Una Castro impulsa en Cuba el derecho a cambiar de sexo

Pocos d¨ªas despu¨¦s del primer desfile contra la homofobia por las calles de La Habana, Cuba dio un paso m¨¢s en la aceptaci¨®n de la diversidad sexual al permitir la realizaci¨®n de cirug¨ªas de cambio de sexo. Este tipo de operaciones fueron suspendidas en 1988, despu¨¦s de una primera cirug¨ªa exitosa que convirti¨® en mujer a un joven y caus¨® gran revuelo en la isla. Seg¨²n datos del Centro Nacional de Educaci¨®n Sexual (Cenesex), que dirige Mariela Castro, en Cuba hay 100 casos bajo an¨¢lisis: de ellos 28 son transexuales confirmados y 19 est¨¢n listos para someterse a la operaci¨®n quir¨²rgica.

Mariela Castro es hija del presidente cubano, Ra¨²l Castro, y sobrina de Fidel, fundadores de una revoluci¨®n que en los a?os sesenta intern¨® a los homosexuales en campos de trabajo militarizados. Hasta no hace mucho, gays y lesbianas fueron perseguidos y marginados, por ello el liderazgo de Mariela en defensa de los derechos de las minor¨ªas sexuales es muy simb¨®lico, adem¨¢s de representar una garant¨ªa.

Mariela encabez¨® la primera marcha p¨²blica de los gays, antes perseguidos

Fue ella quien la semana pasada anunci¨® en televisi¨®n que ya se han reanudado las "cirug¨ªas feminizantes y masculinizantes con vistas a hacer la reasignaci¨®n sexual completa". Las operaciones de cambio de sexo en Cuba son gratuitas pero deben ser aprobadas por una comisi¨®n multidisciplinaria compuesta por psic¨®logos, m¨¦dicos y diversos especialistas, que hacen un seguimiento riguroso de los solicitantes.

Tan riguroso, que el promedio de tiempo para aprobar un caso es de dos a?os, algo que ha provocado las quejas de algunos transexuales. "Hay momentos en que creo que vamos muy delante, y otros en que creo que vamos muy despacio", dijo Mariela Castro el pasado 16 de mayo, cuando encabez¨® una marcha de gays, lesbianas, travest¨ªs y transexuales por la c¨¦ntrica avenida de La Rampa. Era el primer desfile de este tipo en Cuba, aunque Mariela rechaz¨® llamarlo marcha; mejor una "conga" criolla, dijo.

Marcha o conga, muchos habaneros se sorprendieron al ver tal desfile libertario en las mismas calles del Vedado donde hasta hace poco la polic¨ªa se llevaba detenidos a los homosexuales. Cuba sigue siendo muy machista y no son pocos los que se oponen frontalmente a cualquier avance de las minor¨ªas sexuales. La Iglesia cat¨®lica, por supuesto, puso el grito en el cielo con lo de las operaciones: "Cuba ha tocado fondo", dijo el arzobispado de La Habana. Tambi¨¦n en el Partido Comunista hay cr¨ªticos feroces, admite Mariela Castro.