Rodrigo Garc¨ªa Vizoso, el ¨²ltimo de la primera Liga
Apodado El Jefe, fue portero inigualable y s¨ªmbolo del Depor
Le llamaban El Jefe o Don Rodrigo y era el ¨²nico superviviente de los jugadores del primer campeonato de Liga espa?ol. Muri¨® ayer, 2 de junio, en A Coru?a, se llamaba Rodrigo Garc¨ªa Vizoso, acababa de cumplir 100 a?os -naci¨® el 26 de febrero de 1909- y, en febrero de 1929, se aline¨® en la porter¨ªa del Deportivo ante el Alav¨¦s en el choque inaugural de Segunda Divisi¨®n.
A partir de ah¨ª teji¨® una carrera que le llev¨® a ser considerado durante a?os el m¨¢ximo referente del club coru?¨¦s. Su leyenda se ciment¨® en proezas como la que sirvi¨® para que, tres a?os despu¨¦s, el Deportivo, todav¨ªa en la segunda categor¨ªa, eliminara de la Copa al Real Madrid en Chamart¨ªn una tarde en la que los blancos tiraron 76 veces a puerta. Pero all¨ª estaba ¨¦l, y no hubo forma.
En el Real Madrid s¨®lo aguant¨® un a?o a la sombra del 'Divino' Zamora
En la capital tomaron nota y le ofrecieron un contrato, donde fue suplente de Ricardo Zamora. "Contaba esas cosas y no pod¨ªas hacer otra cosa que callar", recuerda Arsenio Iglesias, otro mito deportivista, uno de los que bebieron de su magisterio.
Como Amancio Amaro o Luis Su¨¢rez, un flaco de Monte Alto, el mismo barrio donde se afinc¨® Garc¨ªa Vizoso y donde descubri¨® al ¨²nico Bal¨®n de Oro que ha dado el f¨²tbol espa?ol. Le regal¨® sus primeras botas. "Luisi?o ven¨ªa conmigo a jugar cuando ten¨ªa nueve a?os y ya se le ve¨ªa que iba a ser un fen¨®meno", repet¨ªa en su refugio del bar Los ?ngeles.
Hasta all¨ª bajaba Don Rodrigo todos los d¨ªas a mediod¨ªa a tomar su men¨². No despreciaba unos buenos callos o un cocido, porque luego hac¨ªa la digesti¨®n con un paseo que hasta hace bien poco no bajaba de las dos horas. Por el camino siempre encontraba interlocutores con los que desgajar recuerdos: en el Madrid s¨®lo aguant¨® un a?o a la sombra del Divino Zamora; luego se fue al Granada, donde le pagaban 500 pesetas al mes. La Guerra Civil le llev¨® a pasar 34 meses en el Ej¨¦rcito y decidi¨® dejar la porter¨ªa.
Encontr¨® trabajo en la f¨¢brica de armas coru?esa y, con el tiempo, devino en entrenador, para volver a hacer historia en Chamart¨ªn cuando en octubre de 1955 se convirti¨® en el primer t¨¦cnico en llevar al Deportivo hasta la victoria en feudo merengue, o cuando con ¨¦l este equipo gan¨® el primer trofeo Teresa Herrera, el decano de los torneos de verano.
El pasado mes de febrero festej¨® su cent¨¦simo cumplea?os al pie de la Torre de H¨¦rcules. Luego se fue a Riazor a propinar el puntapi¨¦ inicial del Deportivo-Aalborg de Copa de la UEFA.
Tras la muerte de su esposa, viv¨ªa solo y hac¨ªa la compra en las tiendas del barrio. Dec¨ªa que su dieta y su rutina eran la clave de su longevidad. Ayer, el coraz¨®n se le par¨® a los 100 a?os.
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