista del Supremo, pues Garz¨®n ya hab¨ªa ido incluso m¨¢s lejos de lo que all¨ª se dilucidaba. Y todo ocurre despu¨¦s de que el juez dirigiera la investigaci¨®n del caso G¨¹rtel, un entramado de corrupci¨®n que afecta al presidente de la Comunidad Valenciana, Francisco Camps, y a varios altos cargos del PP, que ahora ven con satisfacci¨®n e incluso regocijo el principio de la venganza.
Lo que resulta verdaderamente incre¨ªble es que para hacer este tipo de justicia el Supremo tenga que admitir una querella de Manos Limpias, un pseudo sindicato ultraderechista al que el propio alto tribunal ha dado alg¨²n severo rapapolvo, pero que en otra ocasi¨®n tambi¨¦n le fue muy ¨²til para poder condenar por desobediencia al entonces presidente del Parlamento vasco Juan Mar¨ªa Atutxa y a los miembros de la Mesa Gorka Kn?rr y Contxi Bilbao. Fue otro caso vergonzante, en el que las tripas fueron determinantes y en el que se utiliz¨®, pero en sentido contrario, el argumento que hab¨ªa servido para absolver al presidente del Banco Santander, Emilio Bot¨ªn. Claro que ¨¦ste no hab¨ªa discutido como Atutxa las ¨®rdenes inmarcesibles del alto tribunal de que disolviera el grupo parlamentario de la izquierda abertzale pr¨®ximo a ETA.
Lo que est¨¢ claro es que Garz¨®n ya no es necesario, como anta?o, para ning¨²n partido pol¨ªtico y resulta tan molesto que ha conseguido poner de acuerdo a conservadores y a determinados progresistas, que van a por ¨¦l. Incluso el instructor de la causa contra ¨¦l es el inefable Luciano Varela, que hace pocos meses demostr¨® c¨®mo un archivo de querella pod¨ªa convertirse en un arma arrojadiza. Probablemente Garz¨®n no se hace ilusiones de que este juez vaya a archivar la causa contra ¨¦l.
Por si fuera poco, la campa?a contra el magistrado de la Audiencia Nacional, publicitada a bombo y platillo por los corifeos medi¨¢ticos del PP, est¨¢ jaleada desde el Consejo del Poder Judicial por una vocal con mucho poder que esta semana andaba vendiendo a quien la quisiera o¨ªr que pod¨ªan suspender en sus funciones a Garz¨®n en cualquier momento, aunque en la historia del Poder Judicial nunca ha sido apartado ning¨²n juez hasta despu¨¦s de ser procesado (Javier G¨®mez de Lia?o) o de haber sido solicitado por la parte y el fiscal (Ferran Calamita).
Sin embargo, se ha levantado la veda y ahora parece que alguno ha decidido pasar a la historia como aquel mediocre que se carg¨® a Garz¨®n.
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