T¨¢ctica y estrategia 2.0

Para conectar con el electorado joven, el ahora presidente estadounidense, Barack Obama, no necesit¨® m¨¢s que un mensaje de cambio capaz de convencer a millones y una herramienta, Internet, que le permiti¨® llegar en tiempo r¨¦cord y por un coste insignificante a esa masa de j¨®venes que hasta ahora ve¨ªan la pol¨ªtica en EEUU como un rifirrafe ajeno a su existencia. Desde entonces, hasta el Papa Benedicto XVI se ha apuntado a una carrera sin precedentes para tener presencia en la Red.

"No hay que confundir t¨¢ctica y estrategia. S¨®lo porque se tarda cinco minutos en hacerse un perfil de Facebook eso no quiere decir que vaya a funcionar, dando por sentado que el p¨²blico vendr¨¢", recalc¨® ayer Rahaf Harfoush, miembro del equipo que gestion¨® la campa?a online de Obama, durante su visita a San Sebasti¨¢n, invitada por Miram¨®n Enpresa Digitala.

Obama recaud¨® 750 millones de d¨®lares gracias a los peque?os donativos

"No hay que dar por sentado que el p¨²blico vendr¨¢ por s¨ª s¨®lo", dice Rahaf Harfoush

Obama barri¨® a sus rivales, en parte, gracias a un ej¨¦rcito de voluntarios coordinados a trav¨¦s de las redes sociales y correos electr¨®nicos. La idea era utilizar la comunicaci¨®n online para sacar a la gente a la calle. Lograron as¨ª crear 35.000 grupos de voluntarios. Crearon aplicaciones in¨¦ditas para el Iphone que convert¨ªan cada tel¨¦fono en una oficina de campa?a, conectados en tiempo real con los cuarteles generales; o un algoritmo que permit¨ªa conocer el nivel de actividad de cada participante. "No quer¨ªamos forzar la m¨¢quina", recalca recordando que muchos de los voluntarios nunca hab¨ªan participado en pol¨ªtica antes". El resultado fue apabullante: 750 millones de d¨®lares recaudados a trav¨¦s de Internet, frente a los 360 millones de McCain, la mayor¨ªa de ellos peque?os donativos de entre 20 y 100 dolares; y 3,5 millones de amigos en Facebook frente a los 850.000 del candidato republicano. Recuerda que recurrir a las nuevas tecnolog¨ªas sirve de poco si no se tiene un proyecto pol¨ªtico capaz de cautivar al electorado interpelado. "Obama habl¨® de cosas que afectan a la vida de la gente, de personas que perd¨ªan su casa por la crisis, de los fallecidos en la guerra, de los que no pueden pagarse un seguro m¨¦dico privado [EEUU carece de cobertura universal, a diferencia de Europa]".

Esta joven nacida en Siria pero criada en Toronto (Canad¨¢) ha sabido sacarle jugo a los meses que pas¨® en el cuartel general de Obama en Chicago. Coordin¨® la investigaci¨®n de un libro sobre la influencia de la colaboraci¨®n de masas y publica otro sobre la campa?a del candidato dem¨®crata, Yes we did. Ahora codirige la plataforma online del Foro de Davos.

"S¨®lo le vi una vez y hablamos sobre todo por tel¨¦fono". Era impresionante, prosigue, ver a tal icono del siglo XXI caminar por los pasillos con una simple gorra de b¨¦isbol. Su gran logro, seg¨²n Harfoush, fue concebir un mensaje que hizo a todos c¨®mplices de la victoria. "No era Yes he can, era Yes we can. Lo hicimos juntos".