Diputados rebeldes laboristas preparan un 'golpe' contra Brown

El futuro de Gordon Brown est¨¢ m¨¢s que nunca en manos de los votantes. De la misma manera que unas elecciones municipales provocaron en la Espa?a de 1931 la ca¨ªda de la monarqu¨ªa, unas elecciones europeas, combinadas con unas elecciones locales en las zonas rurales de Inglaterra, pueden acabar con el liderazgo quiz¨¢s ef¨ªmero de Brown en Reino Unido.

Los resultados de los comicios locales se conocer¨¢n el viernes y los de las europeas el domingo por la noche o el lunes por la ma?ana, lo que puede hacer a¨²n m¨¢s dolorosa la agon¨ªa del que fuera, junto a Tony Blair, el gran impulsor del Nuevo Laborismo.

Brown vivi¨® ayer otro d¨ªa de pesadilla. Primero tuvo que soportar c¨®mo el diario prolaborista The Guardian publicaba un dur¨ªsimo editorial exigiendo su dimisi¨®n inmediata. Luego, la ministra de Comunidades, Hazle Blears, anunci¨® su dimisi¨®n. A mediod¨ªa, el peri¨®dico asegur¨® en su edici¨®n electr¨®nica que se prepara un golpe de partido contra Brown y que un grupo de diputados laboristas est¨¢n buscando apoyos en el Parlamento para pedir su salida.

El diario prolaborista 'The Guardian' pide la salida del jefe del Gobierno brit¨¢nico

Acorralada desde que se supo que no hab¨ªa pagado impuestos por la venta de un piso, en el marco del esc¨¢ndalo de los gastos de los diputados, Blears parece haber intentado hacer el m¨¢ximo da?o pol¨ªtico al primer ministro al dimitir en v¨ªsperas de unas elecciones cruciales y un d¨ªa despu¨¦s de que se conociera que no seguir¨¢n en el Gobierno ni la ministra del Interior, Jacqui Smith, ni otros cargos de menor rango.

La marcha de Hazle Blears, la ca¨ªda de Smith y las dudas que existen sobre el futuro del ministro del Tesoro y el titular del Foreign Office han creado una imagen de desplome en el Gobierno de Brown que hace mucho m¨¢s dif¨ªcil que el primer ministro pueda superar su debilidad simplemente cambiando a varios ministros.

La petici¨®n de dimisi¨®n de The Guardian no pasa de ser la opini¨®n de un medio que nunca ha mostrado gran entusiasmo hacia Brown y que mantiene relaciones tumultuosas con el que de hecho es su Gobierno. Pero su influencia puede acabar siendo decisiva para decantar al Partido Laborista contra su actual l¨ªder. El diario cree que Brown no tiene "ni visi¨®n, ni plan, ni argumentos de futuro, ni apoyo" y que el laborismo podr¨ªa tener un nuevo l¨ªder en menos de cuatro semanas. Su tarea ser¨ªa encabezar un Gobierno con el objetivo de pactar con el Partido de los Liberales Dem¨®cratas una reforma del sistema constitucional, y en particular del sistema electoral, que se someter¨ªa a refer¨¦ndum coincidiendo con las pr¨®ximas elecciones generales.

Brown no va a dimitir porque se lo diga The Guardian, pero si se confirman las p¨¦simas expectativas electorales (un 16% de voto), los barones del partido podr¨ªan intervenir para convencerle. Ayer, el m¨¢ximo favorito para sucederle, Alan Johnson, reiter¨® lo que no ha dejado de decir en los ¨²ltimos meses: que Brown es la persona m¨¢s adecuada para liderar el Gobierno y el partido en la actual recesi¨®n econ¨®mica.

Pero seg¨²n el diario, un grupo de rebeldes ha empezado a buscar apoyos para hacer p¨²blica el lunes una carta pidiendo la dimisi¨®n del primer ministro. Los rebeldes creen que pueden lograr el apoyo de hasta 80 diputados, superando as¨ª las 70 firmas que ser¨ªan necesarias para poner en marcha una moci¨®n interna de censura contra el liderazgo de Brown si llegara a ser necesario.