La UE pacta las normas para recibir presos de Guant¨¢namo

Los ministros de Interior de la Uni¨®n Europea tienen previsto aprobar hoy el protocolo de cooperaci¨®n con Estados Unidos y entre s¨ª mismos que permitir¨¢ a la Uni¨®n acoger entre 40 y 60 reclusos de Guant¨¢namo sobre los que Estados Unidos no tiene cargos pendientes. La decisi¨®n es un gesto de apoyo a Barack Obama en estos momentos en que sus planes de cerrar la prisi¨®n atraviesan dificultades en el Congreso y ante la opini¨®n p¨²blica. Espa?a podr¨ªa recibir al menos a cuatro de los liberados.

"La Uni¨®n Europea y sus Estados miembros quieren ayudar a Estados Unidos a pasar p¨¢gina", se?ala la declaraci¨®n que hoy van a aprobar los ministros comunitarios y que establece el marco de funcionamiento del proceso, pol¨ªtica y jur¨ªdicamente complejo. Austria ha sido el ¨²ltimo pa¨ªs en avenirse al plan y lo har¨¢ tras conseguir el subrayado expl¨ªcito de que los pa¨ªses que reciban ex presidiarios tendr¨¢n en cuenta las preocupaciones de orden p¨²blico y seguridad de sus socios.

Los Veintisiete compartir¨¢n toda la informaci¨®n sobre cada traslado

Ya la Administraci¨®n de George Bush estim¨® que no hab¨ªa razones para mantener recluidos a unos 240 de los presos de Guant¨¢namo, a los que, sin embargo, no se pod¨ªa devolver a sus pa¨ªses de origen por temor a represalias. Tampoco ellos estaban dispuestos a quedarse en Estados Unidos. Diversos pa¨ªses de la Uni¨®n Europea, incluida Espa?a, se brindaron a acoger a unas decenas frente a la negativa en redondo de otros socios que, adem¨¢s, esgrimieron el argumento de que una vez llegados a Europa los liberados podr¨ªan moverse libremente en el conjunto de la Uni¨®n, conforme a lo estipulado por el Tratado de Schengen.

Para acomodar los intereses de Estados Unidos, partidarios y renuentes han acordado el procedimiento que hoy debe recibir el visto bueno. La decisi¨®n de admitir presos y la concesi¨®n del estatuto que se considere (refugiados, residentes de larga duraci¨®n u otros) ser¨¢ responsabilidad exclusiva del Estado receptor, al que los antiguos reclusos habr¨¢n manifestado el deseo de trasladarse.

Desde el momento en que tal Gobierno comience a negociar con Washington har¨¢ part¨ªcipe a los dem¨¢s de la medida. El europeo reclamar¨¢ a Estados Unidos la m¨¢xima informaci¨®n sobre el sujeto para evaluar su potencial riesgo para la seguridad y la compartir¨¢ por completo con los restantes socios. El Estado de acogida se compromete, adem¨¢s, a escuchar las potenciales objeciones que los otros puedan plantear, pero conservar¨¢ la plena soberan¨ªa sobre la decisi¨®n final.

Frente al automatismo de libertad de movimientos que concede Schengen y dado lo singular de los casos en cuesti¨®n, los Estados podr¨¢n limitar (de forma pactada o impuesta) la libertad de circulaci¨®n de los antiguos presos y responder¨¢n positivamente a las objeciones a la libertad de movimientos que puedan plantear otros Estados.

Hasta ahora nueve pa¨ªses se han mostrado dispuestos a acoger presos, con Italia radicalmente opuesta.

En el acuerdo, Estados Unidos se compromete con los europeos a aplicar el Estado de derecho, los derechos humanos y el derecho humanitario en la futura lucha antiterrorista.