Asesinos durmientes

Despu¨¦s de leer la cr¨®nica La mala muerte de un desesperado, me invade el estupor: Miguel Berlanga, un hombre sin antecedentes policiales, padre de familia y trabajador incansable, agobiado por estar en paro y quiz¨¢ por alguna otra circunstancia personal, decide atracar un local de juegos recreativos en M¨¢laga. Tras fracasar en el intento debido a su inexperiencia, huye.

En su huida es acosado por un grupo de individuos, uno de ellos le acierta en la cabeza con un adoqu¨ªn, y luego, cuando cae al suelo, otros lo rematan hasta causarle la muerte. Ese ensa?amiento por un intento fallido de robo es monstruoso, y lo que esconde detr¨¢s causa perplejidad: ?conoc¨ªan los asesinos a Miguel y decidieron aprovechar la ocasi¨®n para ajustar cuentas? ?O no le conoc¨ªan y lo que ocurri¨® fue que, en una ambiente de euforia -el Bar?a acababa de ganar la Copa de Europa-, dieron rienda suelta a su odio contenido?

Parece que tales individuos estuvieran siempre ah¨ª, agazapados, esperando su momento, y cuando ¨¦ste llega, cual animal de presa, se lanzan sin piedad sobre su v¨ªctima. Son esos que en ¨¦pocas convulsas se ponen de inmediato al lado del poder represor para cometer las mayores iniquidades y cr¨ªmenes.