Brotes verdes, brotes blancos
Repasando la hemeroteca, me he encontrado con un t¨ªtulo de esta p¨¢gina de coyuntura de hace tres meses -Sin se?ales de mejora en el mercado laboral- en el que comentaba los datos del paro registrado y la afiliaci¨®n a la Seguridad Social de febrero. Ha pasado poco tiempo, pero hoy no podr¨ªamos decir lo mismo para analizar los mismos datos a partir de abril. Algo est¨¢ cambiando en el mercado laboral en los ¨²ltimos meses y, por consiguiente, en la econom¨ªa. Tambi¨¦n es verdad que esos cambios son dif¨ªciles de detectar por el ciudadano de la calle, especialmente por el ruido medi¨¢tico y pol¨ªtico que producen en plena campa?a electoral y por lo mal que se hacen llegar a la opini¨®n p¨²blica por parte de las agencias que los producen. Veamos.
El mercado laboral sigue destruyendo empleo, s¨®lo que lo hace a menor ritmo
Los datos confirman que lo peor ha quedado atr¨¢s, pero todav¨ªa estamos sumergidos en la recesi¨®n
En mayo el paro registr¨® la primera bajada en 14 meses, concretamente en 24.741 personas. No obstante, en modo alguno supone una ruptura de la tendencia al alza en el sentido de que a partir de ahora vayamos a ver descensos continuados. Falta mucho para eso. Hay que tener en cuenta que el paro es una de las variables m¨¢s retrasadas del ciclo (el ¨²ltimo invitado a la fiesta de la recuperaci¨®n). Para que empiece a bajar el paro, primero tiene que recuperarse la producci¨®n; luego, tiene que adquirir fuerza suficiente como para que empiece a crear empleo, y, por ¨²ltimo, la creaci¨®n de empleo tiene que ser superior al aumento de la fuerza laboral. Ni siquiera hemos comenzado el proceso.
?C¨®mo se explica, entonces, que se haya producido en mayo ¨²ltimo una reducci¨®n del paro? ?Estamos ante un dato at¨ªpico, un error estad¨ªstico? No, el dato no es anormal, se explica por motivos puramente estacionales, muy acusados en la econom¨ªa espa?ola. Si eliminamos la estacionalidad y nos quedamos con la se?al tendencial (esa que responde a la pregunta ?c¨®mo van las cosas?), resulta que el paro aument¨® en casi 90.000 personas. Ahora bien, esta cifra supone un cambio significativo respecto a los meses anteriores al ser notablemente menor. Es decir, el paro sigue su tendencia al alza, s¨®lo que a menor ritmo. ?sta es la novedad positiva que podemos ver a partir de abril
[gr¨¢fico superior izquierdo].
La cifra de paro registrado no sorprendi¨®, pero s¨ª lo hizo la de la afiliaci¨®n a la Seguridad Social, y en positivo. Tambi¨¦n por motivos estacionales, se produjo un aumento de 69.304 afiliados, pero en t¨¦rminos desestacionalizados este aumento se trueca en un descenso de 30.000. Las cifras fueron significativamente mejores de lo previsto por los modelos, lo que pudiera explicarse por la presencia de alg¨²n factor que ¨¦stos, sin ayuda externa, no pueden tener en cuenta, como es el efecto del plan de inversiones locales. Se sigue, por tanto, destruyendo empleo, aunque, como se ve en el gr¨¢fico superior derecho, a un ritmo inferior. En los ¨²ltimos meses de 2008 y primeros de 2009 cada mes se destru¨ªan 160.000 puestos de trabajo y el ritmo anualizado de ca¨ªda alcanzaba el 10%. Ahora esta tasa se ha reducido a la mitad. Si se hubiera mantenido hasta mayo el ritmo observado hasta febrero, habr¨ªa ahora 200.000 ocupados menos, la mitad de ellos en el sector de la construcci¨®n, que es el que mayores mejoras relativas registra [gr¨¢fico inferior izquierdo].
La semana nos depar¨® varios datos que van en la misma direcci¨®n, entre ellos, la producci¨®n industrial de abril. Como se ve en el gr¨¢fico inferior derecho, ¨¦sta lleg¨® a alcanzar un ritmo de ca¨ªda en los ¨²ltimos meses de 2008 del 30% en tasas mensuales anualizadas. En el primer trimestre de este a?o este ritmo se ha ido moderando y en abril se redujo a la mitad. Incluso la tasa interanual, que es un indicador retrasado, ha registrado un cambio de tendencia. Contin¨²a, por tanto, el sector industrial en recesi¨®n, pero las ca¨ªdas son cada vez menores.
Todo ello confirma que los peores momentos de la recesi¨®n los hemos dejado atr¨¢s. Por ello se ha empezado a hablar de brotes verdes. Yo, que soy de pueblo, tengo, sin embargo, una objeci¨®n: al principio los brotes, antes de que emerjan a la superficie, son blancos. Estamos todav¨ªa debajo de tierra, sumergidos en el pozo de la recesi¨®n. Hasta que no lleguemos a la superficie no podemos hablar de brotes verdes, es decir, de recuperaci¨®n. Pero hemos cambiado de direcci¨®n, hasta ahora s¨®lo ve¨ªamos la obscuridad del fondo del pozo y ahora ya vemos la luz all¨¢ arriba.
?ngel Laborda es director de coyuntura de la Fundaci¨®n de las Cajas de Ahorros (FUNCAS).
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