Batasuna recupera a su electorado favorecido por la baja actividad de ETA
La izquierda 'abertzale' neutraliza los intentos de 'pescar' en su base social
La ilegalizada Batasuna vuelve a recuperar el protagonismo en la escena pol¨ªtica. Los resultados electorales del pasado domingo en las europeas han disipado en gran medida los interrogantes sobre la verdadera fortaleza de la izquierda abertzale que no condena a ETA. Las urnas demostraron que su mundo, al cobijo esta vez de Iniciativa Internacionalista-Solidaridad entre los Pueblos (II-SP), cuenta con un suelo de apoyo fuerte y estable: 115.000 votos en Euskadi y 23.000 en Navarra, con una cuota electoral del 16% y el 11,4%, respectivamente. Con estos resultados, Batasuna logra hacer visible un respaldo difuminado con el voto nulo o la abstenci¨®n en anteriores comicios a los que no pudo concurrir y, al mismo tiempo, desbarata la tentaci¨®n de otros partidos de pescar en su caladero.
Ganan los defensores de una participaci¨®n normalizada
Despu¨¦s de varias citas electorales en las que vio impedida su presencia, la izquierda abertzale resurge precisamente cuando menos presencia est¨¢ teniendo ETA -su ¨²ltimo atentado mortal fue el pasado 3 de diciembre, contra el empresario Inaxio Uria en Azpeitia-. Algo similar le ocurri¨® a finales de los a?os 90, coincidiendo con el acuerdo de Lizarra y la decisi¨®n de los terroristas en 1998 de interrumpir temporalmente su actividad asesina. Entonces toc¨® techo con el 17,9% de los votos en las auton¨®micas de 1998 y el 19,9% (228.169 papeletas) en las municipales del a?o siguiente.
Durante su posterior destierro electoral tras la ilegalizaci¨®n, logr¨® colar la candidatura de EHAK en las auton¨®micas de 2005, pero vio caer sus apoyos al 12,4% de los sufragios. Y tampoco consigui¨® con ANV -no pudo presentarse en todos los municipios- igualar esos resultados en las locales de 2006 (73.456 votos). Sus llamamientos a la abstenci¨®n o a votar nulo no cuajaron en el electorado y reforzaron la teor¨ªa de una cierta desmembraci¨®n de ese mundo. Los comicios del pasado domingo ponen en solfa estos planteamientos y suponen un voto de confianza para los dirigentes de ese mundo que han apostado por normalizar su participaci¨®n pol¨ªtica.
Arnaldo Otegi, su l¨ªder indiscutible, se ha valido de los resultados de II-SP para hacer una exhibici¨®n de fuerza. "Somos la ¨²nica formaci¨®n pol¨ªtica que ha aumentado en votos en Euskal Herria", dijo en la noche electoral y reafirmarse en la estrategia de forzar al Gobierno central a reabrir una quim¨¦rica negociaci¨®n: "Hay que sumar fuerzas para seguir adelante e iniciar un proceso democr¨¢tico para solucionar el conflicto".
Las urnas disiparon asimismo las sospechas de que una buena parte de sus seguidores hab¨ªan dado la espalda a Batasuna para confiar en otras formaciones independentistas, como Aralar, tal y como se apunt¨® a la vista de los resultados de las pasadas elecciones vascas. "Hemos ganado a todos los que nos quer¨ªan sustituir", recalc¨® Otegi tras conocer el escrutinio este domingo, en alusi¨®n a Aralar. En las europeas se ha dado el efecto contrario: el fortalecimiento de Batasuna ha reducido notablemente el peso electoral de Aralar y EA, que se han quedan reducidos al 5,6% de los votos (Aralar logr¨® por s¨ª solo el 6% en marzo pasado).
El escaso 8,8% de votos nulos (100.000 en total) registrados el 1-M, que Otegi y los suyos se atribuyeron para sus siglas, apunt¨® un posible debilitamiento en su electorado. El salto hasta el 15,9% en apenas tres meses pone de manifiesto la capacidad de movilizaci¨®n que a¨²n tiene este mundo y su peso en determinados feudos. Guip¨²zcoa sigue siendo su fort¨ªn electoral, donde es tercera fuerza con el 23,4% de la tarta electoral y a no demasiada distancia del PSE-EE y PNV. Es indiscutible su liderazgo en municipios como Hernani (dobla en votos a los socialistas), Pasaia o Mondrag¨®n, donde es primera fuerza, aunque en las tres capitales no pasa de ser la cuarta fuerza m¨¢s votada.
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