A grito pelado por las dunas
El gusanillo le entr¨® hace 30 a?os, durante un viaje a Argelia en el que, c¨®mo ¨¦l dice, dio su primer "garbeo" por el S¨¢hara. Ahora, el periodista italiano Josto Maffeo se adentra en el desierto varias veces al a?o. El libro S¨¢hara. Un viaje a la sabidur¨ªa de las gentes del desierto (La Esfera de los Libros) es fruto de una de sus ¨²ltimas incursiones junto a la periodista de Telecinco ?ngeles Blanco.
Debe de conocer cada palmo...
Ojal¨¢. Siento predilecci¨®n por la zona que est¨¢ junto al valle del Draa (Marruecos), y en concreto por M'Hamid el Ghizlane, la ciudad que me ha adoptado y donde ya me conocen hasta las piedras.
No parece que est¨¦ aqu¨ª al lado precisamente.
Es el ¨²ltimo sitio en Marruecos adonde puedes llegar en coche antes de adentrarte en el S¨¢hara. En la ruta desde Ouarzazate, a unas cinco horas, pasas junto al enorme palmeral del valle del Draa.
?Y qu¨¦ encuentra uno al llegar?
De M'Hamid part¨ªan las caravanas hacia las minas de sal de Taoudenni y luego a Tombuct¨², en lo que hoy es Mal¨ª. Y no ha cambiado; es una sola calle con casas a ambos lados. Cruzando el lecho seco del Draa est¨¢ la casbah, en cuyas casas de barro conviven bereberes y descendientes de esclavos negros.
Y a partir de aqu¨ª... desierto.
Aqu¨ª no llegan muchos viajeros, hay m¨¢s japoneses que europeos. Es recomendable contratar los servicios de alg¨²n gu¨ªa local y pasear en dromedario por el desierto.
?Alg¨²n otro consejo?
Hay que dejar atr¨¢s la desconfianza. Aqu¨ª yo he dormido en las plazas, algo que no har¨ªa en Europa, y al final las ¨²nicas que te despiertan son las cabras, porque les encanta lamer el sudor de la cara.
Aparte de los despertares, ?otras situaciones poco frecuentes?
Buf, tantas... Recuerdo una velada nocturna en las dunas que acab¨® en un acalorado debate con todos los n¨®madas de los alrededores hasta el amanecer.
?Cu¨¢nta animaci¨®n!
Todos a grito pelado en franc¨¦s y con palabrotas. S¨®lo porque a alguien se le ocurri¨® decir "?Qu¨¦ es la verdad?". El panorama natural es incre¨ªble, pero el humano es m¨¢s fascinante: asombra la sabidur¨ªa de esta gente que se empe?a en vivir en un sitio tan duro y que adem¨¢s siempre lo comparte todo. Si hace falta, parten una gota de agua en dos para que bebas.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.